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España

Aprobada la renovación del TC con el voto "en conciencia" de solo once diputados

El socialista Odón Elorza reconoce que no ha apoyado al candidato del PP

El diputado del PSOE Odón Elorza, el pasado 4 de noviembre, en el Congreso. EFE

Renovación con polémica. El polémico candidato del PP para renovar el Tribunal Constitucional Enrique Arnaldo ha contado con once votos de diputados menos de los esperados. El socialista Odón Elorza ha sido el único que ha anunciado públicamente en Twitter su 'no' al jurista afín a los populares sobre el que pesa un currículum repleto de incompatibilidades.

Además, fuentes del PSOE confirman a este diario que otros dos de sus diputados no han respaldado a Arnaldo: el exministro José Luis Ábalos, por error, y el diputado extremeño Manuel Sánchez Escobar, también por error. No obstante, el jurista afín al PP ha cosechado el respaldo de 232 diputados de los 249 diputados que han emitido su voto, ocho votos en blanco y uno nulo.

El problema es que la suma de diputados de los tres partidos que han pactado su nombramiento (PSOE, PP y Podemos) y cuyos votos eran esperables es de 242, uno más contando al representante de Foro Asturias.

Además de Arnaldo, Concepción Espejel, con 237 votos; Inmaculada Montalbán, con 240 votos, y Juan Ramón Sáez Valcárcel —afín a Podemos—, con 240 votos, se sentarán en el Constitucional. También se han registrado 8 votos en blanco y 1 voto nulo.

Fuentes de la dirección parlamentaria del grupo socialista explican a Vozpópuli que estudiará en los próximos días el caso de Elorza y tomará una decisión al respecto. Sobre el diputado socialista puede recaer una sanción de hasta 600 euros, puesto que los estatutos del partido dejan claro que los miembros del grupo parlamentario están sujetos a "unidad de acción" y a "disciplina de voto".

La votación, que ha terminado este jueves a las 13.00 y que ha sido secreta y telemática, ha generado grandes tensiones en PSOE y Podemos. Es más, los morados enfrentan un problema de coherencia. El partido de Ione Belarra ha sido adalid de la regeneración democrática desde su irrupción como fuerza política hace siete años.

Por eso, la orden de votar a favor de Arnaldo, un candidato propuesto por el PP para renovar el Tribunal Constitucional con un perfil profesional plagado de incompatibilidades, ha generado una gran controversia entre más de una decena de diputados de la formación, según explicaron fuentes parlamentarias moradas a este diario.

Es más, el coportavoz morado, Pablo Fernández, ha dicho este jueves que es "deleznable" el sapo que su partido se ha tenido que comer para salvar el pacto de renovación de los órganos constitucionales que el Gobierno cerró con el PP y gracias al cual Podemos sentará a tres afines en el propio Constitucional, en el Tribunal de Cuentas y en el Defensor del Pueblo.

Lo cierto es que la tensión sobre si se rompería o no el sentido del voto llegó a tal punto que el presidente del Gobierno, Pedro Sáncheztuvo que advertir a sus socios: toca cumplir con el pacto por mucho que no guste el perfil de Arnaldo. Sánchez lanzó su aviso desde la tribuna del Congreso después de que dos parlamentarias moradas —Gloria Elizo y Meri Pita— se rebelaran contra Arnaldo en un artículo en El Periódico de España: "Cada voto afirmativo es una ignorancia deliberada".

Ambas parlamentarias, conscientes del impacto en la credibilidad que sufrirá Podemos, advirtieron a sus compañeros de escaño: "El precio a pagar en términos políticos de regeneración democrática y sociales, de construcción de ciudadanía, es sencillamente inasumible". Eso sí, algunos diputados consultados conceden que pese a sus ganas de votar en contra, "no hay otra que tragar".

Los aliados del Gobierno y la oposición se plantan

Los aliados habituales del Gobierno en el Congreso, así como parte de la oposición, con Vox y Ciudadanos como puntales, se han plantado ante la votación de la renovación de algunos órganos constitucionales. Ni ERC ni PNV ni EH Bildu ni PDeCAT ni CUP ni Junts ni BNG han estado en el debate. Por eso, no han votado a los magistrados del Tribunal Constitucional y del Tribunal de Cuentas.

Más País, Ciudadanos y Vox tampoco han apoyado a ni uno de los candidatos pactados por el PSOE y el PP para la renovación de estos órganos. El portavoz naranja, Edmundo Bal, ha sido especialmente duro con Podemos, a quien ha dado la bienvenida al "reparto" de sillones al que acostumbraba del bipartidismo: "Es una tropelía consumada. Esta va a ser la costumbre del tripartidismo, porque los autores de esta infamia no son solo PP y PSOE. También Podemos, que ha accedido a repartirse los sillones".

Y la respuesta morada ha llegado en boca de Antón Gómez Reino, quien ha vuelto a poner el foco en el PP, al que culpa de llevar al Constitucional a alguien como Arnaldo. El portavoz de Galicia en Común ha intentado explicar por qué su partido ha apoyado el pacto, una situación que ha catalogado como "lacerante paradoja". Gómez Reino ha vuelto a pedir un cambio en el método de renovación de los órganos constitucionales.

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