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Gourmet

Bollinger, la excelencia de una gran cosecha

La 'maison' francesa presenta La Grande Année 2015, un nuevo champagne inspirado en las cualidades sensoriales del bosque.

La Grande Année 2015, la nueva expresión de la 'maison'.

Grande Année es una de las colecciones de champagne más emblemáticas de la maison Bollinger, quien vinifica sus vinos en barricas de roble, cerradas con corcho natural y removidos y degollados a mano. Este proceso de elaboración es poco habitual en la región y es posible gracias a la microoxigenación, que confiere al vino gran textura y potencial de envejecimiento. Las dos referencias de esta colección son La Grande Année y La Grande Année Rosé 2015, elaborados únicamente a partir de uvas procedentes de Grands y Premiers Crus, con un método centenario que propicia el desarrollo de aromas refinados. Tras una larga crianza sobre lías se remueve y degolla manualmente cada botella de La Grande Année. "La cosecha del 2015 expresa más del alma de un Bollinger millésimé que cualquier otro año. Es más opulento y potente, exaltando el Pinot Noir. Este champagne, realzado por la crianza en barricas de madera, revela las características de un año excepcional", comentó Denis Bunner, maestro bodeguero de la casa.

Una edición única

Los reflejos dorados de La Grande Année 2015 reflejan su madurez y los exquisitos métodos de vinificación de la maison. En nariz, destaca el aroma a frutas de hueso, manzana reineta, ciruela amarilla, bayas negras y almendras. En el paladar es amplio y carnoso, con matices a la mermelada de ciruela, chocolate y cítricos. La Grande Année 2015 está compuesta en un 60% de Pinot Noir, proveniente en un 79% de Grands Crus y en un 21% de Premiers Crus.

Savoir-faire en cinco actos

La Grande Année y La Grande Année Rosé de Champagne Bollinger encuentran su punto de partida en la relación con el bosque y la madera, elementos que confieren estructura y precisión durante su crianza. La Maison presenta esta cosecha como un testimonio del arte excepcional que la caracteriza, desarrollando su producción en cinco actos. El primero ocurre en el bosque de la familia en el pueblo de Cuis -situado sobre los viñedos de la Maison-, provee la madera para las barricas de roble que algún día albergarán las futuras añadas. El segundo acto resalta la tradición de la tonelería, pues Bollinger es la única casa de champagne que cuenta con su propio tonelero residente, Gaël Chaunut, quien comparte su savoir-faire reparando miles de barricas al año y ensamblando barricas nuevas con madera del bosque de la familia.

El tercer acto revela la crianza en roble característica de la maison, que permite que el vino respire y se suavice, gracias al uso de barricas de roble viejo que propician el desarrollo de aromas finos. En el cuarto acto, el removido manual en las bodegas de Bollinger asegura que cada botella se manipula cuidadosamente, permitiendo que los sabores se expresen plenamente. Finalmente, en el quinto acto, el ensamblaje se presenta como un arte preciso, supervisado por el maestro bodeguero Denis Bunner, quien trabaja en estrecha colaboración con los enólogos para perfeccionar el sabor de todas las colecciones de la maison.

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