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Letizia sobreactuada y nerviosa en su encuentro con Michelle Obama

Letizia sobreactuada y nerviosa en su encuentro con Michelle Obama (Gtres).

Ambas mujeres se han encontrado en Matadero, un espacio cultural independiente de Madrid, en una conferencia sobre la iniciativa Let Girls Learn (dejemos que las niñas aprendan en español) sobre los problemas para acceder a la escuela que tienen aún muchas niñas y adolescentes del planeta. Una causa bien loable y que nos recuerda a algunas la suerte que tenemos de haber nacido en el primer mundo.

El encuentro era esperadísimo no sólo por el duelo estilístico entre ambas, sino también por ver la sintonía entre ambas mujeres y oír a Letizia hablar inglés, que siempre tiene su morbillo.

Sobre la ropa, Letizia ha ganado por goleada. Ha tirado de uno de sus colores talismán para dejar K.O. a la Obama. La Reina se ha puesto un vestido rojo de Nina Ricci confeccionado en seda arrugada que le quedaba más que espectacular. Un diseño muy sencillo, pero que no necesitaba nada más. Solo unos buenos Prada en color nude para hacer parecer a Letizia absolutamente chic. El pelo, que ahora se lo ha capeado por delante lo llevaba liso y le quedaba francamente bien. Letizia sabía que se jugaba mucho y claramente ha ganado.

Os contaré que en las citas internacionales, en aquellas en las que va a asistir prensa extranjera, Letizia esmera muchísimo sus estilismos sabedora de que las fotos que le hagan van a dar la vuelta al mundo.

La señora de Obama, obviamente, no tiene la figura de Letizia, pero aún así desprende un magnetismo que a pocas mujeres del panorama político y social he visto. Michelle hizo un guiño a España luciendo un vestido blanco de algodón de la firma española Delpozo que ahora cuesta 1.020 euros que a mí me encanta, pero que está claro que no era para ella. Michelle es una tiarrona: con mucha altura y algo grande, que no gorda, y ese vestido con tanto volumen no le hacía ningún favor. No obstante, me chifla que haya llevado moda española y que haya cogido un color tan distinto al de Letizia y que desde luego, con su tono de piel le favorece una barbaridad.

Como os decía antes, Letizia estaba guapísima y mucho más favorecida que la primera dama norteamericana. Sin embargo, el carisma, la naturalidad y la presencia de Michelle es difícil de igualar y quizá Letizia se ha quedado ‘pequeña’ en comparación con la mujer de Obama. Letizia, que ha dado un discurso en un perfecto inglés. Sin embargo, parecía nerviosa, algo sobreactuada y quizá con demasiadas ganas de hacer bien su papel de perfecta anfitriona. Creo que sus ansias de perfección le han quitado espontaneidad y naturalidad. Incluso, aunque ambas mujeres se reconocen como amigas, he notado los saludos de Letizia un poco impostados, algo que no me ha parecido ver en la norteamericana. Diré, en descargo de Letizia, que Michelle tiene que imponer, igual que tiene que acongojar recitar un discurso en inglés delante de un auditorio abarrotado de gente.

Durante el acto Letizia atendió con mucha atención, como una alumna aplicada el discurso de su colega, de hecho es de las primeras veces que veo a Letizia con tantísimo interés durante un discurso, con las piernas y los brazos cruzados en un acto público (seguro que se lleva una reprimenda de su servicio de Protocolo). Sé que los temas de infancia le apasionan, pero creo que tanta pasión por su trabajo debe resultar agotador.

Tras la conferencia, Michelle fue a la Zarzuela donde hemos podido ver, gracias al Gabinete de Comunicación de Casa Real, unas bonitas fotos de la buena relación de ambas por los jardines de Palacio. Después han tomado un aperitivo, en el que no había alcohol, al que se han unido la Infanta Sofía y la Princesa Leonor y el Rey Felipe (una lástima que no haya imágenes). Mientras sus hijas, Malia y Sasha, optaron por ir de compras por la Gran Vía de Madrid.

Como veis, creo que la Reina ha salido bastante airosa de su duelo internacional. Aún le falta algo de soltura, pero es normal solo lleva dos años de Reina y supongo que aún le impactan ciertas personalidades. Con el tiempo mejorará, estoy segura.

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