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Internacional

El futuro de la guerra entre Israel y Hamás: Irán, el reconocimiento de Palestina y la operación en Rafah

En esta situación, tres son los factores que parecen poder condicionar el presente y el futuro más inmediato del conflicto, al menos hasta la celebración de las elecciones estadounidenses en el próximo mes de noviembre

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu

Dos semanas después de que se cumplieran seis meses desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás, se cree que 129 de los 253 rehenes secuestrados en Israel permanecen en Gaza y, según el Ministerio de Sanidad del territorio dirigido por Hamás, al menos 33970 personas han muerto en este lugar desde entonces. Además, según las palabras pronunciadas por el primer ministro qatarí esta semana, estamos en un momento en que las conversaciones entre Israel y Hamás sobre la tregua en Gaza están estancadas tras el rechazo de Hamás de la oferta israelí el pasado fin de semana. 

En esta situación, tres son los factores que parecen poder condicionar el presente y el futuro más inmediato del conflicto, al menos hasta la celebración de las elecciones estadounidenses en el próximo mes de noviembre. Estos no son otros que el posible reconocimiento de Palestina como Estado por más países, el conflicto entre Israel e Irán y la presumible ofensiva israelí en Rafah. En este artículo evaluaremos en qué medida estos factores podrían afectar a la guerra entre Israel y Hamás.

El posible reconocimiento de Palestina como Estado por más países

En primer lugar, sobre el posible reconocimiento de Palestina como Estado por más países, son dos las iniciativas que están llevando el peso para que esto se produzca. Una es el proceso iniciado por la ONU para el reconocimiento de Palestina como Estado miembro (y no mero observador) de pleno derecho y la otra la campaña del presidente español Pedro Sánchez. Sobre la primera, esta sufrió un fuerte revés el día de ayer, ya que Estados Unidos vetó en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución para otorgar el estatus de miembro pleno de la organización a un Estado palestino. Dicho veto pasará ahora a la Asamblea General, donde las resoluciones no son vinculantes.

En cuanto al Presidente español, Pedro Sánchez, este ha indicado que España reconocerá a Palestina como Estado en las próximas semanas. Además, ha realizado una ronda de contactos con otros países de la Unión Europea para intentar que se sumen a la causa. Sin embargo, pese a que Noruega, Irlanda, Eslovenia y Malta han respaldado su propuesta, no parece que su reconocimiento se vaya a producir de manera simultánea al español.

Por lo tanto, pese a que el número de países que reconocen ahora a Palestina como Estado vaya a superar próximamente la cifra actual de 139, no parece que ello vaya a afectar, por ahora, al desarrollo de la guerra entre Israel y Hamás. El reconocimiento del Estado palestino por parte de España tiene un importante valor simbólico, aunque en la práctica, con el veto estadounidense en la ONU, no implicaría ningún cambio de facto inmediato. Ello es así porque el peso de España en el orden internacional no es lo suficientemente fuerte como para modificar esta tendencia y, junto a esto, porque no es un reconocimiento que lleve de la mano la implementación de los pasos necesarios para la creación del Estado palestino.

El conflicto entre Israel e Irán

En segundo lugar, durante la noche del jueves al viernes de esta semana, el gobierno de Benjamín Netanyahu respondió al ataque sin precedentes con misiles y aviones no tripulados perpetrado por Irán el pasado fin de semana contra Israel. La respuesta ha sido a través de drones de baja intensidad activados desde el propio Irán que han alcanzado las instalaciones militares de Isfahán, eso sí, sin causar importantes daños a este complejo nuclear.

Por el momento todo apunta a que la tensión no irá a más y que Irán no responderá. Según indicó un alto funcionario iraní a Reuters en la mañana del viernes, Irán no tiene ningún plan para tomar represalias inmediatas contra Israel. Además, los medios de comunicación iraníes han mostrado un vídeo de escenas tranquilas en todo el país, intentando minimizar la respuesta israelí, lo cual permite salvaguardar la imagen de su régimen y mandar un mensaje de tranquilidad a la población.

Por ello, este conflicto con Irán no parece que vaya a afectar ni en el presente ni en el futuro próximo a la guerra entre Israel y Hamás. No obstante, esto no hace que ni mucho menos haya que descuidar la cuestión, ya que cualquier cambio puede desestabilizar la situación. Diversos medios israelíes han informado que los antiguos generales del gabinete de guerra de Netanyahu presionaron para que se diera una respuesta más contundente y el ministro israelí de Seguridad Nacional Itamar Ben-Gvir compartió en la mañana del viernes un tweet en el que calificó la respuesta de Netanyahu de decepcionante y pobre. Será necesario que en los próximos días la administración israelí controle estas posturas, ya que si se lleva a cabo un ataque de mayores dimensiones contra Irán todo indica, como las palabras del Ministro de Asuntos Exteriores iraní a la CNN antes de la contestación israelí, que Teherán respondería.

La ofensiva israelí en Rafah

En último lugar, veremos lo que con toda probabilidad puede ser determinante en la guerra entre Israel y Hamás hasta la celebración de las elecciones estadounidenses, una futura ofensiva israelí en Rafah. El primer ministro Benjamín Netanyahu ha prometido su realización como siguiente paso en las acciones militares contra Hamás para así poder llevar a cabo su Plan del “Día Después” para la Franja de Gaza, presentado en la noche del pasado 22 al 23 de febrero a su gabinete de seguridad.

La importancia para Netanyahu de esta ofensiva en Rafah, donde hay más de un millón de palestinos refugiados, radica en que su objetivo de victoria militar total no se puede alcanzar sin asaltar las cuatro últimas brigadas de Hamás que, según se dice, están operando en este lugar junto a la cúpula militar. 

Todo apunta a que Israel llevará a cabo esta acción, ya que su gobierno se siente más respaldado tras el apoyo de los aliados occidentales tras el ataque iraní. En este sentido, Estados Unidos, que en diversas ocasiones había mostrado su rechazo a la ofensiva porque según ellos provocaría un desastre humanitario, ha ido disminuyendo su lenguaje en contra de este ataque progresivamente.

Sin embargo, pese a la postura estadounidense, Israel debe tener muy en cuenta que si lanza una ofensiva en Rafah esta no empuje a los palestinos hacia Egipto, ya que el gobierno de este país ha afirmado que cualquier medida que lleve a la población de Gaza hacia el Sinaí amenazaría su acuerdo de paz de cuatro décadas con Israel. 

Por lo tanto, el gobierno de Netanyahu debe estudiar muy bien su plan, ya que, si bien puede derrotar definitivamente a Hamás, puede también ocasionar un desastre humanitario y un conflicto con un actor vital para seguridad.

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