Quantcast

Opinión

Ortega Smith, Cristina Seguí y lo mejor del coronavirus

Ortega Smith, Santiago Abascal y Cristina Seguí

Las epidemias, catástrofes, atentados y un largo etcétera que nos afecta al conjunto de la población –sin distinguir entre rojos, azules, ricos o pobres– sacan lo mejor de nosotros mismos. La crisis del coronavirus, por ejemplo, ha traído consigo una oleada de solidaridad. Mucha gente –entre las que me encuentro, sin ánimo de autodenominarme buena persona– se ha ofrecido a sus conocidos para cuidar de sus hijos ante el cierre de colegios y ha tendido la mano a sus vecinos ancianos. 

Esta ha sido la tónica general, pero no toda. El Covid-19 también ha tenido otras consecuencias positivas entre tanta desgracia: las ratas han salido de sus cloacas y se han mostrado ante los ojos de todos. Y siempre es bueno tener localizados a los ejemplares de esta especie, por lo que pueda pasar.

Miles de personas se han alegrado, y así han dejado constancia públicamente, de que Javier Ortega Smithsecretario general de Vox desde 2014 y diputado en la XIII legislatura del Congreso, se haya infectado por coronavirus.

Mucha gente ha bromeado e ironizado con su posible muerte y con la probabilidad de que decenas de personas que acudieron al pasado mitin de Vox en Vistalegre, celebrado el domingo, estén padeciendo esta enfermedad. Un deseo que también trasladan a todos los políticos del partido de Santiago Abascal, así como a sus votantes.

"El coronavirus se ha infectado de Ortega Smith", "mucha fuerza al coronavirus en su lucha contra Ortega Smith", "que se joda, me alegro" o "el virus que va a acabar con los de Vox" están siendo los mensajes más recurrentes publicados en la red (anti)social Twitter. Este, por ejemplo, de una joven llamada Laura, ya ha sido compartido por más de 12.000 personas y le gusta a más de 55.000 individuos.

Alegrarse por el coronavirus de Ortega Smith es 'guay' en el sector progre

Parece ser que desearle la muerte a una persona que no es de tu ideología es muy 'cool' entre el sector progre español. Como también lo es arremeter contra Cayetana Álvarez de Toledo, echar de las manifestaciones feministas a las dirigentes de Ciudadanos e insultar públicamente a todo aquel que no sea de izquierdas.

Lo grave no es que se produzca este tipo de acciones tan agresivas en pleno siglo XXI, sino que muchísimas personas las rían, las aplaudan, las defiendan y las compartan. También es grave que la propia red social en la que muchas personas vierten su odio se dedique a cerrar cuentas de simpatizantes de derechas y no haga lo mismo con las de aquellos que desean la muerte de los políticos de estos partidos.

Y es más preocupante, si cabe, que incluso cargos del PSOE entren en el juego. El alcalde socialista de Valladolid, Oscar Puente, bromeaba este martes con la enfermedad de Ortega Smith y la utilizaba para atacar a Cristina Seguí, analista política y expareja del secretario de Vox. "Se ha librado por los pelos...", escribía, intentando desacreditar a una mujer tan solo dos días después de defender a todas en el 8-M.

Oscar Puente en Twitter

Otro del PSOE, Manuel Cavanilles, que trabaja como asesor de Estrategia y Comunicación en el Gabinete de la Presidencia del Gobierno –y estrecho colaborador de Iván Redondo, el director de gabinete del líder del PSOE–, se unió también al festival del humor: "El coronavirus se ha contagiado de Ortega Smith". Un tuit que, por cierto, ya ha borrado, al contrario que Oscar Puente.

 Manuel Cavanilles en Twitter

Fuera de sus cloacas

Dejando a un lado la falta de la integridad de las personas asalariadas del PSOE previamente mencionadas, es sorpresivo que miles de personas celebren públicamente que otro ser humano se haya contagiado de una enfermedad para la que actualmente no existe cura, y que incluso le deseen la muerte a ella y a todos sus iguales. 

Y lo es también que Twitter no haga nada contra estas cuentas que solo incitan al odio y a su vez esté cerrando todos los días aquellas que critican las derivas del feminismo, como le ocurrió al 'youtuber' Un Tío Blanco Hetero, y aquellas que considera 'fascistas', como las de miles de simpatizantes de Vox y del Partido Popular.

Parece pues que la libertad de expresión solo está permitida para el sector de izquierdas, que es, además, el que controla las tertulias políticas televisivas que hay en la actualidad.

Y ante esta dictadura de lo que es correcto y lo que está permitido, el resto solo podemos alucinar con el percal y localizar a las ratas que han salido con el coronavirus, pues siempre es bueno saber de qué material están hechas las personas que nos rodean. Uno puede no estar de acuerdo con alguien, pero de ahí a desearle la muerte hay un trecho que, lamentablemente, muchos no alcanzan a ver.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.