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Internacional

Cuatro escenarios para las 'MidTerm', el termómetro de la Administración Biden

Aunque las quinielas apuntan a una victoria republicana, en la que los conservadores lograrían mayorías tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, es incertidumbre la palabra que define por ahora las previsiones de cara a los resultados

Votantes en Ohio este martes / EFE

Los centros de votación de los 50 estados tienen ya sus puertas abiertas para recibir a los votantes en las elecciones legislativas que afronta Estados Unidas este martes. Aunque las quinielas apuntan a una victoria republicana, en la que los conservadores lograrían mayorías tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, es incertidumbre la palabra que define por ahora las previsiones de cara a los resultados.

Tradicionalmente, las elecciones de "medio mandato" o MidTerm son el escenario de una victoria del partido en la oposición, ya que los votantes descargan su descontento con la presidencia del momento en estos comicios. Sin embargo, el cambio constante de los temas que han dividido la opinión pública -la inmigración, la economía o la violencia al principio, y el aborto en verano- ha situado al balanza en favor tanto de los demócratas como de los republicanos a lo largo del año.

Por ello, el abanico de opciones a falta de las primeras previsiones es amplio. En el Senado, las contiendas que definen quién lo controlará permanecen reñidas, con empates en las encuestas en Georgia, Pensilvania, Nevada, Arizona o New Hampshire. Algo similar ocurre en el caso de la Cámara de Representantes, aunque los republicanos son los claros favoritos. Lo cuenta en su análisis para el New York Times Nate Cohn: los demócratas no lo tienen complicado para presentar resistencia.

El analista presenta cuatro escenarios plausibles de cara a estos reñidos comicios.

Victoria clara para los republicanos

En los escenarios clave, las encuestas del Times/Siena apuntan a un Congreso controlado por los republicanos. El mayor problema para el partido rojo es la impopularidad de sus candidatos, algo que, de superarlo sus votantes, podría inclinar la balanza en su favor.

Otro factor, como siempre, es la participación, especialmente en las elecciones a la Cámara de Representantes en los estados con disputas menos competitivas en la parte superior de la candidatura. Puede ser suficiente para que los republicanos consigan algunas victorias adicionales. Será al caer la noche en Estados Unidos cuando se visibilicen las primeras señales de la victoria conservadora: los republicanos se adelantarían en Carolina del Norte, Florida y Ohio. Más tarde, el New York Times prevé que Wisconsin sería republicana. En este escenario, las probabilidades de que los demócratas salgan adelante en estados cruciales, pero de recuento de votos más lento, serían cada vez menores.

Sensación de victoria demócrata

Los demócratas buscan sacar una mayoría por cinco escaños en la Cámara de Representantes. Las malas previsiones para los demócratas dan pie a pensar que, de conseguir mejores resultados de los esperados al inicio del recuento, podrían salir adelante a lo largo de la noche. La victoria para ellos se reduce a mantener el control del Senado, mientras que para la cámara requerirán salir airosos tres de las cuatro contiendas cruciales: Pensilvania, Georgia, Arizona y Nevada. Necesitarán, también, librarse de derrotas en distritos dominados habitualmente por el Partido Demócrata, como Nueva York o Washington.

Citando al New York Times, una noche "aceptable" para los demócratas pasa por que "los votantes apoyen al candidato que más conocen y les gusta, aunque no les encante la idea de que los demócratas controlen el Senado". También requerirán hacerse con estados lejos del foco de atención, estados que no están reñidos. Victorias en Ohio, Wisconsin, o Carolina del Norte serían un síntoma de que los del partido azul pueden ser optimistas.

Los republicanos arrollan a los demócratas

Otra posibilidad es que las encuestas hayan subestimado a alguno de los dos partidos, en este caso, a los republicanos (a pesar de ser los favoritos). La caída en popularidad de Biden podría motivar a la población a decantarse por sus opositores. En un país tan polarizado, sin embargo, no es una posibilidad fácil de creer: sería necesario que las encuestas hasta ahora hubieran estado muy sesgadas.

Para que se dé esta posibilidad, los votantes indecisos tendrían que decantarse en su mayoría por un voto contra el presidente Biden, es decir, un voto republicano. O, por otro lado, sería necesaria una movilización muy fuerte por parte de los votantes republicanos en el día de las elecciones, y una participación especialmente baja entre los votantes jóvenes, negros e hispanos.

Los republicanos necesitarían hacerse fácilmente con Virginia y Carolina del Norte, así como ocupar feudos demócratas.

Sorpresa demócrata

Por otro lado, las encuestas podrían haber subestimado a los demócratas, la opción más improbable. A pesar de ello, según Cohn, los demócratas pueden tener todavía una buena noche electoral. A diferencia de otros años, pueden presentar resistencia en suficientes disputas como para tomar el control de la Cámara, y se mantienen fuertes en la carrera hacia el senado. Wisconsin, Ohio y Carolina del Norte mantienen la puerta abierta a una sorpresa demócrata aunque los republicanos sean los claros favoritos.

Los datos, de nuevo, apuntan a lo contrario: "ningún presidente con un índice de aprobación inferior al 50%", como es el caso de Biden, "ha visto a su partido ganar escaños en la Cámara de Representantes" en las elecciones de medio mandato. Aun así, desde el diario estadounidense plantean que el contexto de estas elecciones es especial, con una población extraordinariamente polarizada por situaciones como la anulación de Roe contra Wade (el derecho constitucional al aborto).

Al contrario que en el caso anterior, los demócratas necesitan que los descontentos en la base de su partido: votantes negros, hispanos, y jóvenes, tuvieran una participación especialmente elevada.

Una vez más, los posibles resultados los marcarán las elecciones al Senado en Carolina del Norte, Wisconsin y Ohio. Y, con ellos, se verá a qué Congreso se enfrentará Joe Biden durante los próximos dos años de su mandato.

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