El presidente de Colombia, el izquierdista Gustavo Petro, reiteró este jueves en Moncloa ante el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, su crítica al "yugo español", aunque lo aclaró. Petro ha explicado que sus palabras son una crítica al sistema social que se edificó con la presencia española en Latinoamérica: "Cuando estudiamos bachillerato y nos daban las cales de historia, nos enseñaban que el feudalismo era un sistema de dominación. Unos eran los siervos, otros los señores de la tierra. Esa sociedad era una sociedad de yugo. Ese tipo de relación que se superó hace muchos años es el que se llevó a América. No veo que sea problema decirlo".
La visita de Estado de Petro a España, la única que se va celebrar en Madrid este año, ha servido para cerrar una declaración institucional y sellar hasta ocho acuerdos entre Gobiernos, como la apertura del mercado ferroviario colombiano a las empresas españolas para planificar y desarrollar la infraestructura en Colombia, o los acuerdos de Educación para que los estudiantes universitarios colombianos puedan estudiar estudios de posgrado en España. Y Petro, tras el revuelo de sus declaraciones en España, ha salido al paso realzando las buenas relaciones entre los dos países.
No obstante, Petro ya sufrió el vacío de Vox en el Congreso, donde dio un discurso a los diputados, por referirse al "yugo español". También fue la nota discordante durante la recepción ofrecida por el Rey en el Palacio Real. Y es que Petro cumplió lo prometido y acudió sin el frac protocolario. El mandatario colombiano ya advirtió de que no utilizaría la prenda ya que "tiene que ver con las élites y la antidemocracia". A la cena acudieron también las principales autoridades del Estado y representantes del mundo empresarial o de la cultura que guardan relación con Colombia.
La falta de Petro con el protocolo no empeñó el acto, en el que el Rey ofreció al mandatario el apoyo de España en el "arduo, pero tan necesario" camino que "valientemente han decidido emprender" los colombianos en busca de una paz duradera que llegue a buen puerto. Felipe VI ha tendido la mano de España para lograr este objetivo en su discurso en la cena de gala que, junto a la reina Letizia, ha ofrecido a Petro y a su esposa en el Palacio Real de Madrid al término de la primera jornada de su visita de Estado a España.
