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Política

Casado abordará el debate como un 'cara a cara' con Sánchez

Pablo Casado.

Pablo Casado no le concede la trascendental importancia con la que algunos medios adornan el debate televisivo del próximo día 23 en los platós de Atresmedia. Su equipo de campaña aprovechará la tregua de la Semana Santa para preparar la estrategia de este combare en el plató, considerado en ciertos medios como 'definitivo' para el resultado que arrojen las urnas este 28-A. Buena parte de ese 40 por ciento de indecisos que prevé el CIS pueden orientar su voto una vez celebrado el debate, apuntan. 

A Casado le preocupa lo justo, comentan en su entorno. Conoce sobradamente a Pedro Sánchez, sabe sus trucos, sus puntos débiles, recita consignas que otros le escriben, pura hojarasca verbal. "Siempre ha perdido los enfrentamientos dialécticos con Pablo en el Congreso", señalan estas fuentes. El formato, no obstante, favorece al líder socialista. "Por eso ha evitado los otros formatos y los otros platós", añaden.

El único rival, un sólo enemigo

Es evidente que Sánchez intentará aparecer como el "candidato de la moderación frente al trío de la derecha, que la emprenderán a golpes entre ellos", señalan estas fuentes. No ocurrirá tal cosa, al menos desde la perspectiva del candidato del PP. Casado tiene muy claro que "su único rival es Sánchez, que es el enemigo, pero no del PP, sino de quienes defienden la España que ahora tenemos, la de la transición, la de la Constitución, la de la democracia", añaden. 

En Génova no le van a hacer el juego a la estrategia de Sánchez. Casado lo tiene muy claro, comentan. Irá al debate como a un 'cara a cara' con Sánchez, un pulso entre los dos únicos aspirante con posibilidades de ser presidentes. Hacer otra cosa, apuntan estas fuentes, sería como servirle en bandeja al PSOE uno de sus escenarios más buscados, el de las 'tres derechas' sacudiéndose verbalmente ante diez millones de espectadores.

Las primarias de la derecha

La campaña entra en una fase de distensión con motivo de las celebraciones religiosas. La atonía que pretende Sánchez, que se oculta, no sale a la calle, apenas aparece, tan sólo en lugares cerrados y con un público adicto. El PSOE busca el error del contrario, esas "primarias de la derecha", como califican a estas generales. De ahí que le concedan enorme importancia al debate televisivo. Dan por hecho que los líderes del PP de Cs y de Vox 'den un espectáculo'. Esto es, que se desacrediten en público.

Casado ni se lo plantea. Le concede a este episodio televisivo la importancia justa. Insistirá en su idea de que lo que realmente está en juego en estas elecciones es el futuro de la España tal y como la conocemos y no dedicará ni medio minuto a litigar con los partidos constitucionalistas, "Todo el foco sobre Sánchez, que es lo que toca, lo que corresponde", apuntan. La estrategia del candidato popular está por definir, pero de entrado, la línea maestra irá por esa vía. "Sánchez, Sánchez y sólo Sanchez". 

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