España

Podemos nombrará a Lilith Verstrynge secretaria de Estado en lugar del líder del PCE

La secretaria de Organización de los morados es un valor al alza del partido. El movimiento marca a Yolanda Díaz, al mover a su gran pilar, Enrique Santiago

Terremoto en la izquierda. Podemos nombrará a su secretaria de Organización, Lilith Verstrynge, secretaria de Estado de Agenda 2030 en sustitución del líder del Partido Comunista de España, Enrique Santiago según ha adelantado La Información y ha confirmado este diario por fuentes de Podemos. La llegada de Verstrynge al Gobierno, un valor al alza del partido, marca a Yolanda Díaz, ya que mueve a uno de sus grandes pilares.

Verstrynge, hija del político Jorge Verstrynge, de 30 años, llega al Ejecutivo para "reforzar el enfoque feminista y ecologista de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el perfil internacional del Ministerio de Derechos Sociales", según fuentes oficiales de Podemos. La secretaria de Organización cobrará en su nuevo puesto más de 120.000 euros brutos anuales.

Podemos quiere reorganizar sus equipos ministeriales para abordar el final de la legislatura y encarar el próximo ciclo electoral. Santiago, según el partido, "pasará a reforzar el trabajo del grupo parlamentario ante un final de la legislatura en el que se van a negociar en el Congreso muchas leyes clave para el Gobierno de coalición".

"Una humillación"

El equipo de Belarra despide al líder del PCE agradeciéndole los servicios prestados: "En el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 consideran que Santiago ha realizado un excelente trabajo al frente de la Secretaria de Estado para la Agenda 2030", zanjan los morados.

Lo cierto es que el movimiento se lee en algunos sectores de la izquierda a la izquierda del PSOE como "una humillación". Quien fue secretario general de Podemos en Madrid, Ramón Espinar, cree que el fin de Santiago, cesado por la líder de Podemos, Ione Belarra, es "una de las mayores humillaciones" de la historia del PCE.

Lo cierto es que en Podemos hay cierto malestar con el perfil de Santiago. No obstante, el secretario general del PCE, reelegido en un congreso este mes de julio, fue el único máximo dirigente de un partido que se sentó en el acto de estreno de 'Sumar', el proyecto político de la vicepresidenta segunda del Gobierno y líder morada en Moncloa, Yolanda Díaz. Y eso que la propia 'dama roja' se encargó de comunicar personalmente al resto de líderes de la izquierda, desde Alberto Garzón e Ione Belarra, hasta Ada Colau o Mónica García, que se abstuvieran de acudir al arranque de su "proceso de escucha".

Un PCE, herido

Lo cierto es que el Partido Comunista está herido. El último navajazo se lo llevó en las elecciones autonómicas de Andalucía. Cuando el 19 de junio se cerraron las urnas, el histórico Partido Comunista de Andalucía, centro de gravedad de los comunistas españoles, se quedó sin un solo diputado en el parlamento andaluz por primera vez desde 1982.

Y es que se los cinco diputados que cosechó la coalición Por Andalucía, tres fueron independientes de Podemos, uno fue de Más País (Esperanza Gómez) y el último fue la candidata, Inmaculada Nieto, de Izquierda Unida. El cabreo entre los comunistas andaluces es monumental, porque fueron los de Toni Valero quienes organizaron la campaña y articularon el frente amplio. Todo un fiasco que ahora se replica con la salida de Santiago del Gobierno.

Santiago, uno de los grandes aliados de Díaz, que se encuentra de viaje oficial en Estados Unidos, sale justo cuando su referente está fuera de España. Todo un hachazo. El nombramiento está previsto que se materialice en el consejo de ministros del próximo martes 26 de julio.

La pelea de Podemos

Más allá de la salida de Santiago,  la 'dama roja' enfrenta otro problema político. Podemos se atribuyó el 'giro social' de Sánchez. En parte, el presidente les reforzó no solo ante el electorado progresista, sino también ante la propia Yolanda Díaz, con quien los morados mantienen una guerra fría por la línea política de Sumar y por su posición en el futuro frente amplio.

Podemos quiso atar a Yolanda Díaz en corto un día después del estreno del proceso de escucha de Díaz. La secretaria general morada, Ione Belarra, marcó línea social al Gobierno y, de paso, metió a la vicepresidenta segunda en el círculo morado para incidir en la línea de autorreivindicación del partido que gira en torno al 'somos imprescindibles'. Ahora, que Sánchez haya agarrado las propuestas moradas legitimarán la presión de Podemos sobre Díaz para influir en su línea política.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra. EUROPA PRESS

Pese la guerra fría que Yolanda Díaz vive con Podemos por el papel de los morados en su futuro proyecto, la 'dama roja' limó asperezas con el núcleo duro del partido el pasado lunes, donde participó en un curso de verano organizado por los de Ione Belarra en la Universidad Complutense llamado 'La guerra que lo cambió todo: soberanía energética, geopolítica y nuevos derechos'.

Díaz loó la esencia de los morados y de su 'mentor' Pablo Iglesias a quien reconoció su labor poniendo patas arriba el sistema político y resquebrajando el bipartidismo. En verdad, Díaz intenta una suerte de Podemos 2.0. No en su funcionamiento ni en sus formas, pero sí en su origen. La 'dama roja' intenta crear un 15-M casi imposible, intentando conectar con la sociedad a golpe de escucha y de asamblea.

Cabe recordar que la situación interna de la izquierda a la izquierda del PSOE es crítica. Los puentes entre Podemos e Izquierda Unida están rotos. La ministra de Igualdad y número dos morada, Irene Montero, desoyó la petición de los de Alberto Garzón de cesar a su jefa de gabinete, Amanda Meyer -destacada dirigente de IU en Andalucía- tras las elecciones autonómicas del 19-J. La salida de la hasta ahora de segunda es consecuencia de la "traición" que sintieron los morados en la formación de la coalición electoral que encabeza Inmaculada Nieto. Santiago es la segunda víctima que se cobran los morados.