La trama del 'caso Koldo' consiguió nueve contratos para el suministro de mascarillas con dos ministerios y dos comunidades autónomas del PSOE en el peor momento de la pandemia. Por estas adjudicaciones -otorgadas a dedo y pactadas antes incluso de que salieran las licitaciones- cobraron poco más de 52 millones de euros, de los cuáles casi un total de 17 fueron beneficios limpios para la red.
Anticorrupción así lo constató en el año y medio que dirigió estas diligencias por los contratos de emergencia a Soluciones de Gestión. Tal y como apuntó el órgano en su querella, de esos 52 millones que cobraron del erario público, solo un 13% fue para pagar las mascarillas adquiridas y costear su transporte.
Este porcentaje se traduce en poco más de 6,7 millones de euros que fueron a parar a las empresas Gama Global Trading S.L y Star Tic Innovación S.L, además de las firmas que se encargaron del transporte aéreo. Se trata de Iberia, Grupo Globalia, Deluxe Fortune S-L y MTM 180 Capital S.L, sociedad esta última de la que es propietario el presidente del Zamora CF, Víctor de Aldama.
7 millones a mascarillas y más del doble de beneficio
Soluciones de Gestión -la proveedora de confianza de Ábalos- abonó a todas ellas un 13% del total del dinero público percibido por los nueve contratos, lo que se traduce en que más del doble de esa cuantía se convirtieron en ganancias 'limpias' para los miembros de esta presunta organización criminal. En concreto, el 32% de todos los fondos públicos obtenidos (16,6 millones de euros)
El magistrado Ismael Moreno apunta en un auto desvelado por Vozpópuli que el vínculo profesional de los cabecillas de esta trama "no es casual". En la cúspide de la misma figuran Koldo García (el que fuera primero chófer y luego asesor de Ábalos); el empresario Víctor de Aldama y Juan Carlos Cueto.
Los tres obtuvieron un jugoso beneficio por adjudicarse todos estos contratos en un momento en que se necesitaba material sanitario de urgencia. Así, de los 17 millones de ganancias, 9,6 millones habrían ido para Cueto y 5,5 millones para Aldama, mientras que en el caso de Koldo se detectó un incremento patrimonial en apenas dos años de 1,5 millones de euros solo en sector inmobiliario.
Los investigadores apuntan al "notable incremento del patrimonio" del exasesor de Ábalos que no cuadraba con sus ingresos habituales y destacan además que la compra de varios pisos en Benidorm se produjo apenas meses después de la firma de estos contratos. Para el magistrado, este dato es "sumamente relevante y revelador" del papel que desempeñó el que fuera chófer y asesor de Ábalos en la concesión de dos contratos con el Ministerio de Transportes y de un tercero con Interior.
Así, mientras Koldo García y su hermano -Joseba García- invirtieron en inmobiliario y movieron dinero en efectivo, Soluciones de Gestión desvió parte de los fondos fuera de España. En concreto, se transfirieron a una sociedad radicada en Brasil con cuenta en una entidad brasileña y a otra asentada en Luxemburgo. El objetivo, según el juez, fue "dificultar el seguimiento y la trazabilidad del dinero".
Nueve contratos y dos Fiscalías
Anticorrupción sospecha que Koldo abrió las puertas del Ministerio a Soluciones de Gestión en los primeros contratos de suministros de mascarillas, siendo Juan Carlos Cueto quien realmente controlaba la firma. La empresa zaragozana apenas contaba con cinco trabajadores, no tenía experiencia en el sector sanitario y su volumen de negocio era prácticamente nulo en los años previos a la pandemia.
Tras estos meses de pesquisas, los investigadores constataron que el verdadero dueño de esta firma es Cueto, descubriéndose además que tanto Soluciones de Gestión como su entramado compartían sede en el mismo edificio. Cabe destacar que una las sociedades de Cueto integró una UTE con Defex para un pelotazo de venta de armamento en Angola. Los hechos se investigaron en la Audiencia Nacional.
El tercero de los integrantes de este triángulo es Víctor de Aldama. Para el magistrado la adjudicación de los contratos de mascarillas a Soluciones de Gestión fue un proyecto conjunto de Cueto y Aldama. Este último, al enterarse de que Transportes necesitaba adquirir material sanitario de urgencia, contactó con Cueto, de quien sabía que tenía medios para ejecutar el contrato.
Como resultado de esta asociación se cerraron hasta nueve contratos que ahora investiga la Audiencia Nacional por cuatro delitos. El primero se firmó con Puertos del Estado (Ministerio de Transportes) por 20 millones de euros, el segundo por Adif (también dependiente de Transportes) por 12,5 millones de euros; el tercero con Interior por 3,5 millones de euros, los cuatro siguientes con Canarias (comunidad que presidía el ministro socialista Víctor Ángel Torres), el octavo con Baleares (presidida entonces por la también socialista Francina Armengol) y el último formó parte de un megacontrato que adjudicó Sanidad.
Los encuentros en 'La Chalana'
En relación a este último contrato, Anticorrupción lo derivó a la Fiscalía Europea precisamente por afectar a fondos comunitarios. Se trató de un contrato de 2.758 millones que lanzó Sanidad en agosto de 2020 y en el que la pyme Soluciones de Gestión y Apoyo a las Empresas entró de la mano de la multinacional Ferrovial.
Tras acotar los indicios de delito, Anticorrupción interpuso querella que recayó en el Juzgado Central de Instrucción número 2. Su titular, Ismael Moreno, autorizó las escuchas a los investigados, de las cuáles se desprenden reuniones periódicas en el restaurante madrileño 'La Chalana', además de conversaciones en las que demostraban el movimiento de fondos.
Así, por ejemplo, consta como el exasesor de Ábalos advirtió a su hermano que no le iba a dejar "ni un duro" ni tampoco "a cambiar por billetes en mano". Destaca también otra conversación de Koldo en la que le trasladó a su interlocutor que lo sabía todo por culpa de Aldama, a quien apodaba 'el perro'.
A Cueto por su parte le intervinieron una conversación en la que aludió al exasesor de Ábalos y señaló, además, a su superior: "Esto era un favor que le estaba pidiendo tu vecino (Koldo)... él y su exjefe... y parece ser que el otro ha dicho que sí... porque le han dado otro favor a cambio", apostilló.
