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España

Castilla mira a Cataluña: un partido reivindica el renacimiento de los territorios de Isabel 'La Católica'

Jornada reivindicativa del Partido Castellano en Villalar de los Comuneros (Valladolid).

A unos días del desenlace del 27S, donde conoceremos el resultado final del desafío soberanista que ha lanzado Artur Mas y la colación ‘Junts pel Sí’, también se habla de otros caminos para dotar a la España de las autonomías de mayor independencia regional. Es el caso de la reivindicación del Partido Castellano (PCAS), quien ha comenzado a desarrollar una campaña en las redes sociales para divulgar las ventajas que tendría la unidad de las comunidades autónomas castellanas: Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid, Castilla y León, Cantabria y La Rioja.

En la línea con lo planteado por el PSOE sobre elaborar un proyecto federalista, el PCAS plantea un programa de colaboración entre las cinco regiones que derivaría en un espacio de protocolos de actuación conjunta y de ahí pasar a una única comunidad autónoma. Así lo explica su presidente, Pedro Manuel Soriano, quien apela a la reunión mantenida entre los presidentes autonómicos José Bono, Alberto Ruíz-Gallardón y Juan José Lucas en el año 2000 en la que impulsaron el Consejo de Comunidades Castellanas. El ente -hoy en día desaparecido- se inició con la intención de favorecer a los ciudadanos de estos territorios en materia de Sanidad, Educación, Medio Ambiente, Economía, Cultura y Fomento de infraestructuras.

“Planteamos una España federal en la que Castilla sería un Estado igual que lo serían Cataluña, Valencia, Andalucía o Galicia"

“Planteamos una España federal en la que Castilla sería un Estado igual que lo serían Cataluña, Valencia, Andalucía o Galicia. Aunque este proceso tiene que llevar su tiempo”, apunta Soriano. En este sentido, muestran su disconformidad con el reparto del territorio que se hizo a raíz de la Constitución de 1978: “Tenemos un claro ejemplo en la dependencia económica y sanitaria de Castilla-La Mancha con respecto a la Comunidad de Madrid”. Soriano se refiere a la repercusión que tuvo la crisis de la burbuja inmobiliaria en provincias como Toledo y Guadalajara o la derivación de pacientes castellanomanchegos a hospitales madrileños.

En el caso de La Rioja, el PCAS requiere que se trata de una Comunidad Autónoma uniprovincial de 250.000 habitantes que “cuesta un dinero a los castellanos y, en general, a los españoles que podría estar perfectamente integrada dentro de Castilla”. Y lo mismo con Cantabria.

Su hoja de ruta pasa por volver a recuperar el Consejo de las Comunidades Castellanas -sumando Cantabria y La Rioja-, ponerlo a funcionar y dotarlo de contenidos y estatutos que lo hagan viable. “Una vez conseguido esto, el siguiente paso sería llevarlo al Senado para que lo validase y, de ahí, elaborar proyectos comunes”, afirma Pedro Soriano. Al finalizar este proceso las cinco comunidades conformarían una sola. Incluso hace un par de años confeccionaron un estudio económico en el que, a su juicio, se ahorrarían 5.000 millones de euros en cada ejercicio que se destinarían a otras partidas al simplificar las estructuras autonómicas.

La campaña está orientada a exponer a la ciudadanía de estos territorios los beneficios que obtendrían la colaboración de las cinco circunscripciones

El Partido Castellano surge en 2008 y proviene de un proceso de refundación de Tierra Comunera: partido castellanista que surgió en 1988 y que tuvo su mayor presencia en Castilla y León, donde llegó a contar con un diputado autonómico. En la actualidad cuentan con 80 concejalías y 14 alcaldías, generalmente entre las provincias de Burgos y Segovia, pero en las últimas elecciones autonómicas y locales han notado un descenso en votos por la aparición de Podemos y Ciudadanos. “No tenemos la misma presencia mediática que estas nuevas formaciones”, subraya su presidente.

La campaña en las redes sociales está orientada a exponer a la ciudadanía de estos territorios los beneficios que obtendrían la colaboración de las cinco circunscripciones. Asimismo, coincidirá con una jornada reivindicativa de la formación política en contra del trasvase Tajo-Segura que afecta a Castilla-La Mancha y la Comunidad de Madrid. “Es un claro ejemplo de cómo el problema del agua se solucionaría más fácilmente si ambas comunidades colaborasen más estrechamente”, finaliza Soriano. De momento la oposición al acueducto es una de las proposiciones más tangibles de los nacionalistas castellanos.

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