Sánchez y Díaz consuman la humillación de Iglesias y Montero: "Llevan tiempo sin estar en zonas de Gobierno"

Cuando Pedro Sánchez, previsiblemente, sea investido este jueves presidente del Gobierno, habrá dos ministras -Irene Montero e Ione Belarra- que asumirán su adiós a Moncloa. El candidato socialista y la líder de Sumar, Yolanda Díaz, habrán consumado entonces su humillación a Podemos, un partido que hizo más ruido del permitido en el Consejo de Ministros y que observa, impotente, cómo se ha convertido en una estrella muerta. Los morados fueron los protagonistas de la vida política española durante años. Y ahora mendigan un ministerio para sus dos máximos referentes que, todo parece indicar, no llegará.

Ni Sánchez ni Díaz han dedicado palabra alguna a Podemos. Más bien al revés, la vicepresidenta segunda se encargó de lanzar un recado muy directa a Montero: "El feminismo no es un ministerio", le espetó. El líder del PP, incluso, hizo sangre del tema, preguntó a Sánchez por qué si su gobierno es el más feminista, ha decidido desprenderse de su ministra de Igualdad. La fina ironía del gallego llevó al equipo de Montero a defender que el jefe de Génova solo dijo una verdad y fue esa.

Lo cierto es que las minsitras moradas del Ejecutivo llevan tiempo ausentes, preparándose para un final abrupto. Fuentes gubernamentales, en conversación con este diario, apuntan que Montero (y también Belarra) "llevan tiempo sin estar en las zonas de gobierno" reservadas para los ministros en el Congreso. Un hecho significativo, porque ambas llevan más tiempo fuera que dentro del Consejo de Ministros presidido por Pedro Sánchez. En el PSOE no se sienten culpables.

El presidente ahí no tiene nada que decir. No es él quien las elije. Él solo las nombra Una fuente socialista en el Gobierno

Más bien al contrario. Las fuentes consultadas en el PSOE recuerdan que corresponden a Yolanda Díaz decidir si Podemos (y en especial sus dos máximas figuras) se harán o no con un ministerio. "El presidente ahí no tiene nada que decir. No es él quien las elije. Él solo las nombra", sintetiza a este diario una fuente socialista con solera en Moncloa tras cuatro años de coalición.

El propio Pablo Iglesias, autor intelectual de la última coalición, dio por hecho este miércoles la ruptura de Podemos con Sumar y defendió que la formación morada debe concurrir por su cuenta en las próximas elecciones europeas: "Podemos tiene que hacerse valer, la presencia en las europeas es imprescindible", dijo en la radio pública catalana, en la que acusó a los representantes de Sumar de carecer de "legitimidad democrática" por no haber sido elegidos en primarias.

Así, Iglesias dejó caer que a Podemos, en esta legislatura, le tocará estrechar lazos con ERC, Bildu y el BNG.

El exvicepresidente del Gobierno asumió que, en efecto, a su partido no le tocará ningún ministerio y zanjó: "Podemos tiene ahora un recorrido mucho más libre y con una fuerza propia tan determinante como la del PNV, Junts, Bildu ERC".

Irene Montero está "triste"

Iglesias fue aún más allá: "Creo que se inicia un camino nuevo para nuestra fuerza política que a mí me parece muy ilusionante y que va a funcionar". Fue él mismo quien reconoció que la ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, "está triste" porque "no le ha gustado que echen a Podemos del Gobierno de esta manera".

Los morados llevan semanas sometiendo a Sumar a toda la presión que pueden. En especial con Irene Montero. Podemos exige a Díaz que no ceda posiciones en el Consejo de Ministros y, por supuesto, que no se desprenda de Igualdad. Aunque el PSOE está dispuesto a robarle la cartera. Y Yolanda Díaz inclinada a cambio de mantener Trabajo y otros tres ministerios para los suyos. Pedro Sánchez no parece inquieto por las amenazas de Podemos. Aunque puede tener motivos para preocuparse. La legislatura que viene es imposible. Demasiadas sensibilidades a contentar.