Quantcast

España

Los vecinos y comerciantes de Tirso de Molina, sobre la oleada de robos y violencia: "Cada día esto está peor"

La situación de violencia y descontrol de la plaza es un reflejo de lo que se ha convertido Lavapiés, donde ver droga en la calle -tanto venta como consumo- es ya habitual

Agentes de policía en la plaza de Tirso de Molina tras el asesinato de Concha
Agentes de policía en la plaza de Tirso de Molina tras el asesinato de Concha EFE

La plaza de Tirso de Molina en Madrid se ha convertido en uno de los puntos más conflictivos de la ciudad en los últimos años. Aunque siempre ha tenido fama de problemática, en estos últimos años los problemas han crecido hasta hacer explotar a los vecinos. El punto de inflexión ha sido el asesinato de Concha, una comerciante de la zona, por parte de un atracador.


Una situación poco agradable que tiene a los vecinos y trabajadores del barrio atemorizados, algo que debería mejorar en esta legislatura, o al menos así lo ha prometido José Luis Martínez-Almeida. En su programa hay un proyecto de remodelación de la plaza "para ordenarla y hacerla más accesible", según fuentes municipales. Se eliminaría así la estructura a dos alturas que permite miccionar o traficar sin ser visto. Hasta entonces, todo apunta a que la realidad seguirá siendo bien distinta.

Basta con dar un paseo por la zona para comprobar cual es la situación: la plaza, también durante el día, está tomada por indigentes que hacen vida en la plaza. Esto implica que generan basura, consumen alcohol y hacen sus necesidades ahí mismo. Hay un parque infantil, pero sin niños pese a estar de vacaciones. Y la sensación general es de desconfianza e insalubridad. El fuerte olor a pis en algunos puntos no ayuda a cambiar esa percepción.

Un retrato más propio de un barrio marginal, pero que se observa en pleno centro de Madrid: pese a pertenecer al barrio de Lavapiés, la plaza de Tirso de Molina se sitúa a cinco minutos a pie de la Puerta del Sol y la Plaza Mayor. Y esta situación no es puntual. Un hostelero cuyo negocio se sitúa cerca de la plaza y que por seguridad no ha querido desvelar su nombre lo cuenta a Vozpópuli: "Esto es un desastre y cada día está peor, hay un gran problema con el trapicheo y los robos".

Agentes de la Policía Nacional, en busca del arma homicida que acabó con la vida de Concha
Agentes de la Policía Nacional, en busca del arma homicida que acabó con la vida de ConchaEuropa Press

Cuenta que desde hace aproximadamente dos años, la sensación de inseguridad en la plaza ha aumentado mucho, hasta el punto de recomendar a sus clientes que eviten sentarse en la terraza, ya que cerca siempre hay ladrones merodeando. "Hay un grupito de jóvenes marroquíes a los que sueltan aquí y roban móviles de las mesas de los clientes". Esto ha hecho que se tenga que enfrentar incluso a alguno de estos ladrones y recibir amenazas por su parte.

Preguntado sobre si hace falta más policía, señalan que la única forma de disuadir a quienes provocan estas situaciones es "colocar un coche patrulla 24/7", ya que aunque hay presencia policial en la zona, "los que pululan por aquí saben cuando están y cuando no" para perpetrar sus acciones.

Elora, una vecina del barrio de Lavapiés desde hace seis años, cuenta que lo que sucede en la plaza de Tirso de Molina no es más que el reflejo "de lo que está pasando en la mayoría del barrio". Cuenta que siempre ha sido un barrio con ciertos conflictos "por temas socioculturales, al ser un barrio con muchas nacionalidades", pero ahora "está fuera de madre". Señala que nunca había pasado miedo por el barrio, pero que ahora hay ocasiones en las que sí: "Antes caminaba tranquila, ahora si veo a alguien que se comporta de forma extraña, sí agarro el bolso".

Esta vecina cuenta que esto está así desde la pandemia: "Hay plazas en las que ahora se trapichea, con gente metiéndose crack". Afirma que el desalojo de la casa okupa 'La Quimera' solo ha empeorado el barrio, ya que las personas que estaban en su interior -drogodependientes, camellos...- ahora están en las calles vendiendo y consumiendo. En esto último también coincide el hostelero con el que ha hablado Vozpópuli: "Antes estaban en un punto concreto y ahora están desperdigados por todo el barrio".

