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Motor

Cómo ha evolucionado la industria del automóvil en los últimos 20 años

El sector del motor ha experimentado en dos décadas un cambio vertiginoso que, pasando por la electrificación, la seguridad y el diseño, camina hacia el vehículo autónomo en el futuro inmediato.

El piloto de automovilismo Phil Hill junto al MG EX-181, con el que batió el récord mundial de velocidad en 1959 al alcanzar los 410,23 km/h. La foto fue tomada en las lagunas saladas de Utah, en Estados Unidos.

Ha cambiado tanto que casi no lo reconocemos. Imagine que es usted un oso que hibernó en octubre de 2003 y se despierta hoy… Se fue a dormir con los 4x4 en plena bonanza: uno de cada seis todoterreno que se vendían en Europa lo hacía en España. El boom de las mecánicas era el turbodiésel, y las marcas más sofisticadas hacían gala de incluir de forma estándar el ABS y, en algunos casos, hasta el control de estabilidad como equipamiento casi futurista. Hoy casi no quedan 4x4 en el mercado y la práctica totalidad de las marcas apuesta por la estética SUV, más espaciosos y eficientes que aquellos, aunque sin sus aptitudes para circular fuera de la carretera. Los diseños de automóviles se enfocan ahora en la aerodinámica y la eficiencia energética; los fabricantes apuestan por materiales ligeros como el aluminio y la fibra de carbono para reducir el peso; y el coche eléctrico centra el presente, así como la fusión de nuestro teléfono móvil con todas sus funcionalidades operativas al volante. El coche autónomo es ya una realidad funcional a la espera de optimizar las infraestructuras y las leyes que lo permitan. Hablamos de coches conectados inteligentes y de una trascendente reducción de víctimas en carretera gracias a la evolución de la seguridad del automóvil.

Del diésel al carsharing

Los motores diésel son apestados sociales por contaminantes, aunque sigan siendo los reyes de la autonomía. Las regulaciones ambientales son más estrictas, lo que ha impulsado la innovación en tecnologías de bajas emisiones y la adopción de vehículos electrificados. Los fabricantes han tenido que cumplir estándares rigurosos de emisiones y eficiencia de combustible, lo que ha generado motores de baja cilindrada apoyados en la electrificación; híbridos, híbridos enchufables, micro-híbridos o eléctricos 100% y todo esto, incluidas las imprescindibles baterías, ha encarecido el producto. A esto hay que sumar que cada vez hay más limitaciones para acceder al centro de las ciudades, lo que ha generado el concepto de movilidad urbana como alternativa al automóvil, que debe alejarse de las ciudades del futuro para dar paso a servicios de alquiler de bicicletas, patinetes y motos eléctricas. Estas soluciones transforman la forma en que las personas se desplazan en las ciudades. Cuando Gentleman llegó al quiosco a finales de 2003, la industria del motor vivía un momento complicado, con previsiones negativas de crecimiento para, poco a poco, ir ganando confianza y acabar siendo un año de récord en ventas. Llegaron pronto referentes del formato SUV como el Hyundai Tucson, ahora superventas. La marca coreana, que entonces despuntaba como accesible, hoy es un referente tecnológico y la única que ofrece absolutamente todas las tecnologías de movilidad, incluido el hidrógeno. Hace 20 años CUPRA, la marca española, ni siquiera existía, y hoy también es un referente con uno de los SUV más deseados del mercado, el Formentor, y tiene en su gama el Born, completamente eléctrico, mientras que llama a la puerta, rompiendo moldes en electrificación y dinámica, el deportivo Tavascan.

Fotografía tomada en la factoría de Ferrari durante la fabricación en arcilla de un modelo J50. El diseño, de Flavio Manzoni, recibió el premio Red Dot Design. La foto formó parte en 2018 de la exhibición Ferrari, Under de skin, celebrada en el Museo de Diseño de Londres.

