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España

El PSOE presionó a Yolanda Díaz para que se 'olvidara' de la Ley de Vivienda

La vicepresidencia segunda quita hierro al asunto y se escuda en que el acuerdo político para desatascar la gran demanda de Podemos no era propiamente de presupuestos

La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz (i), y la ministra de Hacienda, del PSOE, en el Congreso.
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz (i), y la ministra de Hacienda, del PSOE, en el Congreso. EUROPA PRESS

El acuerdo de presupuestos que selló este martes de madrugada la coalición de Gobierno esconde un 'olvido' forzado. Según ha sabido Vozpópuli de fuentes gubernamentales, el PSOE presionó a Yolanda Díaz para que no llevara al límite el desbloqueo de la Ley de Vivienda, condición sine qua non por parte de Unidas Podemos, para alumbrar las cuentas generales de 2023. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, llamó a la vicepresidenta segunda y le ofreció desencallar el pacto recogiendo el grueso de medidas moradas con la condición de aparcar la gran demanda de Podemos.

No obstante, la vicepresidencia segunda quita hierro al asunto y se escuda en que el acuerdo político para desatascar la Ley de Vivienda no era propiamente de presupuestos. El problema es que, como contó este diario, Yolanda Díaz hizo suya la gran reclamación de Podemos para presionar al PSOE y dejar claro que no estaba dispuesta a dar luz verde a las cuentas sin que se incluyera, al menos, el tope al precio del alquiler en los mercados tensionados de todos los arrendatarios, también los pequeños tenedores.

En verdad, lo llamativo de este 'olvido' de Yolanda Díaz es que se haya producido tras las discretas reuniones de coordinación que mantuvo con la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra. Ambas compartieron su malestar por la imagen de ”desbarajuste” y “seguidismo” que a los populares que transmite la parte socialista del Ejecutivo a propósito del pulso fiscal con el jefe del PP. Alberto Núñez Feijoo. Pero más allá de esa preocupación compartida, las dos se comprometieron a empujar al PSOE con Vivienda. Ese fue el 'pacto' entre ambas que los socialistas han reventado con la aquiescencia de la vicepresidenta segunda.

El cabreo del PSOE con su aliada

Cabe recordar que cada día que pasa sin que Yolanda Díaz despeje la incógnita de su proyecto político, el PSOE se molesta un poco más con ella. Como adelantó este diario, el malestar en Ferraz con la vicepresidenta segunda va en aumento desde que les hiciera una pinza con el líder del PP a cuenta de la cesta de productos básicos a precio limitado y con la posterior bajada del IVA de esos productos que propuso el jefe de Génova.

En verdad, no deja de ser llamativa la tensión entre los socialistas y Díaz, que se enmarca en un contexto de competición por los mismos votantes. Y es que el trasvase de apoyos que más inquieta en la planta noble de Ferraz es el que se va de su partido hacia el PP. El PSOE considera pinchado el efecto Feijóo y asegura que se ha puesto ya a trabajar para movilizar a sus votantes, que están más desconectados que los del PP o los de Vox.

Es más, el PSOE tiene la puerta cerrada a una hipotética coalición con el proyecto político que está pergeñando la vicepresidenta segunda. Los socialistas no están preocupados por la OPA que Díaz a los votantes socialistas tras fichar a 35 expertos, algunos de claro perfil socialdemócrata, para plasmar en papel su "proyecto de país": Sumar. En Ferraz consideran un error que la dama roja se acerque al centro izquierda porque ya están ellos. "Si se va al centro, Podemos se iría al monte. Es lo que conseguirá", advirtió un destacado socialista.

Sin Vivienda, pero con Familias

Pese a que la Ley de Vivienda, que el PSOE lamenta que tenga 60 enmiendas de Podemos aunque se acordara en Moncloa, siga atascada en el Congreso, los socios han logrado una Ley de Familias antes de que termine el mes de octubre que estará impulsada por el ministerio de Derechos Sociales de Ione Belarra y que ampliará de la renta de crianza de 100 euros al mes -extendible a las personas con hijos menores de tres años que estén o hayan estado en la Seguridad Social durante 30 días; considerará a las familias monoparentales con dos hijos como familias numerosas y que establecerá un permiso de 7 días al año para cada trabajador para el cuidado de familiares.

Todos estos rifirrafes constatan una obvieded: que la ministra de Trabajo y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llevan varias semanas sacudiéndose izquierdazos. Desde el impuesto a las energéticas y a la banca que el líder socialista 'robó' a Díaz en verano, pasando por el fichaje de dos expertos otrora vinculados al PSOE que la dama roja para Sumar.

La izquierda a la izquierda del PSOE ve al presidente desubicado en el espectro ideológico por atizar un día a los empresarios y estar junto a fondos de inversión al otro. Es más, fuentes del proyecto que prepara Yolanda Díaz ven a Sánchez como un elemento tan polarizador como en su día lo fue Pablo Iglesias. Por eso, estas fuentes consideran que el líder socialista es una rémora la reedición del Gobierno de coalición. Cada medida y cada presupuesto es una batalla. Eso sí, la coalición se encamina hacia sus terceros presupuestos. Casi nadie daba un duro por ello cuando arrancó el primer experimento de Ejecutivo bicolor en ocho décadas.

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