"Lo de Tirso de Molina sorprende por ser una plaza que está en el centro: hay gente tirada, durmiendo, la policía está allí de manera constante... la situación del barrio no es la más reconfortante", señala Elora. En cuanto a las soluciones, esta vecina cree que una mayor presencia policial es "un parche", ya que el verdadero problema es la gran cantidad de personas adictas y sin hogar que hay en el barrio: "Es una locura la cantidad de gente que hay pidiendo, da igual por qué calle de Lavapiés vayas. Es gente que necesita amparo social".

Tanto el hostelero consultado como esta vecina señalan que es una pena que "hasta que no se ha muerto alguien, nadie se ha preocupado", ya que la decadencia del barrio ha sido progresiva y en ambos casos, ven el futuro con mucha incertidumbre. Elora afirma que si ella tuviese un hijo, probablemente abandonaría el barrio: "No me gustaría bajar al parque y que viese a gente poniéndose hasta en culo".

Desde JUPOL señalan que desde una perspectiva policial, el problema de Tirso de Molina requiere un refuerzo de la zona, "con más presencia policial". Según el sindicato, "esto pasa por potenciar las UPR y el GAC, urge convertir estas unidades en especialidad, para, de esta manera, aumentar el número de efectivos".

También señalan que es necesario "potenciar las brigadas de extranjería con el objeto de que se pueda hacer cumplir la ley de extranjería 4/2000. Esta es una zona con mucha inmigración irregular y el marco jurídico de la ley de extranjería permite incoar expedientes de expulsión a extranjeros que hayan cometido delitos". Por último, JUPOL considera una prioridad el refuerzo del "principio de autoridad": "Tenemos que proteger a los que nos protegen, por lo que instamos a los poderes públicos a que las agresiones, desobediencia y resistencia a la Policía no se sustancie con una multa de escasa cuantía como sucede en muchas ocasiones".


El Ayuntamiento trabaja en mejorar la situación desde mediados de 2022

El aumento de la inseguridad es algo que ha llegado a oídos del Ayuntamiento. "Desde mediados de 2022, Policía Municipal y Cuerpo Nacional de Policía han llevado a cabo un importante esfuerzo, con patrullajes permanentes, presencia constante y refuerzo policial", señalan fuentes municipales, que también señalan al centro 'okupado' de La Quimera como el lugar desde el que nacía "gran parte de esa inseguridad".

Desde el consistorio señalan que se ha aumentado la videovigilancia en el barrio, añadiendo "7 nuevas cámaras a las 48 ya existentes", se ha creado una mesa de trabajo con entidades del barrio para mejorar la situación y se comprometen a seguir "intensificando esas labores policiales y en otros ámbitos en esa zona para evitar que hechos como los recientes se puedan repetir".

Además, el Ayuntamiento también actúa en el barrio. Fuentes municipales aseguran que esto se ha producido "a través de su organismo de salud pública, Madrid Salud, que ha intensificado los servicios que se prestan a las personas con adicciones, ha fortalecido e incrementado en un 20 % el personal en los centros de atención a las adicciones". Para combatir la lacra de la drogadicción en el barrio, "el presupuesto municipal destinado a la lucha contra las adicciones ha ascendido de los 20 millones de euros en 2019 a los 24 millones de la actualidad, y tiene como una de sus prioridades el entorno de Lavapiés".

El centro de Madrid, el distrito más conflictivo de la ciudad

Según datos de la Policía Municipal, el distrito Centro -al que pertenece Lavapiés- es el más conflictivo de Madrid. Mucho más que otros barrios con peor fama como pudiese ser Puente de Vallecas o Villaverde. Los agentes, en mayo, tuvieron 47 intervenciones por seguridad ciudadana por 21 en Puente de Vallecas o 20 en Latina. Una de cada cuatro denuncias en Madrid por tenencia de drogas se ha producido en este distrito (204 en mayo) y el número de detenciones casi triplica las de Puente de Vallecas (188 frente a 74).



Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.

  • D
    dabisu

    No, Mario, no. El apuñalamiento no fue en el metro de La Latina, fue en el metro de Lucero, en el DISTRITO de Latina, como bien pone en el artículo que tu mismo enlazas. Al menos moléstate en leer la información que referencias.

  • M
    ma

    Welcome refugees
    Nuestros niñoooos