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Internacional

Caos en la estampida occidental de Afganistán: avalanchas, confusión y avance talibán

Los últimos vestigios de la presencia de la OTAN y sus aliados se derrumba en una frenética huida, con los talibán ya instalados en Kabul y sin un gobierno o una policía que les haga frente

Hace apenas unas semanas, el presidente estadounidense Joe Biden afirmó que el Gobierno oficial afgano podría resistir sin la intervención directa de la OTAN y sus aliados. Hoy, los talibán derriban las últimas puertas que les conducen al corazón de Kabul y occidente se lanza en una frenética estampida para abandonar el país. El caos y el miedo imperan en el aeropuerto, donde ya ha habido muertos. Dos aviones militares españoles parten en la mañana de este lunes para cumplir con la primera fase de evacuación coordinada por los ministerios de Asuntos Exteriores y Defensa. Y los intérpretes afganos que sirvieron a España respiran agitados por su devenir más inmediato.

Dos arietes han socavado el plan de retirada diseñado por los países occidentales. El primero es el avance incontestable de los talibán sobre todo el país. Aletargados durante años pero sin perder su poder de influencia, redoblan su ímpetu por gobernar en la región y ya alcanzan el propio Kabul. La OTAN habla de “ataques contra civiles, asesinatos selectivos e informes de otros abusos graves contra los derechos humanos”. La celeridad del avance talibán ha sorprendido a la propia Alianza Atlántica, a Washington y a sus aliados.

El segundo ariete que amenaza el plan de evacuación es el puro instinto de supervivencia reconvertido en pánico que se ha instalado en el aeropuerto de Kabul, única vía para salir de inmediato del país. Pistas de despegue tomadas por la multitud, escaleras que conducen a las aeronaves que ceden ante el peso de decenas de personas, militares estadounidenses -la última remesa enviada por la administración Biden- que dispara al cielo para aplacar las embestidas de las avalanchas humanas.

Escenas, todas ellas, retransmitidas en directo por redes sociales. Las últimas informaciones señalan que ya hay al menos tres muertos por herida de bala en el aeropuerto de Kabul. Según The Wall Street Journal, los testigos informan de la presencia de los tres cuerpos ensangrentados y sin vida en el exterior del edificio de la terminal. Las autoridades han decidido cerrar el aeropuerto de forma temporal hasta que se calme la situación.

Evacuación española en Afganistán

España también mueve sus piezas en medio del caos. Exteriores y Defensa anunciaron este domingo en un comunicado conjunto que dos aviones A400M parten este lunes desde Madrid rumbo a Dubai para cumplir con la primera fase de evacuación. Además del personal diplomático y de los civiles que viven en Afganistán -éstos son sólo cinco, según los últimos informes-, se ha pisado el acelerador por el personal afgano y sus familiares que trabajaron para España en dos décadas de misión: las llamadas telefónicas y amenazas a su existencia se han multiplicado ante el avance talibán.

Existe cierta confusión entre los intérpretes y personal afgano. Saben a través de las noticias que España ha enviado los dos aviones, pero no saben cuándo podrán abandonar el país ni cómo deben hacerlo. El mero hecho de atravesar ciertos barrios de Kabul para llegar al punto de evacuación ya supone un riesgo considerable hacia su vida y la de sus familiares.

Según ha sabido Vozpópuli, los intérpretes afganos han recibido esta misma madrugada un mensaje de las autoridades españolas donde se les recuerda que figuran “en la lista de personas a las que se ofrece participar en la operación de evacuación” y que deben facilitar el número de familiares que les acompañarán.

“Su cónyuge, sus descendientes y ascendientes directos y dependientes de usted, además de sus hermanas no casadas, también pueden acogerse a esta operación”, reza el mensaje, redactado en español y en inglés. También se les conmina a estar preparados para acudir a un punto de Kabul aún por concretar para efectuar su evacuación.

Mientras, los talibán ya patrullan armados en algunas calles de Kabul, a la espera de la retirada total para hacerse con los puntos estratégicos y tomar definitivamente el poder sobre el país: el presidente afgano, Ashraf Gani, ya se marchó en un avión rumbo a Tayikistán. La única incógnita es si los extremistas esperarán a que culmine el plan de evacuación para hacerse con el control de la ciudad o si, por el contrario, se lanzarán con toda su fuerza sobre los últimos vestigios de la presencia de occidente, inmerso en una frenética estampida por abandonar el país.

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