Los dos individuos de origen marroquí detenidos esta semana por la Policía Nacional en Almería tenían un objetivo claro: trasladarse a la zona del Sahel africano para integrarse en las filas del Estado Islámico y combatir para alcanzar sus objetivos terroristas. Su radicalización estaba fuera de duda, toda vez que habían jurado fidelidad a la organización. Y además preparaban todo lo necesario para trasladarse hasta zona de conflicto: tenían una gran cantidad de dinero en efectivo en sus casas -presumiblemente para sufragar los gastos de sus desplazamientos- y entrenaban con frecuencia para mantener un tono físico adecuado a sus pretensiones.
Las pesquisas de la Policía Nacional, a cargo de la Comisaría General de Información, arrancaron el pasado mes de julio. En coordinación con la Direction Générale de la Surveillance du Territoire (DGST) de Marruecos y la agencia Europol, los investigadores detectaron que dos individuos asentados en El Ejido consumían con frecuencia propaganda de corte yihadista.
A partir de ese punto siguieron el rastro de estas dos personas, de origen marroquí y que rondaban los treinta años. Trabajaban habitualmente como temporeros, desempeño con el que conseguían los beneficios con los que ahorraron el dinero en efectivo que tenían en sus viviendas. Y esa es una de las claves de las pesquisas: tenían lo necesario para viajar donde fuera necesario para alcanzar sus objetivos.
Lealtad al Estado Islámico
Esos objetivos pasaban por el Estado Islámico. Los dos individuos ya habían jurado su lealtad a la organización terrorista. Lo hicieron en dos ocasiones: primero a Abú al Hasán al Hashemi al Quraishi, pero su muerte a manos del Ejército Libre Sirio propició el nacimiento de un nuevo líder, Abu al Husein al Huseini, a quien también le manifestaron su disposición de seguir estrictamente sus preceptos extremistas.
La globalización de Internet es uno de los focos por los que el radicalismo islamista extiende sus tentáculos. Y los dos individuos de El Ejido aprovecharon estos medios para dejar constancia, por escrito, de su disposición de sumarse a las filas del Estado Islámico. Contactaron a través de redes sociales con combatientes asentados en Siria o Irak, pero la proximidad geográfica del Sahel y la permeabilización que sufre la región con el yihadismo les inclinó hacia este último escenario. Mali, Burkina Faso o Níger son algunos de los países donde el Estado Islámico del Gran Sáhara afianza su fuerza.
Fuentes próximas a la investigación consultadas por Vozpópuli detallan que los dos detenidos estaban "muy preparados físicamente". Entrenaban juntos, tanto en gimnasios como corriendo por espacios públicos. Se encontraban en plena forma para dar el salto a primera línea de combate, donde el Estado Islámico instruye a los combatientes extranjeros -como sería su caso- en el manejo de armas y otras técnicas.
Conexiones con Marruecos
Asimismo, los dos hombres residentes en El Ejido tenían contactos estrechos con un tercer individuo asentado en Marruecos. En concreto, en la provincia de Chtouka-Aït Baha. Las autoridades del reino alauí lo detuvieron en la madrugada del pasado miércoles. Al mismo tiempo, pero en Almería, la Policía detenía a los dos temporeros que venían investigando en Almería desde el pasado verano. La coordinación era clave, para evitar que los investigados se alerten entre sí.
"Además de las dos detenciones, los agentes llevaron a cabo el registro de las viviendas en las que residían, donde los agentes incautaron medios electrónicos, terminales telefónicos, documentación de gran interés y una importante cantidad de dinero en metálico, que según los investigadores iría destinado a sufragar los gastos de su viaje a la zona del Sahel", detalla la Policía.
En la mañana de este viernes, los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado Central de Instrucción número Cuatro, cuyo titular decretó su ingreso en prisión.