Ulysse Nardin se compromete por un futuro más limpio

Desde su fundación en 1846, Ulysse Nardin ha fomentado estrechos vínculos con el mundo marino y se ha implicado activamente en su protección. El pasado mes de mayo, la manufactura comercializó el primer reloj Diver reciclado, elaborado a partir de redes de pesca. Hoy, reafirma su lucha por la conservación de los océanos asociándose con Plastic Odyssey, un proyecto que tiene como objetivo reducir la contaminación de plástico en nuestros océanos.

El barco Plastic Odyssey partirá del puerto de Marsella el próximo 1 de octubre, en una travesía de tres años que recorrerá 40.000 millas náuticas y hará 30 escalas en los países más afectados por la contaminación. Plastic Odyssey comenzará su misión en las ciudades costeras del Mediterráneo antes de zarpar hacia África Occidental, América Latina, Asia-Pacífico y, finalmente, África Oriental. “Hoy en día, aunque el sector del reciclaje de plásticos existe, el conocimiento está en manos de unos pocos fabricantes y las soluciones no son accesibles a todos. El desafío de Plastic Odyssey es identificar innovaciones sencillas y económicas para ponerlas a disposición de manera gratuita del mayor número posible de personas”, explica Simon Bernard, CEO de Plastic Odyssey.

Este viaje alrededor del mundo estará a cargo de siete tripulantes de cubierta, siete técnicos y científicos, tres periodistas y dos invitados externos. En cada una de las 30 escalas actuarán sobre el terreno durante tres semanas para poner en marcha iniciativas concretas. En tierra se realizará a través de Plastic Odyssey Village, donde estos guardianes del océano se reunirán con las poblaciones para alertarlas sobre los peligros de la contaminación plástica y presentar soluciones alternativas. Además, la expedición lanzará el primer estudio global de ciencias sociales para comprender los hábitos y comportamientos de diferentes poblaciones con respecto al uso del plástico, lo que fomentará el desarrollo de conocimientos destinados a equipar a las comunidades científicas y políticas.

Por mar, el barco Plastic Odyssey se ha dividido en dos partes: la parte delantera, dedicada a exhibir soluciones alternativas al plástico, y la trasera, reservada para el laboratorio de reciclaje, que acogerá a una decena de empresarios locales para formarlos sobre cómo montar un centro de reciclaje de plástico utilizando las máquinas a bordo del barco y los residuos plásticos recogidos en tierra. Para combatir la contaminación plástica en estas regiones a largo plazo, Plastic Odyssey proporcionará a los empresarios un contenedor cargado con una microfábrica lista para usar que les permitirá reciclar más de una tonelada de plástico por año y desarrollar un centro de reciclaje local. De este modo, este modelo tiene la ventaja de ser viable, sostenible y al mismo tiempo generar empleo. Por último, Plastic Odyssey convertirá los desechos no reciclables en combustible para su viaje alrededor del mundo mediante pirólisis, un proceso que calienta el plástico sin oxígeno para descomponer las moléculas sólidas y convertirlas en moléculas más ligeras -líquidos y posteriormente, gases-.