España

La ciudad de Santiago dice 'basta': "El Camino no puede convertirse en un parque temático"

Desde hace varias temporadas, los gallegos denuncian que el camino se ha convertido en una fiesta sin principios que se esconde tras la excusa de que "da dinero a la provincia"

camino de santiago
Cartel que pide respeto a los peregrinos por el ruido en la ciudad De Santiago. Europa Press.

El verano es tradicionalmente época de hacer el Camino de Santiago. Año tras año, la capital gallega se llena de grupos de gente de todos los lugares del mundo y de todas las edades que peregrinan ilusionados (y cansados) a la cuna del cristianismo en España. Pero este año Galicia ya ha dicho basta. Desde hace varias temporadas, los gallegos denuncian que el camino se ha convertido en una fiesta sin principios que se esconde tras la excusa de que "da dinero a la provincia". 

Organizaciones de vecinos gallegos, decenas de usuarios de redes sociales e incluso desde el propio ayuntamiento, se quejan de que los peregrinos llegan a la ciudad sin respetar las normas y la convivencia, "como si la ciudad fuese suya".

"La ciudad no puede convertirse en un parque temático", "El modelo turístico de Santiago requiere un profundo replanteamiento", "Turismo sí, pero no masivo ni invasivo" o "La ciudad vieja está social y económicamente destruida. Ambientalmente es insostenible. Los vecinos no accedemos durante meses..." son algunos de los miles de comentarios que se pueden leer en redes sociales sobre la avalancha de jóvenes que este año, con motivo de la Peregrinación Europea de Jóvenes 2022, ha sido multitudinaria tras las restricciones de la covid.

La ciudad de Santiago ha tenido que acoger en apenas unos días a 11.000 jóvenes que han participado en esta peregrinación. Y los vecinos están molestos porque "las formas de llegar no han sido las adecuadas". "Son grandes grupos que parecen recién llegados a tierra conquistada y representan todo lo contrario de los valores del Camino de Santiago y los valores de la mayoría de los peregrinos", explican desde OrgulloGalego, la mayor comunidad de gallegos en redes sociales y uno de los movimientos que está encabezando esta crítica.

Santiago, "un parque temático"

Las organizaciones denunciantes explican que el problema no es que la gente haga el Camino de Santiago, algo que "lleva haciéndose 1.200 años" y siempre ha sido un motivo de alegría, sino que se haya convertido en algo político (por la llegada con banderas nacionales y al grito de Viva España), irrespetuoso (por los cánticos y gritos entonados por las masas y por el poco respeto con el que dicen que tratan la ciudad) y sin valores (porque el origen del Camino es el de un viaje de introspección, sacrificio y silencio).

La mayoría de los que están alzando la voz contra el nuevo modelo de Camino, "algo que se ha puesto de moda", coinciden en una cosa: Santiago se ha convertido en un parque temático. "Es una ciudad fantástica, pero cada vez menos. Durante meses, se convierte en un parque temático de fanáticos, chancleteros y adoradores de muñecos (en referencia a la iconografía religiosa)", recoge un usuario, a modo de resumen de lo que piensan la gran mayoría de vecinos gallegos. Este mismo mensaje lo mandan desde OrgulloGalego: "Santiago de Compostela va camino de convertirse en un parque temático de la gentrificación", explican.

Control político

Para evitar que esta tendencia "al desmadre, a la politización y a la falta de respeto hacia los vecinos", desde OrgulloGalego exigen que se regule desde las esferas políticas, "por respeto a los autóctonos pero también a los miles de peregrinos que se saben comportar". "No hagas afuera lo que no harías en casa, respeta el vecindario y sobre todo, deja que las instituciones regulen de una vez por todas para evitar que esto suceda todos los días. ¿Hay leyes que se aplican sólo a los que viven en Compostela? Insistimos, no hagas lo que no harías en París, Roma, Londres o Berlín", añaden.

Desde el Ayuntamiento, con el ha contactado Vozpópuli, se muestran más laxos con los peregrinos, ya que en su ADN se encuentra ser "una ciudad de acogida y hospitalaria". Pero sí recuerdan que "el Ayuntamiento de Santiago cuenta con una ordenanza de convivencia, en la que se establecen unas reglas de civismo elementales, iguales o parecidas a otras ciudades, que aunque no se conozcan son de sentido común (no tirar basura al suelo -papeles, botellas etc.-, no tomar bebidas alcohólicas ni comer en lugares públicos, respetar el descanso de los vecinos y vecinas, respetar el patrimonio, etc.)".

A los peregrinos les piden, "simplemente, que sientan a Santiago como una ciudad que también es suya, y que respeten estas normas y el patrimonio con el que cuenta para que lo puedan seguir disfrutando las generaciones futuras. También les pedimos que sean respetuosos con las personas que viven en Compostela. Que tengan en cuenta que la energía y alegría que traen deben manifestarla de una forma respetuosa con las personas que nos visitan y con los vecinos y vecinas de Santiago".

"Y a los vecinos y vecinas, les agradecemos que sigan con esa hospitalidad que los caracteriza, y con la paciencia y comprensión que tiene siempre con las personas que nos visitan", añaden desde el ayuntamiento, en referencia a todos aquellos que han mostrado su rechazo al nuevo tipo de peregrino.