El cambio de la Ley de Estabilidad Presupuestaria ha desatado una auténtica guerra parlamentaria entre el bloque que forman PSOE y Unidos Podemos frente al criterio de la presidenta Ana Pastor. Los grupos que dirigen Pedro Sánchez y Pablo Iglesias pactaron modificar la norma que permite a los populares vetar la senda de déficit en el Senado, la antesala de los Presupuestos Generales del Estado.
Pero este martes, el Gobierno se dio de bruces no sólo con la dificultad de gobernar respaldado sólo por 84 diputados, sino con la particularidad de que quien preside el Parlamento no es del mismo partido que quien ocupa el poder Ejecutivo. PP y Cs suman 5 de los 9 puestos de la Mesa -el órgano que ordena los trabajos de la Cámara-, por lo que tienen en sus manos decidir si una proposición de Ley puede ser tramitada -o no- por el procedimiento de urgencia y por el de lectura única.
Algo que pedían los firmantes de la proposición para reformar la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y evitar, en la medida de lo posible, el boicot de los populares al trámite previo -pero no imprescindible- para presentar las cuentas públicas del próximo año.
Los socialistas no se dan por vencidos y presentarán el proyecto de presupuestos aunque el cambio de la Ley no se haya producido. Pero a pesar de ello, el Grupo Socialista y sus socios de Unidos Podemos en el Congreso cargaron contra el rechazo de los partidos de centro-derecha a la tramitación exprés.
Por eso, según explicó su portavoz, Adriana Lastra, llevarán la proposición de Ley al primer Pleno en el que pueden hacerlo (el 17 de septiembre). Y será en esa toma en consideración cuando vuelvan a pedir tramitar la iniciativa por la vía de urgencia. La portavoz de Unidos Podemos, Ione Belarra, reclamó a los socialistas "explorar" todas las vías posibles para que el Senado no tenga la última palabra.
La guerra se produce por la interpretación del Reglamento de la Cámara que hacen unos y otros. Y se ciñe a dos artículos concretos; el 93 y el 150. El primero de ellos regula el procedimiento de urgencia y dice que es a la Mesa a quien corresponde decidir. Mientras que el segundo regula el procedimiento de lectura única y atribuye al Pleno la decisión -a propuesta de la Mesa y oída la Junta de Portavoces-.