Vender fuera de nuestras fronteras es la aspiración de muchas pequeñas empresas.
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Vender más allá de su entorno inmediato es una aspiración legítima de cualquier empresa y una de las vías más directas hacia su crecimiento. Nuevos clientes, mayores oportunidades y más ventas son solo algunos de los beneficios que esperan a aquellas compañías que se lanzan a expandir sus negocios. Pero cuando se trata de ampliar mercado fuera de nuestras fronteras, muchas empresas, especialmente las pymes, se topan con un muro, bien por las dificultades que encuentran en el camino, bien porque consideran que la internacionalización es un sueño inalcanzable y ni siquiera lo intentan.
Entre las barreras que suele frenar la aventura internacional de las empresas, figuran aspectos como la logística, la ausencia de contactos locales o el desconocimiento tanto de la regulación como de las interioridades del mercado en el país de destino. Pero, al margen de esos aspectos, en un alto porcentaje de los casos el principal obstáculo que encuentran a la hora de dar ese salto está relacionado con las altas inversiones que con frecuencia lleva aparejado.
Para que las pequeñas y medianas empresas puedan acometer su internacionalización, es esencial que las entidades financieras abran líneas crediticias y pongan en marcha medidas de apoyo adicionales específicamente diseñadas para este fin. Unas ayudas que, como en el caso de Banco Santander, trascienden en muchos casos las relaciones habituales entre un banco y sus clientes para situarse en un plano más cercano al de auténticos partners o compañeros de viaje.
Banco Santander cuenta con una serie de servicios y programas para ayudar a las empresas a crecer más allá de las fronteras nacionales. Tal es su implicación que en 2022 fue líder global en financiación para exportaciones, convirtiéndose así en impulsor y catalizador de las aventuras internacionales de sus clientes. Concretamente, el grupo ocupó la primera posición con un volumen de 8.081 millones de dólares (7.445 millones de euros) en 40 operaciones, lo que le otorga una cuota de mercado a nivel internacional de 12,1%.
El conocimiento local de todos los sectores y mercados en los que operan sus clientes, así como las capacidades locales con las que cuenta, han permitido a la entidad presidida por Ana Botín cerrar un año marcado por un importante aumento del volumen de operaciones, y, lo que es aún más importante, le ha permitido ayudar a sus clientes a seguir creciendo.
En 2022 banco Santander fue líder global en financiación para exportaciones, convirtiéndose así en impulsor y catalizador de las aventuras internacionales de sus clientes
El banco ofreció financiación a través de las Agencias de Crédito a la Exportación (ECAs) para apoyar la actividad internacional de empresas medianas y grandes multinacionales. De hecho, durante el pasado ejercicio, Santander Corporate & Investment Banking (Santander CIB), la división global de negocio que acompaña a clientes corporativos e institucionales, participó en 40 operaciones a nivel internacional. Una labor que fue posible, entre otras razones, gracias a las sólidas relaciones que Santander mantiene con todas las ECAs a nivel mundial, así como al profundo conocimiento de los mercados e industrias en los que operan sus clientes. Un conocimiento sobre el terreno que le ha servido para encaramarse a la primera posición del ranking elaborado por Dealogic, una de las herramientas más utilizadas para el análisis del desempeño, tendencias, actividad y cuota de mercado de las instituciones financieras en este mercado.
Por otra parte, el seguro de crédito de las ECAs supone uno de los principales instrumentos financieros de apoyo público a la internacionalización de las empresas. Una herramienta que ayuda a las compañías a acceder a financiación en términos competitivos con productos especializados, a la medida de sus necesidades y mitigando los riesgos asociados a su actividad transfronteriza.
Santander CIB ha venido desarrollando su negocio de Export & Agency Finance (EAF) en los últimos años con el foco puesto en apoyar a sus clientes exportadores e importadores. Para ello, ha diseñado productos novedosos desarrollados de la mano de las ECAs, con una combinación de capacidades globales y locales de originación y estructuración, que son la base del éxito de la franquicia.