Sánchez no comparte el "gran referéndum de autodeterminación" de ERC pero abre la puerta a una consulta

En el cierre del año de la amnistía y al día siguiente de que el president de la Generalitat, Pere Aragonès, reclame un referéndum para 2024 y e insista en ir concretando un sistema de financiación singular para Cataluña al que Pedro Sánchez ya abrió la puerta la semana pasada, el presidente del Gobierno ha dado este miércoles la tradicional rueda de prensa de cierre de año con el foco puesto en el Real Decreto-ley de medidas y en la normalización de Bildu: "Diálogo con todo el mundo, menos con Vox", ha sido la consigna.

En esta llamada al diálogo y a la "negociación hasta la extenuación", Sánchez no ha mencionado la amnistía y sólo ha recibido una pregunta sobre el referéndum y la financiación singular para Cataluña. El referéndum que plantea Aragonès es para el presidente "un gran referéndum", una propuesta "maximalista", frente a lo que ha llamado a "encontrar un punto de encuentro", con lo que ha abierto así la puerta a una consulta.

En el mismo sentido se ha pronunciado sobre la financiación singular, que ha incluido en la reforma de la financiación pendiente.

"Conocemos estas propuestas, nada nuevo bajo el sol. Si quieren vuelvo a repetir lo que he dicho todo este tiempo, estamos en una nueva fase de diálogo y normalización con la Ley de Amnistía para encontrar un punto de encuentro ante propuestas maximalistas. El Gobierno no comparte que haya un gran referéndum de autodeterminación y sobre la segunda cuestión hay que trabajar en la renovación del sistema de financiación autonómica", ha contestado el presidente.

Sánchez ha insistido en el relato de que ha revertido "la situación heredada de la anterior Administración" en referencia a Cataluña, y ha asegurado que dialoga "con todas las fuerzas salvo la ultraderecha", también en el Parlamento Europeo, después de su enfrentamiento con el líder del Partido Popular Europeo (PPE), Manfred Weber.

'Víctima' de Ayuso

Asimismo, Sánchez ha asegurado que hay una "polarización asimétrica", en la que ha clocado al PSOE y a sí mismo de víctimas y ha señalado a Isabel Díaz Ayuso por el "deleznable" Me gusta la fruta, lo que ha considerado que muestra "el bajo nivel al que ha llegado la política", lo que cree que hay que "condenar siempre hasta que se retracten aquellos que lo hacen". Esto lo ha exigido también a los medios, y ha presentado al PSOE como los insultados y asediados: "Hay quien insulta y quienes somos insultados, quien asedia sedes de partidos y quienes somos asediados".