El PSOE se sentará este sábado en Ginebra con Junts y el mediador para atender las exigencias de Puigdemont

El PSOE y Junts se verán este sábado en Ginebra (Suiza), según ha adelantado El Confidencial y ha podido confirmar este diario por fuentes conocedoras del encuentro, que será el primero tras el pacto de investidura que llevó a Pedro Sánchez a la presidencia del Gobierno con el apoyo del independentismo catalán. Los socialistas siguen sin desvelar quién será la figura que "acompañe" el proceso de negociación. El número tres del partido, Santos Cerdán, será quien se siente de nuevo con Carles Puigdemont.

No ha trascendido si la delegación de Ferraz contará con más emisarios. Por parte de Junts estarán, además del expresidente catalán, el secretario general, Jordi Turull, y la portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras. Fuentes gubernamentales consultadas por Vozpópuli restan importancia al encuentro y lo circunscriben al ámbito de la relación entre partidos democráticos. Esta cita estaba prevista, según el acuerdo entre ambos partidos, este mes de noviembre. Pero finalmente será ya en diciembre. Se trata del primer incumplimiento de una relación llena de "desconfianza" entre dos fuerzas "en las antípodas", según las fuentes consultadas. En la reunión, según consta en el acuerdo, los independentistas propondrán al PSOE la celebración de un referéndum de autodeterminación sobre el futuro político de Cataluña amparado en el artículo 92 de la Constitución.

La recién nombrada portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, se escudó este martes en que se trata de una cuestión de partidos que no debe airear desde la mesa de la portavocía gubernamental cuando se le preguntó por asunto. Y eso que el devenir de las negociaciones entre el PSOE y Junts afectan a la gobernabilidad del país. Moncloa siempre dijo que los acuerdos a los que llegaron con los partidos de la mayoría conllevan el compromiso de mantener un Gobierno estable y una legislatura completa. Fuentes gubernamentales explican que su intención no es ocultar. Y que "cuando haya novedades se darán a conocer".

Ni el PSOE ni Moncloa han detallado oficialemente, como tampoco ha hecho en Junts, quiénes serán los mediadores en las reuniones. No hay pista alguna pese a que Moncloa se jacta de ser un gobierno "trasparente". El equipo de Sánchez considera que la receta del éxito es, una vez más, la discreción. La excusa es esa replicación de la fórmula de la investidura, pero hay una diferencia sustancial. El debate para reelegir a Pedro Sánchez tenía fecha de caducidad y, si el PSOE llegaba al 27 de noviembre sin acuerdo, se repetían las elecciones. Pero ahora se da por hecho que estas negociaciones entre PSOE y Junts se prolongarán durante toda la legislatura.

Los negociadores del PSOE y de Junts cerraron el acuerdo el 9 de noviembre tras días puliendo el redactado de la ley de amnistía para que evite que sus beneficiarios puedan verse afectados por interpretaciones restrictivas de la Justicia. Aunque lo cierto es que Sánchez no puede dar a Puigdemont garantía alguna de que no terminará en prisión. Más si cabe tras la investigación que le abrió la Audiencia Nacional por supuestos delitos de terrorismo en el marco de la causa Tsunami Democràtic. La ley de amnistía, que ya está en el Congreso, no verá la luz hasta, al menos, el mes de abril. Mientras, el Gobierno enfrentará la especial vigilancia de las instituciones europeas.