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Podemos sube la tensión con el PSOE: cree que sus últimos anuncios son electoralismo

Los morados ven cómo los socialistas les quieren robar algunas banderas: la prostitución y la derogación de la reforma laboral y la ley mordaza

Podemos sube la tensión con el PSOE: cree que sus últimos anuncios son electoralismo
Los portavoces de Podemos Pablo Fernández e Isabel Serra, este lunes en la sede de Podemos, en Madrid.

La tensión entre Podemos y PSOE cada día va a más. Los morados no han encajado muy bien los últimos anuncios del presidente del Gobierno en la clausura del 40 Congreso federal socialista: la abolición de la prostitución y la derogación de la ley mordaza y de la reforma laboral del PP. No porque no los compartan, si no porque los ven electoralistas y no se fían de Pedro Sánchez, a quien exigen pasar "de las palabras a los hechos".

Todavía quedan más de dos años para que la Legislatura llegue a su fin y los españoles sean llamados a las urnas si no hay un adelanto electoral. Pero en Podemos, según reconocen algunos morados consultados, cunde la sensación de que el PSOE está tratando de robarles algunas de sus tradicionales banderas para perjudicarles electoralmente. Especialmente después de que la subida del salario mínimo y la Ley de vivienda hayan calado como medallas moradas.

Por eso, este lunes, Podemos se ha puesto serio y ha elevado el tono con respecto a sus socios: "Bienvenidos los anuncios, igual que la derogación de la ley mordaza o de la reforma laboral. Pero vamos tarde con los tres. Tarde porque durante todos los años de la democracia el partido que más ha gobernado, el PSOE, no ha hecho nada", ha espetado la portavoz morada, Isabel Serra.

Lo cierto es que Sánchez ha dado con un tema, la abolición de la prostitución, que ha pillado a Podemos a pie cambiado

Lo cierto es que Sánchez ha dado con un tema, la abolición de la prostitución, que ha pillado a Podemos a pie cambiado, porque la postura oficial del partido no la menciona. El asunto genera grandes discrepancias en la izquierda —y en el propio movimiento feminista— entre los partidarios de regularla y de prohibirla. Y eso que el propio Sánchez ha dicho que espera contar con el apoyo de sus socios tras hablar con la ministra de Igualdad, Irene Montero.

Es más, Serra ha señalado a Felipe González un día después de que Sánchez se abrazara a el expresidente del Gobierno en el cierre del cónclave socialista. Y todo por la prostitución: "En el año 1995, Felipe González acaba con la prohibición de la tercería locativa [lucro por alquilar un espacio donde se prostituye a una persona] y permite su impunidad, que es lo que favorece a la industria proxeneta. Lo que consideramos es que para poner fin a la explotación de las mujeres lo que hay es que decididamente poner fin a la industria proxeneta".

Igual de contundente con los socialistas se ha mostrado el otro portavoz morado, Pablo Fernández, sobre la derogación de la Ley mordaza, que también anunció Sánchez en Valencia. Además, ha recalcado que Podemos y PSOE tienen "voluntades diferentes".

"Llevamos, desde que entramos en el Gobierno, con la derogación de la Ley mordaza como objetivo prioritario. Y seguimos teniendo la misma voluntad de la que ha adolecido el PSOE. Es una muestra más de cómo los cambios que precisa la sociedad son ralentizados por el PSOE. El hecho de que ahora Pedro Sánchez exprese su voluntad de acometer la derogación es una buena noticia, pero ya no hay excusas", ha zanjado el portavoz morado.

Podemos dice que el acuerdo para poner fin a la Ley mordaza está casi cerrado y que si el PSOE quiere se puede alcanzar en días. El gran escollo, no obstante, siguen siendo las devoluciones en caliente de inmigrantes indocumentados, ya que el ministerio del Interior, que dirige Fernando Grande-Marlaska, quiere que se mantengan los criterios que avaló el Tribunal Constitucional basándose en un pronunciamiento de febrero de 2020 del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

La derogación de la reforma laboral, cosa de Podemos

Del mismo modo, la derogación de la reforma laboral, también cacareada por el reelegido secretario general del PSOE, ha encendido a Podemos. Los morados han marcado territorio y han dejado claro que ese asunto se cocina en el Ministerio de Trabajo, capitaneado por Yolanda Díaz y que cualquier avance en ese campo, el otro caballo de batalla en el seno de la coalición, será solo mérito suyo.

"Somos ambiciosos y creemos que antes de final de año podrán estar culminados los trabajos de una derogación de la reforma laboral en la que vamos a abordar una modernización inédita hasta ahora de nuestro mercado de trabajo", ha detallado Pablo Fernández. No obstante, el contenido de esa reforma está comprometido con Bruselas. Además, el broche de la derogación es el moméntum que algunos morados ven factible para que la ministra de Trabajo presente en sociedad su "frente amplio".

La guerra de venta de logros a la opinión pública se recrudece por momentos. Una vez superada la emergencia de la pandemia, el Gobierno ha activado las luces largas para lo que queda de Legislatura. Por eso, ambos socios compiten con intensidad.

Pese a que Sánchez ha bendecido este lunes los planes de la vicepresidenta para aglutinar al espacio a la izquierda del PSOE en ese "frente amplio", el presidente del Gobierno activará pronto la orden de ataque hacia la que considera una de sus mejores ministras. Pero Díaz será, ante todo, su gran rival en las elecciones de 2023.

Y es que en Podemos, además, han recuperado el anhelo de 'sorpassar' al PSOE, que han dejado por escrito en su 'Brújula para ganar esta década', la gran conclusión del cónclave morado de Rivas Vaciamadrid (Madrid) que han publicado este lunes: "Nos marcamos hoy un ambicioso horizonte de país para alcanzar en esta década. Y afirmamos hoy que la condición indispensable para que esta utopía posible pueda hacerse realidad es encabezar el Gobierno de España como fuerza mayoritaria". Más leña a la tensión.

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