Publicado: 18/06/2023 18:46
El Partido Popular ha decidido erigirse como una formación con altura de Estado desde la llegada de Feijóo y en la primera oportunidad, ha querido demostrarlo. Con su apoyo a Jaume Collboni en Barcelona y a Maider Etxebarria en Vitoria, en Génova han querido hacer ver que están dispuestos a ceder su apoyo al PSOE a cambio de nada con el objetivo de que el independentismo no llegue a las instituciones.
Estas dos grandes capitales se unen a otros cinco municipios vascos, donde no gobernará EH Bildu gracias al apoyo del Partido Popular a otras formaciones. Es el caso de Durango, donde Carlos García, único concejal del PP en el municipio, ha apoyado al PNV para arrebatar la alcaldía al partido de Arnaldo Otegi.
Una acción que, irremediablemente, pone a Sánchez frente al espejo, ya que hace cinco años no dudó en apoyarse en EH Bildu y en ERC para llegar a La Moncloa. Aunque no hay que irse tan lejos para observar que el PSOE no ve con buenos ojos apoyar al PP para evitar que los partidos independentistas toquen gobierno.
Esto se ha podido ver en Santiago de Compostela, donde el bastón de mando ha caído en manos de Goretti Sanmartín, la candidata del Bloque Nacionalista Gallego (BNG). La fuerza más votada en la capital gallega fue el PP -tiene 11 actas de 25 totales-, pero en lugar de darle sus seis votos al candidato popular, el PSOE escogió apoyar a Compostela Aberta y al BNG.
El PSOE quiere desvincularse de EH Bildu de cara al 23-J
El PSOE trata ahora de desmarcarse de EH Bildu de cara al inicio de la campaña electoral tras recibir numerosas críticas por pactar con la formación durante esta legislatura. Para ello, ha evitado negociar con los abertzales en la constitución de los ayuntamientos tras las elecciones municipales celebradas el pasado 28 de mayo.
El propio Pedro Sánchez se ha encargado de manifestar este cambio de rumbo, mostrándose tajante al hablar sobre la relación de su partido con Bildu en una entrevista que ha publicado este domingo el diario El País: "La distancia que el Partido Socialista tiene respecto a Bildu es abismal". Arnaldo Otegi, sin embargo, no tiene la mismo visión. Tras el 28-M, habló en Radio Euskadi: "¿Ahora no -quieren pactar-? si llevamos cuatro años en el ayuntamiento de Iruña haciendo las cosas juntos". Después, añadió que Bildu y PSOE "han sostenido una acción de gobierno en Navarra juntos".
La estrategia de desvincularse de EH Bildu la han seguido también otras figuras importantes del socialismo nacional. El secretario de Política Federal del PSOE, Patxi López, ha recurrido a su cuenta de Twitter para hacer ver que su formación no ha pactado con Bildu tras el 28-M y lo utiliza como arma arrojadiza contra el Partido Popular: "Ayuntamientos PSOE con Bildu= 0; Ayuntamientos PP con Vox= 140".
Este giro en la comunicación del PSOE llega después de saberse que en las listas de EH Bildu para el 28-M había excondenados por crímenes de ETA, un hecho que de manera colateral ha desatado las críticas contra Pedro Sánchez. Este hecho fue criticado por la oposición en la campaña electoral de las elecciones autonómicas y municipales, en las que el PSOE sufrió un duro varapalo, por lo que en Ferraz han querido evitar que esta vinculación les afecte también de cara al 23-J.
Pese a ello, será complicado desvincular a Bildu del PSOE en el imaginario popular en tan solo cinco semanas, más aún tras escuchar las declaraciones de Francisco Martín, Delegado del Gobierno en Madrid. Sus palabras estuvieron bastante alejadas de esta nueva imagen que intentan conseguir desde Ferraz: "A lo largo de estos últimos cinco años, han hecho mucho más por todos los españoles y españolas de lo que han hecho todos los 'patrioteros'".
También dificulta que exista una desvinculación las concesiones que el gobierno socialista ha dado a Bildu para lograr aprobar su Ley de Memoria Democrática, en la que se abre la puerta a investigar torturas a etarras o los atentados de los GAL contra ETA.
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El cesarismo llevado a extremos tan ridículos como delirantes. El problema es defender a Sánchez, no respetar la memoria de las víctimas, las suyas incluidas, o proteger a los españoles. Al contrario, éstos, al igual que los de su partido, son moneda de cambio para lo que convenga al psicópata. Dejará a todos tirados con tal de satisfacer sus más bajos instintos.