La Policía permitirá que Mercadona denuncie los hurtos desde sus propios ordenadores

Los ladrones que pretendan robar productos en cualquier establecimiento de Mercadona lo tendrán más difícil de ahora en adelante. O, mejor dicho, estarán más expuestos a ser denunciados por hurto. Porque la cadena dirigida por Juan Roig y la Policía Nacional han firmado un convenio para conectar sus bases de datos y que los empleados de los supermercados puedan poner los hechos en conocimiento de las autoridades sin salir del local. Así consta en la resolución firmada entre ambas partes consultada por Vozpópuli.

El acuerdo se integra en una instrucción aprobada por la Secretaría de Estado de Seguridad -del Ministerio del Interior- el 7 de septiembre de 2020, para poner en marcha un protocolo de denuncias “in situ”. Así, los empleados de seguridad de determinados establecimientos podrían denunciar los hurtos cometidos en sus locales sin tener que acudir a una comisaría de Policía o que los agentes acudan al lugar de los hechos.

La puesta en marcha de este protocolo atendía a una razón evidente: fomentar que todo hurto fuese denunciado, frente a las molestias que supone un desplazamiento a cualquier comisaría, lo que a su vez resta productividad a los empleados de los supermercados. “Estos desplazamientos y la inversión de tiempo y recursos a emplear en dicha tarea, además de acarrearles la consiguiente disminución de productividad, también puede tener el perverso efecto de desincentivar su voluntad de denunciar”, reza el convenio suscrito entre la Policía y la cadena de supermercados, publicado en el BOE de este martes.

Mercadona pagará 14.000 euros el primer año

Pero para poder acogerse a estas facilidades es necesario disponer de un departamento de seguridad formalmente constituido, con un acceso securizado de sus propios sistemas informáticos a los de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Ese es el caso de Mercadona: “Desde hace años dispone en su intranet de una aplicación propietaria en la que, a efectos de análisis interno de riesgos de seguridad y gestión de la misma, los responsables de cada establecimiento, sus empleados o el personal de seguridad privada que hayan sido habilitados para acceder deben ya registrar una parte importante de los datos propios”, detalla el documento.

La Policía pretende extender esta iniciativa a otros establecimientos comerciales para que redunde “en una mejora para la seguridad de la ciudadanía por el efecto disuasorio”

Tras comprobar que la base de datos de Mercadona cumple con los requisitos establecidos, el director de la Policía, Francisco Pardo Piqueras, ha dado luz verde a que establezca una conexión directa con el cuerpo policial: “A corto plazo es voluntad de ambas partes aplicar soluciones técnicas ya existentes que, con las debidas garantías de seguridad, permitirían interconectar la intranet de Mercadona con el sistema de denuncias telemático de la Policía Nacional y posibilitar la automatización del volcado unidireccional de datos desde su Aplicación hacia la ya dispuesta por dicho cuerpo policial para todo el sector comercial”.

La intención de la Policía es extender esta iniciativa a otros establecimientos comerciales, al considerar que redundaría “en una mejora para la seguridad de la ciudadanía por el efecto disuasorio” que supondría ante los ladrones. Mercadona, por su parte, tendrá que abonar un máximo de 14.000 euros durante el año de la puesta en marcha del sistema y otros 4.000 anuales en los ejercicios posteriores, que se destinarán a actualizar y mantener las aplicaciones informáticas de la Policía Nacional que se requieren para la aplicación del protocolo.

Los hurtos preocupan a los supermercados

La compañía valenciana ha encontrado en este acuerdo la forma más efectiva de proteger al máximo sus tiendas y al personal de las mismas, toda vez que su último proyecto, relacionado con la instalación de unas cámaras de detección facial, terminó con el pago de una sanción de 2,5 millones de euros a la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD).

En concreto, en julio de 2020 Mercadona anunció la instalación de un sistema de detección facial en 40 de sus tiendas, basado en cámaras que funcionaban a través del reconocimiento de rasgos físicos y que, según explicó la compañía, detectaban exclusivamente a las personas con sentencia firme y medida cautelar de orden de alejamiento del establecimiento o alguno de sus trabajadores, destruyendo las imágenes en 0,3 segundos tras cotejarlas con su propia base de datos, y notificándolo, si era el caso, a la Policía. Tras iniciar la AEPD una investigación de oficio por vulnerar la protección de datos, la cadena dio por concluido este proyecto piloto y pagó la sanción propuesta.

Con este nuevo convenio con la Policía, Mercadona confía en poder reforzar la seguridad tanto del personal de vigilancia como de los clientes que acuden cada día a sus supermercados. Los hurtos son, de hecho, una de las preocupaciones del sector, que calcula un impacto aproximado en sus cuentas por estas pérdidas de 1.515 millones de euros el año pasado. No obstante, su incidencia ha bajado durante los últimos años. Según los datos hechos públicos en el último informe de Aecoc y Deloitte, publicado el pasado jueves, en 2021 se produjeron 490.000 delitos comerciales, un 30% menos que antes de la pandemia.

“Los datos evidencian que la mayoría de los delitos en comercios los cometen profesionales, por lo que es imprescindible avanzar en herramientas legales disuasorias y que faciliten a las empresas la identificación y denuncia de los responsables, como el protocolo de denuncias in situ”, explicaba el responsable del área de Prevención de la Pérdida Desconocida de Aecoc, Leandro Fernández. El informe de la patronal de gran consumo y la consultora evidencia que las categorías de productos más afectadas por el hurto son las de mayor valor y salida comercial en mercados “paralelos”. Por citar varios ejemplos: en alimentación, las categorías con mayores ratios de hurto son el alcohol, las conservas y los chocolates; en textil, figuran los complementos, el calzado, los abrigos o las réplicas de equipaciones de fútbol.