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Rocío Osorno, mujer de un senador de Vox: de ser linchada a fabricar mascarillas para los sanitarios

Rocío Osorno y Coco Robatto

La crisis del coronavirus no sólo nos está afectando en lo relativo a la salud, sino también en nuestra vida personal, laboral y familiar. Estamos obligados a permanecer encerrados en nuestras casas como medida de contención contra el Covid-19, y únicamente podemos salir a la calle para comprar comida o ir a la farmacia.

Los que más están sufriendo esta pandemia, no obstante, es el personal sanitario de España, tanto de centros médicos privados como públicos. Los médicos, enfermeros, auxiliares... están luchando contra el virus desde primera línea de batalla, y llevan quejándose días de que les falta material para poder hacer su trabajo sin riesgo de contagio.

Esta escasez de mascarillas, batas y demás material ha llevado a muchas empresas a ponerse manos a la obra para abastecer a los hospitales. Y también han nacido iniciativas más minoritarias pero igualmente efectivas.

Una de ellas ha sido Rocío Osorno, diseñadora e influencer y pareja de un senador de Vox.

La iniciativa de Rocío Osorno para ayudar a los médicos frente al coronavirus

Rocío Osorno, de 32 años, fue linchada hace unas semanas al descubrirse que su marido pertenecía a Vox. La diseñadora está casada con Jacobo González-Robatto (32), más conocido como Coco Robatto, senador por Vox y amigo de Santiago Abascal, y fue insultada en redes sociales al saberse todo esto.

Sin embargo, el tiempo ha pasado y Rocío ya ha pasado a otra cosa. En concreto, a poner su granito de arena para ayudar a paliar la crisis del coronavirus.

Rocío Osorno y Coco Robatto

"Por iniciativa de la maravillosa mujer con la que me he casado, va a poner a disposición de los demás su capacidad de producción del taller para hacer mascarillas! Primera hornada de 10.000! Los centros que lo necesiten que escriban a [email protected] (donadas, por supuesto)", escribía Rocco hace unos días en su Twitter, mostrando el orgullo que siente hacia su esposa.

La mayoría de las respuestas al tuit son positivas y de apoyo, nada que ver con lo que sucedió anteriormente. Quizá esta dramática situación nos sirva a todos para dejar los odios e ideologías fanáticas de lado.

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