Ayuso no cayó en la trampa del tándem García-Jacinto y Lobato se reivindicó como alternativa

El 'efecto San Isidro' se notó en el debate electoral a la presidencia de la Comunidad de Madrid. Como los chulapos que el día anterior subieron y bajaron por la pradera del Santo, los candidatos protagonizaron un choque que tuvo un inicio y un final en 'llano' y solo un pico de tensión provocado por Mónica García y Alejandra Jacinto, que acusaron a Isabel Díaz Ayuso de "dejar morir" a los ancianos en las residencias durante la pandemia. La presidencia se revolvió ante esos ataques, aunque tras la pausa a mitad del debate evitó volver a caer de nuevo en la trampa de las candidatas de Más Madrid y Podemos.

Frente a esa estrategia de choque contra la dirigente autonómica, Juan Lobato aprovechó la ocasión para reivindicarse como alternativa al PP de Ayuso. El candidato del PSOE, cuyo grado de conocimiento entre el electorado sigue siendo bajo, quiso transmitir un mensaje de "solvencia" frente a los "eslóganes" de las otras formaciones de izquierda, destacando además la experiencia de gobierno de su partido en 8 de las 10 ciudades más grandes de la Comunidad.

Rocío Monasterio, por su parte, echó en cara a Ayuso su ruptura con Vox ante la cercanía de las elecciones y sorprendió afirmando que los únicos presupuestos que ha apoyado al PP fueron posibles "porque abrieron los bares". Pidió además un "Vox fuerte" para influir en la siguiente legislatura y, como hace dos años, volvió a centrar su discurso en la inseguridad en las calles "por culpa de los menas".

La sanidad, el momento más tenso

También como en el debate de 2021, la gestión sanitaria provocó el enfrentamiento más duro entre Isabel Díaz Ayuso y la oposición. El momento más tenso del debate se inició cuando Alejandra Jacinto ofreció a Isabel Díaz Ayuso un ejemplar de 'Morirán de forma indigna', un libro escrito por el exconsejero de Políticas Sociales de Ciudadanos, Alberto Reyero, sobre la gestión de las residencias de ancianos.

La presidenta de la Comunidad de Madrid visiblemente enfadada, pidió a la candidata de Podemos que "no invadiera" su espacio en el atril y criticó que los partidos de izquierda le acusen de las muertes durante la pandemia.

La candidata morada, y también Mónica García, acusaron a Ayuso de "dejar morir" a los ancianos en las residencias durante la pandemia. Además, la líder de Más Madrid -que también volvió a recordar que es médica- reivindicó las manifestaciones de hace unos meses ya firmó que el 28-M los madrileños decidirán "entre Ayuso y la sanidad" y recordó, hasta en dos ocasiones, el contrato del gobierno regional con el hermano de Ayuso.

Ese episodio también quedó reflejado en la camiseta de Alejandro Jacinto, en la que podía leerse la frase de Pablo Casado en COPE en contra de ese contrato y una foto del hermano de la presidenta. Juan Lobato no entró en el ataque personal sobre la gestión sanitaria, aunque sí que "a cambio de una rebaja de impuestos de 50 euros, los madrileños tienen que pagarse un seguro privado".

El candidato del PSOE y Rocío Monasterio también protagonizaron, en este bloque, un choque a cuenta de las ayudas públicos a los menas frente a la pensión de los mayores. Una referencia que también enfadó a Ayuso: "Relacionar siempre la inmigración con la delincuencia es realmente durísimo, una falta de respeto y una gran mentira. Entérese de que somos una comunidad donde no hay forasteros, no hay charnegos, en Madrid todos somos madrileños desde el primer día".

Sánchez y Yolanda Díaz, 'presentes'

En el primer bloque temático, dedicado a la economía, Juan Lobato aprovechó para reivindicar las subida de las pensiones a los jubilados aprobada por el Gobierno de Pedro Sánchez. También acusó a Isabel Díaz Ayuso de no ejecutar el dinero que da el Ejecutivo central al regional para la construcción de vivienda, recordando además que el PSOE gobierna en 8 de las 10 grandes ciudades de la Comunidad.

Si el candidato socialista defendió al presidente del Gobierno, la líder de Más Madrid hizo lo propio con la vicepresidenta, Yolanda Díaz. Más allá de reivindicar la reforma laboral aprobada por la también ministra de Empleo, Mónica García recurrió en muchas ocasiones a una coletilla habitual de Díaz en el Congreso, sobre todo en sus cara a cara con el exsecretario general del PP, Teodoro García Egea: el "le voy a dar un dato" fue de lo más escuchado durante todo el debate.

