Diez champagnes para celebrar el fin de año

Lanzamientos navideños junto a los clásicos de cada casa conviven en esta selección en la que el champagne se impone como el vino por excelencia de las celebraciones. Tradición y artesanía con la calidad como valor inmutable.

Dom Pérignon Vintage 2010

Dom Perignon. Brut Millesimé.

Cata. Una histórica marca de prestigio que resume mucho del imaginario del consumidor. En esta añada es quizás donde queda más claro su compromiso con el terroir y una personalidad ganada en sus más de 70 desde que salió por primera vez. Delicados aromas, estructura imponente y boca inconmensurable.

Möet Chandon Rosé Imperial

Moët & Chandon. Brut.

Cata. Los aromas se desarrollan en la línea frutal con gran frescura y sutileza. En boca, la presencia de fruta roja es nítida y resulta muy grata. La sensación global es de carnosidad pero manteniendo una delicadeza encomiable. Un champán de largo recorrido perfecto incluso para acompañar mesas exóticas.

Baron de Rothschild Blanc de Blancs

Baron de Rothschild.

Cata. Criado durante algo más de cuatro años, este monovarietal de chardonnay exhibe ya en su color, la delicada sutileza y glamour que se le presupone antes aún de probarlo. Los aromas son un abanico de notas florales, pastelería y un fondo de frutos secos. En boca, la sedosidad manifiesta encandila. Champán largo y envolvente que conquista.

Ayala Nº 7 2007

Ayala. Brut.

Cata. Hasta siete grandes crus participan en esta exclusiva edición limitada de larguísima crianza (11 años). Elaborado con chardonnay y pinot noir, las variedades que constituyen el esqueleto fundamental de los grandes champanes como este, obtiene su complejidad de ese equilibrio. Aromas excelsos de delicada fruta blanca y eterno post gusto.

Krug 168eme Edition

Maison Krug. Brut.

Cata Elaborado a partir del espectacular ensamblaje de más de un centenar de vinos de distintas añadas que abarcan un par de décadas. Todo se ha mimado; la selección de parcelas, las tres variedades que lo componen (chardonnay, pinot noir, petit meunier) y el resultado es un gran champán de guarda, de enorme complejidad.

Laurent Perrier Grande Siècle nº 24

Laurent-Perrier. Brut.

Cata. Esta cuvée de la prestigiosa casa reúne dos factores fundamentales de su filosofía: el conocimiento del viñedo, que les permite elegir, y la gestión de la crianza, que alumbra fastuosos ensamblajes de varias añadas; por algo su nombre está unido a prestigio y elegancia. Sus hipnóticos impactan y su boca enamora.

Mumm Grand Cordon

G.H. Mumm.

Cata. El clásico y conocido Mumm llega con imagen más depurada y elegante, resultado de un diseño menos efectista y más directo. Como es habitual, sin añada y con la marcada presencia de la tinta pinot noir, es un conquistador nato que destaca. Crianza de casi 3 años que le da complejidad y una ligereza que prima por encima de todo.

Perrier Jouët

Perrier Jouët. Brut.

Cata. Flores y fruta blanca es lo primero que se percibe en nariz, y esta sensación se traslada a la boca cuando se aprecian las notas algo cítricas, con pinceladas de flores y especialmente de melocotones y un fondo melifluo en boca. Es una presencia chispeante, viva, ligera y que se apodera de los sentidos. Un champán complejo.

Louis Roederer 2012

Louis Roederer. Rosé.

Cata. El pinot noir y el chardonnay se han aliado para conseguir un champán rosado en tierras adecuadas para su completa maduración, en la zona más cálida de la región de Champagne. La patente frescura y la madurez no tienen parangón en este champán sedoso en boca, con notas minerales mantenidas y de largo post gusto.