Nacho Martín Blanco (Barcelona, 1982) dejó Ciudadanos para encabezar la lista del PP por Barcelona en las elecciones generales del 23 de julio. El ex dirigente naranja dice tener la "conciencia tranquila" y considera que su paso a las filas populares es "coherente" con su trayectoria política.
Martín Blanco repasa en una entrevista con Vozpópuli su decisión. Pero, sobre todo, analiza la oferta de Alberto Núñez Feijóo para Cataluña. Según el candidato del PP, Feijóo plantea un regreso a la senda del consenso constitucional de la Transición; y dice que es vital recuperar el espíritu empresarial de la burguesía catalana para devolver a esta comunidad su condición de referente económico y de modernidad que ha perdido por culpa del nacionalismo.
En ese sentido, asegura que el PP ha rectificado sus errores del pasado. Y que toda esta oferta no es incompatible con combatir el "nacionalismo identitario que gobierna Cataluña". El líder del PP, dice, honrará su compromiso de afianzar los derechos de los ciudadanos catalanes castellanoparlantes en Cataluña.
En el plano personal, Martín Blanco explica le hace especial ilusión el Congreso por una cuestión familiar. Un tío bisabuelo suyo, Vicente Martín Romera, fue diputado en Cortes por el PSOE en 1936.
Pregunta: Cataluña es la una de las pocas comunidades en las que el PSOE ha resistido el 28-M. Y las perspectivas para la izquierda son buenas también en julio. ¿Por qué?
Respuesta: Cataluña siempre ha sido un bastión del PSOE. Es la comunidad en la que ha conseguido resultados para impulsarse al Gobierno de España. Pero esto no será para tanto el 23-J. El votante centrista que hay en las filas socialistas no puede estar contento con un Gobierno que ha puesto España en manos de los nacionalistas y de Bildu; no puede estar contento con un presidente que ha engañado deliberadamente a los votantes por su voraz afán de poder. En definitiva, no pueden estar satisfechos con un Gobierno que ha desatendido por completo al constitucionalismo en Cataluña.
El sanchismo es la negación del espíritu de la Transición. El sanchismo es guerracivilismo, confrontación, es enfrentamiento Nacho Martín Blanco
P: ¿Usted cree que ese votante se va a refugiar en el PP?
R: Hay una parte del votante socialista que no apoyará a Sánchez. Debemos actuar en ese flanco. Convencer a este votante que a lo mejor añora a un PSOE más responsable, a un PSOE que en algunos momentos -no siempre- existió y que fue un partido estratégico en la vida política española. En esta ocasión, el votante constitucionalista votará en masa al PP. Esta parte del electorado a la que me refiero puede sentirse atraída por la sobriedad, la moderación, el pragmatismo y el sentido de estado que está demostrando el PP de Feijóo.
P: Feijóo ha gobernado Galicia más de 15 años. Es un líder que ha demostrado capacidad de entendimiento con el nacionalismo. ¿Cree que esa será su línea si llega a La Moncloa?
R: En absoluto. Feijóo tiene muy claro que lo que necesita España es altura de miras de los dos grandes partidos, que lo que necesita España es recuperar el espíritu de la Transición, de pactos, de consenso, de llegar a grandes acuerdos de Estado entre los principales partidos. Pero eso con el PSOE actual es muy complicado. Así que a lo que aspira Feijóo es a obtener una mayoría absoluta que le permita gobernar en solitario. En todo caso, lo que quiere es recuperar el espíritu de consenso que presidió la Transición. Y es un periodo que muchos españoles que no la vivimos hemos idealizado como un momento histórico de concordia. Aspirar a recuperar eso es un objetivo noble. Y creo que Feijóo encarna esos valores.
El nacionalismo ha vivido de rentas no creadas por ellos, sino por los esfuerzos de la burguesía y el empresariado catalán Nacho Martín Blanco
P: Es decir, el PP quiere pasar la página del acuerdo con el nacionalismo moderado, si es que tal nacionalismo existe.
R: Lo que creo que es importante es pasar la página del sanchismo. El sanchismo es la negación del espíritu de la Transición. El sanchismo representa lo opuesto. El sanchismo es guerracivilismo, confrontación, es enfrentamiento. Feijóo está planteando estas elecciones en clave de recuperación de ese espíritu y de derogar, expresión suya, lo que representa el sanchismo, que es precisamente la negación de ese espíritu.
P: Sabemos lo que ofrece Sánchez para Cataluña: indultos, pactos con ERC, vuelta al Tinell. ¿Y el PP? ¿Qué ofrece el PP para Cataluña?
