Publicado: 12/05/2018 01:00
"Bienvenido a la edad de la esponsorización, donde nadie que tenga un trabajo de 9 a 5 puede desayunar en Tiffany's"
Así comienza la sugerente presentación de 'Tag The Sponsor', una web americana que lleva tres años exponiendo y revelando perfiles de modelos influencers de Instagram que presumen de lujo y buena vida pero que —siempre según ellos— han conseguido su alto status vendiendo favores sexuales a CEOS, empresarios, o incluso a jeques árabes.
"No tenemos nada en contra de la prostitución pero si contra aquellas mujeres que venden su coño y perjudican a las que quieren ganarse la vida decentemente", continúa el 'about-us' de su web.
La web actúa filtrando pantallazos, conversaciones y chats de anónimos que envían el material a los administradores para que revelen los perfiles de las víctimas. Los cazadores de sponsors se inventan otros perfiles para engañar a las mujeres y tenderles una trampa, ofreciéndoles dinero por favores sexuales. El perfil que mejor funciona es el de jeque árabe forrado de dinero y con mucho tiempo libre. Uno de los administradores engordó el perfil con fotos y followers falsos para hacerlo más creíble:
"Voy a montar una reunión y busco gente como tú. Recibirás un vuelo en primera clase a los Emiratos y 30.000 dólares. Todo confidencial. No habrá fotos. Tu amiga puede venir", así engañaron a una de las últimas incautas, dos chicas de Ibiza con perfil en Instagram.
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Una vez localizada la víctima la echan a la jauría de su comunidad, revelando sus supuestas 'actividades' y publicando una entrada en su blog con todo tipo de detalles, datos de su perfil, vejaciones e insultos. Las víctimas están a merced de los impostores que se han preocupado antes de cubrirse las espaldas al conseguir mediante los chats fotos de sus DNIs, o permisos de conducir como excusa para sacarles los billetes para sus orgías.
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El grupúsculo mafioso tiene entre sus muescas de víctimas a una modelo a la que ofrecieron 50.000 dólares por acostarse con el hermano pequeño del supuesto jeque. El trato incluía grabarse un vídeo reconociendo que lo haría (no se sabe si dice 13 o 30). Por supuesto el vídeo acabaría en las televisiones de medio mundo. Linchamientos por delitos no cometidos y con centenares de dudas. Nada se sabe hoy de la supuesta modelo que ha desaparecido del mapa.
La web tiene miles de visitas diarias. Mas de 200 perfiles de Instagram han sido filtrados y acusados, muchos de ellos de chicas españolas. Una especie de 'porno revenge' que siempre ha funcionado muy bien en las cloacas de Internet. Pero solo allí. La cuenta de Twitter de la plataforma fue suspendida por revelar datos personales y un vídeo de una mujer defecando en un plato conseguido con las mismas técnicas del falso cohecho.
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El problema añadido a esta caza misógina de este tipo de sitios es que su estructura de espionaje no es profesional pero sí muy imperfecta. Ponerse a buscar en Instagram perfiles de chicas guapas para ponerlas bajo sospecha lleva al acoso de mujeres que solo pasaban por allí y que se encuentran con varios babosos preguntándoles por sexo y acosándoles. La etiqueta #tagthesponsor de Instagram está llena de falsos positivos.
La web, en realidad, es una comunidad misógina e hipócrita que pone en el punto de mira a las mujeres que cobran por sexo, humillándolas y exponiéndola al escarnio de su comunidad. Sin embargo nunca desvela la identidad del sponsor, los hombres que pagan, que ejercen su posición de privilegio y que están también de acuerdo con lo mismos principios que se denuncian.
El hecho de que una mujer acepte dinero por relaciones sexuales tampoco significa que sea una persona sin valores o que merezca el linchamiento.
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