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Política

La 'ley de lenguas' de Casado amarga el aniversario de la mayoría absoluta de Feijóo

La 'ley de lenguas' de Casado amarga el aniversario de la mayoría absoluta de Feijóo

"Dímelo, Alberto, ¿tenemos 38?". En la larga noche del 1 de marzo de 2009, Núñez Feijóo telefoneaba desde Santiago a Ruiz Gallardón, que seguía el escrutinio desde la sede de Génova. "Aquí dicen que incluso andas cerca de los 39", respondió el por entonces alcalde de Madrid. No se llegó a tanto, pero con los 38, Feijóo lograba la mayoría absoluta y recuperaba para el PP la presidencia de Galicia. Una jornada histórica de la que ahora se cumplen diez años. 

Pablo Casado regresa ahora a tierras gallegas para festejar el aniversario de la recuperación del que fuera  'territorio Fraga'. Feijóo ha revalidado ya tres veces esa mayoría absoluta. La última, en 2016, cuando consiguió el 47,5% de los votos y 41 escaños. Feijóo es el presidente imbatible, el referente ineludible del PP, el barón entre los barones. Bien es cierto que comparte ese título, desde hace unas semanas, con Juanma Moreno, que saltó del riesgo del precipicio a la presidencia andaluza. 

El castellano, desplazado

Llega Casado a Galicia en plena gira de su precampaña electoral abrazado a su propuesta de 'ley de lenguas', lanzada este miércoles desde Cataluña, y que ha causado escaso entusiasmo en el PP gallego. Feijóo tiene un problema con el castellano. Eso dicen al menos algunas organizaciones que militan en este campo, como 'Galicia bilingüe". El castellano resulta preterido y desplazado en ámbitos como la administración, la función pública, la educación, los rótulos... "El PP gallego o la Xunta no son capaces de enviarlos un tuit en castellano", señalan a modo de anecdótico ejemplo. 

La oposición ha aprovechado el anuncio de esta iniciativa de Casado para atacar al presidente de la Xunta. Tanto el PSOE como las diversas Mareas le exigen a Feijóo que piense en los gallegos y no a lo que le dictan desde Madrid. El presidente gallego define su política como 'bilingüismo cordial' y ha afirmado que la ley de Casado "no va dirigida a Galicia". En la cúpula de los populares gallegos no piensan igual. La consideran muy inoportuna y que alimenta los ataques en un momento crucial. 

Violencia de género

Feijóo confía en recuperar buena parte de las alcaldías importantes que perdió en 2015. El brío con el que aparecía en las encuestas se ha ralentizado. Los últimos sondeos tan sólo le conceden la 'reconquista' de Ferrol. Poco más. Incluso anuncian la irrupción de Vox al menos en dos diputaciones. Un panorama inquietante al que la 'ley de lenguas' no favorece, según estas fuentes. 

Casado felicitó a Feijóo en un tuit por el décimo aniversario de su victoria. Alabó su 'eficaz gestión' y la estabilidad que ha impreso a Galicia. Este sábado lo hará en persona. Sus relaciones se desenvuelven entre brumas de sospechas. Feijóo se ha desmarcado de varias propuestas de Casado. Primero fue con el 'Nautilus', cuando Feijóo se abrió a recibir a inmigrantes mientras el líder del PP criticaba el 'show de Sánchez'. Luego el rechazo a Vox en plenas negociaciones en Andalucía. También el desencuentro con la ley de violencia de género. 

Feijóo apuesta insistentemente por la centralidad y el distanciamiento con las posturas algo radicales que ha debido adoptar Casado para frenar a Vox. Escribidores de su corte y colaboradores del núcleo duro del presidente gallego no disimulan estos desencuentros. Piensan que si Casado no sale bien de las generales, quizás llegue la ocasión de Feijóo. Una teoría de la que se ríen en Génova. El líder gallego dejó pasar su tren cuando decidió no presentarse a las primarias. "Además, Casado ya ha dicho que ganará a la primera y que si no ocurre así, se quedará los cuatro años de mandato para los que fue elegido por los afiliados", dice uno de sus colaboradores.

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