El PSOE ve el resultado del 28-M como un plebiscito sobre Sánchez: "La campaña es él"

El PSOE comienza a ver el resultado del 28-M como un plebiscito sobre Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno y líder socialista se ha involucrado tanto en el carrusel electoral que, fuentes socialistas de primer nivel consultadas por este diario asumen que el veredicto de las urnas será, en cierta manera, la opinión de los españoles sobre el mandato de Sánchez.

Eso si, estas mismas fuentes son optimistas y explican que "no habrá tortazo". A la vez que admiten que "la campaña es él". Sánchez se ha echado al monte y está dispuesto a doblegar el brazo del líder del PP. El sueño del presidente es asestar la primera derrota al jefe de Génova antes del segundo y definitivo combate de los comicios generales de diciembre. Por eso, Sánchez lleva semanas haciendo grandes anuncios -que suponen casi 20.000 millones- y metiendo la campaña en la arena nacional. En Moncloa y en Ferraz piensan que están sabiendo dar con la tecla para desactivar a los populares.

Y muestra de ello, explican, es que Bildu se haya convertido en el principal asunto de campaña. Que el PP se agarre a la política de alianzas del Gobierno tras la inclusión de 44 etarras en las listas de la izquierda abertzale es la constatación de que "el PP no tiene proyecto ni propuestas". Pero lo cierto es que el asunto de ETA escuece al presidente. No por casualidad, este jueves en Zaragoza, el equipo del presidente abortó un nuevo anuncio sobre educación después de que el presidente aragonés, el crítico Javier Lambán, pidiera a su jefe no tener relación con Bildu. Sánchez obvió toda referencia a la banda terrorista. Moncloa quiere dar por enterrada la polémica.

El PSOE es consciente de que el éxito del partido en la noche electoral dependerá, en buena medida, del resultado de su izquierda. Varios gobiernos autonómicos peligran: desde el de Aragón, pasando por Castilla-La Mancha y hasta de la Comunidad Valenciana. Precisamente la plaza que defiende el socialista Ximo Puig se ha convertido en una de las grandes claves para advertir el éxito del presidente del Gobierno.

La Comunidad Valenciana es la región más importante que PSOE y PP se disputan el próximo 28 de mayo. "Si cae Valencia, las cosas se pondrán feas", explica a este diario una fuente socialista con peso en Ferraz. Todo depende de la irrupción de Podemos. Las encuestas internas de Ferraz detectan un crecimiento de los morados en las últimas semanas. No solo en Valencia, también en la Comunidad de Madrid. En cualquier caso, el sentimiento de los candidatos del PSOE es que el asunto de Bildu es "una burbuja". "Importa la vivienda y la sanidad. Los temas nacionales sólo importan cuando es empleo o economía. Pero sobre todo vivienda", explica una candidata del PSOE.

El aviso a los barones

No obstante, el presidente del Gobierno se ha cuidado de mandar un aviso a sus barones más críticos. Como ya contó este diario, les ha avisado de que se contengan de aquí a que se abran las urnas. Es más, en Ferraz les dan por "controladísimos". Pero la mala relación de Sánchez con los presidentes de Castilla-La Mancha y Aragón es recíproca. Políticamente, ninguno de los dos barones está alineado por completo con el presidente del Gobierno, con el que ambos son especialmente críticos.

Lo cierto es que no es ningún secreto que parte de la campaña de ambos barones se basa precisamente en desmarcarse lo máximo posible del presidente. Pero a Sánchez, en esta ocasión, no le han gustado las críticas constantes que han hecho a los acuerdos con la izquierda abertzale. Y todo porque en estas elecciones, el presidente ha decidido jugárselo todo. Sánchez está protagonizando una campaña que está tiñendo de color nacional. Y, por eso, parte del PSOE está molesto por la entrada en la agenda del asunto de Bildu.

Además, en el partido ya hubo enfado por la "tibieza" con la que el Ejecutivo reaccionó al principio. En Ferraz lamentan que el Gobierno no fuera más contundente. "Al final llegaron tarde y mal, con un vídeo grabado", concede una destacada fuente socialista. Otra fuente con peso se muestra contundente: "Lo de Bildu es impresentable y una provocación". Y así las cosas, los barones del partido a los que la relación de sus siglas con las del independentismo les destroza, salieron en tromba.

El auge de Vox, según los socialistas

Los sondeos internos del PSOE detectan una subida de Vox por Bildu. Según fuentes socialistas, son los de Santiago Abascal y no los populares quienes están capitalizando el rechazo social que ha provocado la inclusión de 44 integrantes de ETA en las listas electorales de la izquierda abertzale, siete de ellos con las manos manchadas de sangre y condenados en su día por asesinato. Pese a que renunciaron este miércoles por escrito a ser concejales en caso de ser elegidos en aras de la convivencia, lo cierto es que el tema no termina de superarse. Y eso pone a Moncloa de los nervios, consciente de que el asunto les perjudica en plena campaña de las elecciones del 28-M.

En cualquier caso, el análisis de Ferraz es que el PP, aunque está liderando la oposición a los socialistas en este tema, no lo está rentabilizando. Es más, en la sede socialista se anticipa un escenario similar al que provocó la sentencia del procés antes de las últimas elecciones generales: "El independentismo en campaña les hace crecer [en referencia a Vox]". En cualquier caso, el PSOE también admite que el lío de Bildu ha dinamitado la campaña y que esta, además, se hará larga.

En el entorno del presidente del Gobierno también se admite que el estallido de ETA en esta campaña opaca otros temas. El gran martirio del Ejecutivo es que ya no se habla de vivienda. Ni siquiera de las últimas medidas anunciadas, aunque no muestran excesiva preocupación por que el PP siga en la misma línea. Piensan que si siguen hablando de este asunto, se hará más evidente que no tienen nada que ofrecer a la sociedad.