El concepto SUV está tan generalizado que ha conquistado a marcas tan exclusivas como Aston Martin, Lamborghini, Bentley, Ferrari o Porsche. Otra marca premium, AUDI, despliega una gama impresionante, realmente amplia y sofisticada, en este segmento: desde el compacto y accesible Audi Q2 a los descomunales Audi Q8, pasando por los Q3, Q4, Q5 y Q7, y con opciones completamente eléctricas, llamadas e-tron, disponibles en este caso para el Q4 y muy pronto para el nuevo Q6.

En la cima de los coches más deseados llegaban en 2003 modelos tan atractivos como el mítico Ferrari Enzo o el legendario Porsche Carrera GT, mientras que los prototipos de aquel entonces eran conceptos próximos a la producción en serie, nada de diseños extravagantes. También las cifras de potencia han cambiado, si entonces 300 CV eran una referencia para deportivos, ahora menos de 500 en un coche eléctrico es poco. Aunque, si de potencia y velocidad hablamos, casi al mismo tiempo que Gentleman, arrancó la leyenda de Fernando Alonso, que llegó a Renault aquel año para ganar su primer Gran Premio antes de ser Campeón del Mundo en 2005 y 2006.

Seguridad y coche autónomo

El de la seguridad ha sido, como apuntábamos al inicio, uno de los terrenos en los que la industria del motor más ha invertido, lo que se ha traducido en la incorporación de dispositivos como las estructuras de deformación programada; los airbags; controles de estabilidad y de tracción que superan el concepto de inteligencia artificial; frenada de emergencia; avisador y mantenimiento de carril; control y regulador de velocidad inteligente; conectividad permanente del automóvil en caso de accidente y todo ello gracias a un batallón de sensores y radares que perfeccionan los sistemas antiatropello y anticolisión. Por extensión, la tecnología de conducción autónoma se ha ido desarrollando en los últimos años con empresas como Waymo y Tesla liderando el camino. No se ha generalizado por motivos legales, pero no es descabellado afirmar que es ya una realidad que irá implantándose de una u otra forma en nuestra sociedad.

Detalle del sistema de iluminación Led Matrix del Porsche Taycan, el primer vehículo 100% eléctrico de la marca.

Entre tanta electrificación y eficiencia hay marcas que aportan un soplo de aire fresco con temas tan exquisitos como los acabados artesanales, como ocurre con Mazda. Los artesanos japoneses redefinen los interiores de sus nuevos vehículos aportando elementos que hacen especial la vida a bordo. Obra de los takumi, pulen a mano su trabajo hasta conseguir la perfección.

El mundo del motor no ha sido ajeno durante este tiempo a las crisis, provocadas por pandemias y problemas de suministro derivados de la globalización tecnológica. Los automóviles están cada vez más conectados, ofreciendo sistemas de infoentretenimiento avanzados y conectividad a internet, lo que ha permitido la total integración del teléfono como un sofisticado ordenador personal, incluso con actualizaciones remotas de software. Lo que no ha cambiado es el peso de la industria del motor en nuestro país, que representa más del 10% del PIB, justamente en un momento en el que las ventas se resienten, a lo que no es ajeno el vehículo eléctrico, su elevado precio y su complejidad para recargar energía. España siempre ha sido un gran fabricante y exportador de automóviles, y pese al cierre de alguna planta, como la de Nissan, sigue siendo un referente con 17 fábricas que hacen más de dos millones de vehículos al año. Pese a ello, el futuro no es del todo optimista debido a la espera de la nueva reglamentación anticontaminante, Euro7 –aunque se han rebajado las exigencias–, y la situación de la red de recarga eléctrica, necesaria para el despegue definitivo de una motorización que será casi obligatoria cuando se aplique la norma europea que prohibirá la fabricación de motores de combustión interna en 2035, con Gentleman ya superando la treintena. Pero eso, es otra historia...

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