R: El PP ofrece para Cataluña una visión pragmática de España en la que debemos recuperar su liderazgo junto a otras comunidades como principalmente Madrid. Tenemos que volver a convertir Cataluña en punta de lanza de España, porque hace mucho tiempo que dejó de serlo. Los catalanes hemos vivido mucho del pasado, de esa condición de vanguardia de España que el nacionalismo se ha ido cargando a la vez que nos iba diciendo que eso seguía siendo así. El nacionalismo ha vivido de rentas no creadas por ellos, sino por los esfuerzos de la burguesía catalana, del empresariado catalán a lo largo de todo el siglo XIX. Es una pena que Cataluña haya dejado esta condición por el ensimismamiento del nacionalismo.
P: ¿Y cómo se corrige esa deriva con aproximadamente la mitad de la sociedad catalana votando partidos independentistas casi antisistema?
R: Hay que recuperar y reforzar el espíritu empresarial de la sociedad catalana y creo que Feijóo engarza muy bien con esa tradición, que es la de ampliar el aeropuerto, mejorar las infraestructuras de Cataluña. Cuando ha gobernado el PP España, a Cataluña siempre le ha ido bien en estos aspectos. Pero siempre sin claudicar frente al nacionalismo identitario que gobierna Cataluña. Es muy diferente a la vuelta al Tinell que ofrece Sánchez.
Estoy convencido de que el PP hará del respeto a los derechos lingüísticos de los catalanes castellanohablantes una de sus principales señas de identidad, porque la voluntad de erosionar la unidad de España tiene en la exclusión del español una de sus principales divisas Nacho Martín Blanco
P: Usted sabe que el PP tiene una larga tradición de prometer mano dura contra el nacionalismo en la oposición y reformar las leyes excluyentes de la lengua y hacer justamente lo contrario cuando llega al Gobierno.
R: A lo largo de estos años la vida política española ha ido cambiando y el PP también. Ha rectificado errores del pasado. Estoy convencido de que el PP hará del respeto a los derechos lingüísticos de los catalanes castellanohablantes una de sus principales señas de identidad en Cataluña. Y en lo que a mi respecta, como cabeza de lista, es una cuestión central. La voluntad de erosionar la unidad de España tiene en la exclusión del español una de sus principales divisas. Por eso es fundamental respetar los derechos de los ciudadanos catalanes castellanohablantes y también de los catalanohablantes. La inmersión lingüística como proyecto de ingeniería social perjudica a los estudiantes castellanohablantes, pero también perjudica y mucho a los catalanohablantes. Es un compromiso de Feijóo, del PP y será innegociable en el caso de que se gobierne a partir del 23 de julio.
P: El PP tiene a favor que Ciudadanos no se presenta estas elecciones. Usted participó en el debate como dirigente de CS y apoyó no concurrir el 23-J. Días después, anunció su marcha al PP. ¿Cómo se puede explicar una decisión así?
R: La vida es compleja. Y uno se ve en situaciones en la que tiene que participar en la toma de una decisión, como fue la que tuvo que adoptar la ejecutiva de Ciudadanos el día después del batacazo electoral del 28-M y con la convocatoria de Sánchez de elecciones anticipadas. Yo en aquel momento, como miembro de la Ejecutiva de CS, tuve que dar mi opinión. En aquella reunión quise ser sincero y honesto. Después del 28-M había llegado a la conclusión de que, por desgracia, Ciudadanos no tiene viabilidad política en España. Cosa que lamento y que espero equivocarme. Ojalá me equivoque. Pero yo no participé de la idea de no presentarnos a las elecciones; lo que planteé es si Ciudadanos debía disolverse. Y esa fue mi opinión sincera. Tengo la conciencia tranquila. Mi paso al PP es algo absolutamente coherente con mi trayectoria política.
Lo que planteé en la Ejecutiva de Ciudadanos es si el partido debía disolverse. Tengo la conciencia tranquila. Mi paso al PP es algo absolutamente coherente con mi trayectoria política Nacho Martín Blanco
P: ¿Se arrepiente de las formas?
R: Tengo una tendencia a comprender las razones del corazón de todo el mundo. Trato de ser una persona comprensiva. Trato de comprender las críticas. De mí nunca saldrá una crítica a Ciudadanos. Tengo que tratar de conciliar mi decisión personal con el respeto, la admiración y el afecto por mis excompañeros de Ciudadanos.
P: Después de varios años en el Parlament como portavoz de CS, ¿cómo se plantea el reto del Congreso, de la política nacional?
Lo vivo con ilusión. La etapa en el Parlament ha sido preciosa. He podido participar de la unidad constitucionalista frente al nacionalismo. Emprendo con mucha ilusión la aventura del Congreso, donde seguiré defendiendo lo que he defendido en Cataluña. La aventura tiene además connotaciones sentimentales. Tengo un tío bisabuelo, Vicente Martín Romera, que fue diputado a Cortes por el PSOE en 1936. Y en mi casa, la idea de ser diputado siempre ha sido vista con mucho honor y devoción.