Isabel Díaz Ayuso, por su parte, defendió un "Madrid abierto con menos impuestos frente a las políticas de la izquierda que intentan “empobrecer masivamente” para crear la “cultura directa de la dependencia”. Recordó, en este sentido, que "casi la mitad de los sueldos de todos los españoles se las lleva el Gobierno en impuestos y en burocracia" e insistió en su oposición al Impuesto de Patrimonio de Sánchez.

La presidenta regional, además, garantizó que no aplicará la Ley de Vivienda de Sánchez dentro de los márgenes legales y que no va a fomentar la ocupación. Insistió, además, que la próxima será la legislatura de la vivienda en Madrid: "Voy a poner más viviendas con el Plan Vive y el plan de alquiler joven. Para eso hemos liberado suelo, fomentamos la colaboración público- privada y no insultamos a las empresas a las que llama la izquierda 'los del ladrillazo'. Tampoco con la ley de Sánchez y Bildu, que interviene los precios de los pisos y fomenta la ocupación".

La referencia a Bildu y ETA

Como habían anunciado desde su equipo, Isabel Díaz Ayuso también hizo mención a las listas de Bildu con terroristas y a la pasividad de Pedro Sánchez en esta polémica: “El 28 de mayo hay que decidir entre una comunidad ambiciosa gestionada por el Partido Popular o los que proponen subir impuestos, votar a ETA o dar las casas a okupas”.

El 28 de mayo hay que decidir entre una comunidad ambiciosa gestionada por el Partido Popular o los que proponen subir impuestos, votar a ETA o dar las casas a okupas

También atacó al Gobierno por el escándalo del Tito Berni o las políticas del Ministerio de Igualdad: "Estarán conmigo que casos como el Tito Berni, Tito Berni o, por ejemplo, proponer un tinder público, que no la abran, señores, porque es una planta carnívora contra ustedes, … no son las mejores medidas precisamente para ayudar a las mujeres, que nos tratan como si necesitáramos una ventanilla única y si fuéramos un colectivo cuando somos más de la mitad de la población".

En este apartado, Rocío Monasterio, que se mostró bastante beligerante contra Ayuso, aprovechó para equiparar a la presidenta regional con Irene Montero: "Aquí hay que sacar también las leyes de la izquierda. Ayuso fue la precursora de Irene Montero con la ley trans de la Comunidad de Madrid, aprobada en 2016, y que la presidenta regional se ha negado a retirar".

La candidata de Vox, además, recordó las "44 leyes de Vox tumbadas por el PP con la izquierda" y reprochó a Ayuso que haya puesto distancia con su partido al final de la legislatura: "Se cortó con nosotros cualquier comunicación. Ni responden a los mensajes".

Lobato aprovechó la oportunidad

Si Monasterio fue la única que apostó por el intercambio de golpes en el bloque de la derecha, lo cierto es que los tres candidatos de izquierda sí que se enzarzaron entre ellos en medio de la disputa existente por convertirse en la referencia como alternativa a Ayuso.

Ese papel lo ostenta ahora Mónica García y la líder de Más Madrid fue el blanco principal de los reproches de Alejandra Jacinto, que la echó en cara haber hecho oídos sordos a la propuesta de Podemos para concurrir juntas a estas elecciones.

Juan Lobato, por su parte, aprovechó la oportunidad para darse a conocer y diferenciarse del estilo de las otras dos candidatas de izquierda: "Ya hay muchos opositores y agitadores en la Comunidad de Madrid. Pero necesitamos sensibilidad y solvencia. Experiencia de gestión. No se puede cambiar Madrid con eslóganes pero sin programa".

Ya hay muchos opositores y agitadores en la Comunidad de Madrid. Pero necesitamos sensibilidad y solvencia. Experiencia de gestión. No se puede cambiar Madrid con eslóganes pero sin programa

El candidato del PSOE, de hecho, fue el único que apeló directamente a los madrileños en su discurso final -"esta noche he hablado para vosotros"-, frente a una Mónica García que citó la frase del filósofo Herbert Marcuse que convirtió en lema el Ché Guevara -"Seamos realistas, pidamos lo imposible"- y una Alejandra Jacinto que afirmó que se presentaba por el futuro de su hija.

Ayuso en su despedida, pidió votar "con ganas de Madrid" el 28-M y Rocío Monasterio volvió a alertar de la inseguridad en la Comunidad. Cuando los focos se apagaban, Ayuso y Lobato se despidieron con mucha complicidad, que contrastó con la frialdad mostrada en el saludo entre la presidenta y Mónica García.

Ambos -Ayuso y Lobato- coinciden en haber logrado el objetivo marcado: la primera no perder el debate ni los nervios frente a los ataques de García y Jacinto; y el segundo reivindicarse como alternativa. En Sol, sin embargo, creen que ninguno de los rivales de la presidenta ha salido ganando tras el debate: "Era la última oportunidad de todos contra Ayuso. Fracaso".