Unidas Podemos reta a Pedro Sánchez y votaría 'no' en el Congreso al envío de tropas a Ucrania, según avanzan a Vozpópuli fuentes parlamentarias moradas. No obstante, en el partido capitaneado por Ione Belarra esperan no llegar a ese escenario: "Sería un disparate", zanjan estas mismas fuentes. Lo cierto es que la formación está engrasando su discurso antiOTAN tras criticar el despliegue militar español ofrecido por la ministra de Defensa, la socialista Margarita Robles.
Eso sí, los morados celebraron este lunes que el PSOE haya rebajado el tono sobre la crisis abierta en el Este de Europa. Y es que consideran que ha sido gracias a su presión. Los decibelios subieron mucho el pasado fin de semana, cuando Podemos y el resto de socios del Gobierno remitieron un manifiesto en contra de la movilización militar de España en el marco de la OTAN y el exlíder Pablo Iglesias cargó contra la titular de Defensa y contra la Alianza Atlántica con una dureza inusitada.
En Podemos sentó muy mal el ofrecimiento militar de Robles de adelantar el envío de dos buques, previsto con anterioridad a la crisis con Rusia, así como el ofrecimiento de enviar varios cazas a Bulgaria para disuadir a Moscú de invadir Ucrania. Altos dirigentes morados comentan en privado que el lado socialista del Gobierno no les informó de los planes de Defensa y aunque entienden que los ministerios de Estado son cosa del PSOE, en verdad esperaban algún gesto por ser "el mismo Gobierno".
Un partido desairado por el ofrecimiento de Robles
Además, estos mismos cargos aseguran que sus socios en ningún momento les han pedido rebajar el tono de sus críticas para evitar comprometer las relaciones exteriores de España. En plata: el PSOE, según los morados, no teme que la línea contraria a la OTAN de Podemos afecte a la imagen del país ante Estados Unidos y el resto de socios de la Alianza.
El quid del asunto ucraniano en el devenir del Gobierno de coalición es el seguidismo que, consideran en Podemos, ha hecho el presidente del Gobierno de Estados Unidos. Eso, sumado a que ese viraje atlantista estaría encaminado a garantizar la presencia de Joe Biden en la cumbre de la Alianza que se celebrará este año en Madrid, ha sacado de quicio al socio menor.
Más allá de que Podemos no tenga aprecio por la OTAN, lo cierto es que ha terminado reconociendo que, dado que forma parte del Gobierno, está obligado a cumplir con los acuerdos internacionales del país. Y eso incluye el papel de España en la Alianza. Además, en el cuartel general morado eludieron pronunciarse este lunes sobre si sacarían o no al país de la OTAN: "El debate ahora no es ese. Si algún día se abre, pues manifestaremos nuestra opinión", reiteró el portavoz, Pablo Fernández.
Las pistas sobre la posición morada respecto a la Alianza Atlántica las da el propio programa electoral del partido para las elecciones del 10-N, donde apostó por un "desplazamiento progresivo del espacio atlántico (OTAN) al europeo (PCSD), evitando duplicidades". Algo que, según fuentes gubernamentales de Podemos, significa caminar hacia la salida de todas las tropas estadounidenses de suelo europeo.
Ya en 2014, antes de que Podemos entrara en el Congreso de los diputados, el exlíder Pablo Iglesias apostó por sacar a España de la OTAN mediante un referéndum. Pero no solo, también se inclinó por romper el convenio de Defensa con Estados Unidos, el salvoconducto que permite la presencia de militares de Estados Unidos en las bases de Rota (Cádiz) y Morón (Sevilla).
Mientras, la lideresa in pectore de Unidas Podemos, la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, mantiene un calculado silencio sobre el asunto. En verdad, el 'no a la guerra' como elemento de presión morada al PSOE la pone en un aprieto.
Ella es consciente de que la política de Estado, como las relaciones exteriores, las dirige el presidente en persona. Pero también sabe que es la líder de un espacio político y que, dado que pretende iniciar un proyecto de escucha para construir una candidatura, debería tomar partido de alguna forma. El envite de Podemos en la política internacional del Gobierno sigue su curso.