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Personajes

Los nombres que iluminaron el año. Cine: Joaquin Phoenix

El Oscar por 'Joker' congracia definitivamente al actor con una industria que siempre le ha querido más que él a ella.

Hubo un tiempo en el que a Joaquin Phoenix no le gustaba ser una estrella. Conocía el circo de Hollywood desde que a los ocho años empezó a trabajar en televisión y cine junto a sus hermanos, pero le desagradaba todo lo que rodea a una profesión que, sin duda, ama. “Siempre pensé que ser actor es actuar. Y cuando vas creciendo te das cuenta de que también tienes que ser una marioneta –dijo en una entrevista en 2013–. No disfruto las alfombras rojas y esas cosas; no me convertí en actor para eso, ni creo que nadie lo haya hecho”.

Siete años después, el febrero pasado, Phoenix –estadounidense, nacido en Puerto Rico en 1974– pisaba una de esas alfombras rojas para acabar recogiendo el Oscar al mejor actor –en la tercera nominación– por su papel en Joker, la película de Todd Phillips que cuenta el descenso a los infiernos de un modesto comediante objeto de mofas e injusticias hasta convertirse en el insaciable criminal enemigo acérrimo de Batman. El premio; su discurso al recogerlo en contra de toda desigualdad y en favor de una vida en sintonía con la naturaleza y el medio ambiente; una foto, esa misma noche, con su pareja, la también actriz Rooney Mara, sentados en un escalón comiendo hamburguesas veganas; y la noticia, conocida en septiembre, de que habían tenido su primer hijo –llamado River en recuerdo del hermano al que una sobredosis se llevó a las puertas de un club una noche de 1993– parecen enterrar definitivamente ese aura de chico maldito y huraño que le persiguió durante un tiempo. Y que él mismo alimentó con ese falso documental, I’m still here, en el que emulaba, también en sus desordenadas y desconcertantes apariciones públicas antes de saberse lo que tramaba, que lo dejaba todo para convertirse en rapero. “He sido un sinvergüenza en mi vida, he sido egoísta. He sido cruel a veces, una persona difícil para trabajar y malagradecido –reconoció aquella noche triunfante del Oscar–, pero muchos de ustedes en esta sala me han dado una segunda oportunidad”.

Joaquin Phoenix en una escena de 'Joker'.

El director Paul Thomas Anderson fue uno de ellos y lo recuperó de nuevo para el mejor cine dos años después con The Master. Desde entonces, Joaquin Phoenix no ha hecho más que demostrar el gran actor que es, el mismo que se dio a conocer en 2000 en Gladiator y que ha fraguado año tras año un currículum sólido y brillante, plagado de grandes directores –además de Paul Thomas Anderson, Ridley Scott, Woody Allen, Gus Van Sant o Spike Jonze– y títulos imprescindibles, aunque no siempre engrosen las listas de blockbusters: En la cuerda floja (2005); Un cruce en el destino (2007); La noche es nuestra (2007); Her (2013); Puro vicio (2014) o Irrational Man (2015). “Siempre busco buenos personajes y buenos directores, no me importa ni el género ni el tamaño de la producción”, dijo en una entrevista con GENTLEMAN publicada en abril de 2015.

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