En Junts lo tenían todo preparado para romper con el PSOE hoy viernes. Pensando, a diferencia de lo que ocurrió ayer jueves, que la Mesa del Congreso rechazaría de forma definitiva la tramitación de la cuestión de confianza que le solicitaron hace ya más de un mes a Pedro Sánchez. Cansados ya de los ninguneos de los socialistas, con los que mantienen aún algunos puentes tendidos, aunque cada vez menos.
Carles Puigdemont citó a los suyos esta mañana en Bélgica para escenificar la ruptura. Pero el segundo aplazamiento de la decisión, forzado por Gerardo Pisarello de Sumar, ha roto los planes de Junts que, con cierto debate interno, discutirá esta mañana si dan más margen para la negociación o rompen ya definitivamente. Sea como sea, explican en el entorno de Puigdemont, "la desconfianza en Sánchez es cada vez mayor". Casi irremediable.
La persona de Puigdemont, al que durante mucho tiempo Sánchez ha menospreciado e incluso vilipendiado, según entienden en JxCat, es la que acabará decantando el péndulo hacia un lado o el otro. Es él, precisamente, el que cuando impulsó en diciembre la cuestión de confianza estaba más dispuesto a romper. Pero como el presidente del Gobierno, el líder separatista también es de cambios de opinión según el cálculo electoral.
Desde este miércoles, pese a la distancia que separa Barcelona de Waterloo, las líneas de contacto entre Puigdemont y Jordi Turull -ambos en Bélgica- y el resto de dirigentes de la organización separatista han echado humo. Llamadas, mensajes y correos electrónicos. También con Félix Bolaños, Santos Cerdán y José Luis Rodríguez Zapatero, por parte del PSOE, y Pisarello y Jaume Asens por parte de Sumar.
Los de Yolanda Díaz, que el jueves se debatían entre facilitar con una abstención la tramitación de la proposición de Junts o rechazarla junto a sus socios socialistas, fueron los que estuvieron moviendo fichas para cambiar la postura del PSOE y así intentar salvar los muebles. Aunque fuentes cercanas a Pisarello, como también en los otros dos partidos, admitían que unos y otros están muy enrocados.
En medio de estas negociaciones a tres bandas, con el único objetivo de ganar más tiempo a una decisión que unos y otros tienen ya tomada, y que solo un desistimiento de todas las exigencias planteadas hasta ahora o el cruce de ciertas líneas rojas, podría evitar, Puigdemont mandó varios mensajes encriptados a los suyos a través del grupo que comparte la dirección de Junts.
El expresidente catalán, que tras lo ocurrido este jueves todavía no ha fijado su posición definitiva, exhortó a sus colaboradores a "estar preparados para cualquier eventualidad" y para "aguantar los próximos días que vendrán, que pueden ser duros, decidamos lo que decidamos". En Junts no descartan un escenario electoral este año que, por otro lado, aseguran que "nos beneficiaría mucho".
Sí hay precedentes
Aunque el PSOE y Sumar se han hartado de repetir que no hay precedentes de una proposición no de ley de un grupo solicitando prerrogativa que compete al presidente del Gobierno, como reclama ahora Junts con la cuestión de confianza, sí la hay. En 1995 se permitió debatir y votar otra proposición no de ley similar que instaba a convocar elecciones generales, pese a ser también una competencia exclusiva del presidente.
En otoño de ese año, gobernando el socialista Felipe González y con una Mesa del Congreso de la que formaban parte el PSOE, el PP, CiU y el PNV, siendo los nacionalistas, como ahora Sumar, la llave que daba la mayoría a los socialistas, el órgano que dirige la Cámara aceptó una iniciativa registrada por Coalicion Canaria (CC) en un contexto de debilidad parlamentaria del Gobierno del PSOE por varios escándalos de corrupción.
Ahora, por ordenes de Moncloa, la Mesa que dirige Francina Armengol -que llegó al cargo por exigencias de Junts-, se niega a tramitar dicha petición al considerar que no se ajusta al reglamento. No obstante, en su informe de diciembre, los letrados del Congreso no veían obstáculo en tramitar la propuesta de JxCat, ya que este tipo de iniciativas parlamentarias no legislativas no tienen efectos jurídicos, ni son de obligado cumplimiento para el Gobierno.
De hemeroteca, pues, han tirado en las últimas horas los junteros para hacer ver al PSOE que el segundo aplazamiento a la hora de tomar la decisión responde solo a una cuestión política de no atender a su solicitud. "Los letrados y este precedente nos dan la razón", sostenía, a última hora de este jueves, un alto cargo de JxCat en conversación con 'Vozpópuli'. Y añadía: "ellos sabrán, ya conocen nuestras cartas".
ses_
17/01/2025 09:42
Buen articulo, veremos lo que pasa, pero dependemos de Junts y de Sanchez a los que les importa un pimiento lo que crean los ciudadanos normales