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España

Yolanda Díaz endosa la culpa del fiasco con UPN a la negociación de Bolaños

Unidas Podemos advierte a Sánchez de que la "histriónica" votación de la reforma laboral muestra que la única mayoría coherente es la de la investidura

La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, este miércoles, en el Congreso.
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, este miércoles, en el Congreso. EUROPA PRESS

Yolanda Díaz se llevó este jueves un susto tremendo. La ministra de Trabajo sufrió la traición de los dos diputados de UPN que anunciaron que votarían a favor de la reforma laboral pero terminaron saltándose la disciplina de voto y rechazando el real decreto. Lo cierto es que, según ha sabido Vozpópuli, la propia Díaz sabía que había altas posibilidades de que los socios navarros del PP incumplieran su palabra. Por eso, endosa la culpa del fiasco a la negociación del lado socialista, ejecutada por el ministro de Presidencia, Félix Bolaños.

Y es que el propio equipo de la vicepresidenta delegó la negociación con UPN al socialista, en previsión de que los conservadores navarros hicieran descarrilar la reforma laboral. El problema es que de no ser por el error telemático —informático según el PP— de uno de los suyos, que votó a favor de la convalidación del real decreto, España habría vuelto al marco de relaciones laborales del Gobierno de Mariano Rajoy.

El PSOE, por su parte, evita hacer cualquier tipo de autocrítica sobre la forma en que ha llevado la negociación. Los socialistas se limitan a recordar que "la votación ha sido clara y el resultado también", según expresó el portavoz parlamentario Héctor Gómez. Además, lamentan que el PP y Vox estén instalados en el "negacionismo absoluto". La carambola para el PSOE ha sido "un hecho puntual".

La clave Bolaños

El Gobierno ató el voto afirmativo de Carlos García Adanero y Sergio Sayas el pasado miércoles, tras un pacto alcanzado con el presidente del partido, Javier Esparza, a espaldas de los dos parlamentarios, que rechazaron el texto del Ejecutivo. Félix Bolaños, y no Yolanda Díaz, fue el encargado de cerrar un apoyo que prometía ser imprescindible para sacar adelante el decreto. Ahora, consumada la traición, el PSOE asegura que atañe a UPN valorar las consecuencias de la voladura del acuerdo que cerró con ellos.

"Las conversaciones con Unión del Pueblo Navarro se llevaron a cabo entre el Ministerio de la Presidencia y la dirección de este partido", zanjan desde la vicepresidencia segunda del Gobierno. Esa versión la confirman también fuentes de la parte socialista del Gobierno, que vinculan el acuerdo a las "conversaciones entre Moncloa y Pamplona" llevadas a cabo a lo largo de los últimos días.

El 'sí' prometido de los dos diputados de UPN, añaden, se cerró en la tarde del miércoles y la aprobación de la reforma laboral no corría, así, ningún peligro, pese a las airadas quejas de García Adanero y Sayas, quien llegó a hablar de "imposición desde Pamplona".

La histriónica votación muestra que no hay mayoría alternativa al bloque de investidura

Los dos diputados de UPN dejaron a las claras antes del inicio del pleno su descontento por la decisión de su jefe Esparza. Sus declaraciones, de hecho, provocaron un run-run en el Congreso y más de uno llegó a especular con alguna 'sorpresa' de última hora en la votación. Pero nadie sabía que ese rumor terminaría convirtiéndose en noticia. Y eso que los dos de UPN aclararon que no se saltarían la disciplina de voto.

Más allá del susto, lo cierto es que en el entorno de la vicepresidencia y también en Unidas Podemos, recuerdan que la "histriónica" votación de la reforma laboral solo evidencia una cosa: que no hay mayoría alternativa a la del bloque de investidura en la que el PSOE se pueda apoyar. Todo un recado dirigido a Sánchez, ya que los morados consideran que los socialistas maniobraron desde el principio para apartar a ERC y EH Bildu de la mayoría.

Podemos asume que la reforma golpea a Díaz

En el cuartel general morado, no obstante, asumen que la reforma laboral es una suerte de dolor de cabeza que golpea más a Díaz que a ellos. Y todo porque la vicepresidenta segunda del Gobierno ha personalizado su proyecto estrella. El sentir morado es que ya que es la reforma de Díaz, el golpe de pactarla con empresarios y convalidarla con más partidos de derecha que de izquierda, es más fuerte para ella que para el espacio de Unidas Podemos.

Eso sí, otras fuentes moradas matizan que Díaz ha salido reforzada y no a la vez. Es decir, la vicepresidenta segunda, explican estas fuentes, habría conseguido este jueves armarse ese perfil presidenciable que busca ahora que pretende iniciar un proyecto de escucha encaminado a construir una herramienta política con la que concurrir en las elecciones generales de 2023. Hay sectores de Podemos que consideran que Díaz ha logrado dejar atrás la marca de las fuerzas independentistas que tanto persigue a los morados.

El problema es la otra lectura. Y es que la base sobre la que la vicepresidenta segunda pretende armar su futura plataforma es la izquierda a la izquierda del PSOE, ese espacio "pequeño y marginal" como ella misma dice, del que reniega y que critica que la reforma laboral no haya ido más allá. Eso, coinciden estas fuentes moradas dificultará a Díaz el arranque de su proceso de escucha.

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