El PSC tiñe de rojo Cataluña. Los socialistas se convierten en la primera fuerza en la comunidad autónoma con 19 diputados, por encima de Sumar-En Comú Podem, ERC y Junts, que empatan a 7 escaños. Los de Salvador Illa aumentan 6 escaños sus resultados respecto a 2019 y ERC sale muy castigado estas generales por el voto abstencionista de parte del independentismo, que ha visto en su estrategia una gestión excesivamente supervisada por Moncloa. "Se ha demostrado que han sido las elecciones más españolas que ha habido", ha dicho Rufián, como única autocrítica para justificar que el partido haya perdido hasta 6 escaños en el Congreso.
Lo más destacado es que los socialistas han logrado ser los más votados en las cuatro provincias, incluida en la región con más tradición de voto independentistas, en Girona, donde ha empatado en dos escaños con Junts y ERC ha perdido uno quedándose con 1 asiento. Sumar también suma 1 escaño. Por otra parte, la provincia de Barcelona se ha convertido en el bastión para los socialistas catalanes, donde aumentan hasta 5 escaños respecto a 2019 con 13 representantes en total, mientras que Sumar se posiciona como segunda fuerza con 5 escaños. ERC también sufre un duro varapalo en la región de la ciudad condal y pasa a ser cuarta fuerza, con 4 escaños, en lugar de segunda.
En Tarragona los socialistas han obtenido 2 escaños, por delante de los republicanos y en Lleida también sacan el mismo resultado con el mismo número de asientos por delante de ERC, pasando de estar como última fuerza el 10N de 2019 a estar a la cabeza regional este año. Un resultado en general que deja diversas claves electorales, para empezar el hastío al voto independentista y una tendencia alejada del extremismo secesionista en la región que han sabido aunar los del PSC con perfiles cercanos a la antigua convergencia catalanista. Se trata de una tendencia que ya se entrevió en las pasadas elecciones municipales con la sorpresiva aparición del socialista Jaume Collboni, que se quedó por delante de la exalcaldesa Ada Colau por tan solo centenares de votos.
La CCAA se convierte en el 'granero' de Sánchez
Los resultados constatan que los 19 escaños de PSC en Cataluña son un balón de oxígeno clave para que el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, revalide mandato y no haya perdido cancha respecto al PP de Alberto Núñez Feijóo en el escrutinio. Unos escaños que le sirven de pulso negociador y que auguran una realidad: Cataluña necesita a Pedro Sánchez tanto como Pedro Sánchez necesita a Cataluña. Los socialistas han logrado desbancar a los republicanos de Oriol Junqueras, Pere Aragonès y Gabriel Rufián en la autonomía tras los meses de reuniones en la mesa de diálogo con Moncloa, la amnistía a los presos políticos y las políticas lingüísticas en las aulas catalanas, unas decisiones que no han convencido a los independentistas más radicales y han castigado con fuerza a ERC mientras que Junts ha mantenido sus votos fieles.
Con el apoyo del socialismo catalán, capitaneado por la actual presidenta del Congreso, Meritxell Batet y el líder autonómico, Salvador Illa, Sánchez ya puede sacar pecho de los resultados y además seguirá necesitando el apoyo de los partidos independentistas para seguir con su mandato. Lo que está por ver es qué 'ficha' moverán los de Junts, quienes se han enfrentado todo este tiempo a cualquier directriz de Moncloa y han utilizado ese argumento para debilitar a ERC. Por el momento, la candidata de Junts al Congreso por Barcelona, Míriam Nogueras, ha asegurado que no harán presidente al candidato del PSOE a la reelección, Pedro Sánchez, "a cambio de nada", y ha insistido en que su prioridad es "Cataluña, no es la gobernabilidad del Estado".
Abstencionismo independentista
Los resultados no se entenderían sin una desmovilización de voto en Cataluña. El tablero político secesionista se ha visto afectado por una campaña abstencionista que se ha organizado en redes sociales pero también en la calle. Desde principios de julio la cúpula de ANC y otros sectores como el Cercle Català de Negocis han invitado a toda la población catalana a eludir su derecho al voto porque no son representativas al ser españolas. Ese movimiento se ha organizado especialmente en la jornada electoral con el hastag #AbstencióMassiva23J en redes y según datos por regiones, el descenso de participación en relación con las elecciones de 2019 se ha dado mayoritariamente en zonas donde se concentra el voto independentista como en La Garrotxa, el Lluçanès, Osona o el Berguedà.
