Política

Sánchez desprecia a Ayuso y baraja enviar al 2 de mayo solo al delegado del Gobierno

El núcleo duro de Moncloa analiza si el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, invitado por la Comunidad de Madrid, hace acto de presencia

Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso, en Moncloa.
Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso, en Moncloa. EUROPA PRESS / J. Hellín. POOL .

De un tiempo a esta parte, cada 2 de mayo se celebra el día de los golpes entre la Comunidad de Madrid y el Gobierno de España. Según fuentes gubernamentales consultadas por Vozpópuli, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, baraja enviar 'solo' al acto institucional en la Puerta del Sol al delegado del Gobierno, Francisco Martín. La polémica está servida tras el incidente que protagonizó el año pasado el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, en la tribuna de autoridades, a la que intentó subir sin la autorización del equipo de protocolo de la Puerta del Sol.

Fuentes del Ejecutivo regional explican que este martes remitieron sendas invitaciones al propio Martín, quien ya confirmó su asistencia este miércoles, y al ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, quien aún no se ha posicionado. La Comunidad de Madrid ha vuelto a cursar este miércoles la invitación al ministro canario para estar seguro de que la ha recibido. El núcleo duro de Moncloa explica, en conversación con este diario, que la invitación a miembros del Consejo de Ministros será "analizada" en las próximos días. De manera que, en caso de que Torres finalmente no acuda, Sánchez despreciará al Ejecutivo autonómico al dejar al mínimo posible la representación del Gobierno central.

La Comunidad de Madrid invitó el año pasado a la ministra de Defensa, Margarita Robles, y a la entonces titular de Política Territorial, Isabel Rodríguez, pero no a Bolaños. Robles acudió y Rodríguez se ausentó. Pero el ministro de Presidencia, que apareció por sorpresa, se extralimitó al intentar subir a la tribuna de autoridades, a la que no pudo acceder por carecer de invitación oficial. La ministra Robles observó el rifirrafe desde la tribuna. Pese a ello, el equipo de protocolo le buscó una silla en lugar preferente. Cabe reseñar que el ministro Torres no puede delegar ahora su representación en otro ministro, ya que esta prerrogativa solo la tiene el presidente del Gobierno, quien no ha sido invitado.

La guerra Moncloa-Sol

La tensión entre el Ejecutivo y la Comunidad de Madrid está en máximos, especialmente desde el estallido de las informaciones sobre la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, y la pareja de la presidenta madrileña, Alberto González Amador. Los equipos de Moncloa y Sol están enfrascados en una guerra sin cuartel. Ambos asuntos se ha convertido en el arma preferida de PSOE y PP para atizarse en las sesiones del Congreso de los Diputados. Es más, Moncloa recurre a Ayuso cada vez que tiene ocasión.

El entorno del ministro Bolaños resta importancia al hecho de que la Comunidad de Madrid no haya cursado invitación para él. De hecho, titular de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes participará ese día en Sevilla en el primer Congreso Internacional sobre Ciberdelincuencia, organizado por el colegio de abogados de la capital hispalense y la Universidad Pablo de Olavide. El equipo de Bolaños asegura a este diario que el acto de 2 de mayo no es para nada una prioridad del ministro.

Sánchez ya castigó en su día a Bolaños por aquel incidente. El presidente evitó entonces entrar al choque con Isabel Díaz Ayuso y no le defendió. Es más, lanzó un mensaje ambiguo que se pudo interpretar como tirón de orejas de ambos: "Lo relevante es siempre respetar las reglas, porque si no se respetan, quien no las respeta pierde toda razón".

En Moncloa lamentaron la torpeza de Bolaños, porque solo sirvió para inflar a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, en plena precampaña de las elecciones municipales y autonómicas del 28-M en las que el PP arrasó. Aquella pasada de frenada, como algunos socialistas recuerdan el incidente, le supuso el ostracismo. Desde entonces, Bolaños perdió peso.

No solo dentro del Gobierno, sino durante la campaña electoral de aquellas elecciones, en las que apenas tuvo actos. Es más, tuvo que salir del foco tras estallar el escándalo de supuesta compra de votos del PSOE en Mojácar (Almería), porque apareció por redes un vídeo de una intervención suya en aquella agrupación junto al cabecilla de la trama.

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