La comparativa entre los últimos sondeos respecto a la evolución del voto en los últimos seis comicios en el País Vasco evidencia que nunca antes EH Bildu aspiró tan alto. El 27.84% de los sufragios que alcanzó en las elecciones más recientes -las de 2020- se quedan notablemente cortos respecto a sus estimaciones para este domingo. Las polémicas con ETA no lastran sus intenciones; sin embargo, los acuerdos suscritos con el Gobierno de Pedro Sánchez le han dado un protagonismo del que no gozaba en citas anteriores. Por su parte, el PNV aspira a retener el Gobierno, pese a un previsible descenso en la representación.
EH Bildu obtuvo el mayor porcentaje de votos de su historia en el año 2020, las últimas elecciones autonómicas, con el 27,84% de los apoyos; un resultado que se tradujo en 21 escaños, tres más que en la cita previa. Pese a ese aumento, aún quedaba lejos del PNV, que alcanzó el 39% de los votos y, por consiguiente, 31 representantes.
Muy por debajo de ambas fuerzas nacionalistas quedó el PSE-EE de Idoia Mendia (10 escaños, 13,65%), Elkarrekin Podemos (6 representantes, 8,05%), la coalición de PP y Ciudadanos (6 asientos, 6,77%) y Vox (1, con el 1,96%).
Pese a que las cuentas no le valían a EH Bildu para aspirar al Gobierno vasco, los abertzales sí celebraron un resultado histórico, habida cuenta de que nunca antes habían obtenido tal respaldo en las urnas. El 27,84% de 2020 superaba con creces el 21,13% de 2016 o el 24,67% de 2012.
Las anteriores marcas abertzales obtuvieron un respaldo mucho menor. Euskal Herritarrok llegó al 10,12% en 2001. En 2005 hubo diversas propuestas: el Partido Comunista de las Tierras Vascas (en euskera: Euskal Herrialdeetako Alderdi Komunista; EHAK) sumó el 12,44% , frente al 2,33% de Aralar. Y en 2009, Aralar llegó al 5,97% y Eusko Alkartasuna, al 3,65%. En 2012 ya confluyeron en la plataforma EH Bildu, sumando el consabido 24,67%.
¿Y qué dice el CIS? El último sondeo publicado por la institución que dirige José Félix Tezanos ubica a EH Bildu como primera fuerza en intención de voto, con una horquilla comprendida entre el 34,2% y el 35,1%; por encima de la otorgada al PNV: 32,6%-33,5%.
De EH Bildu al PNV
El PNV, por su parte, ha gozado de una estabilidad mucho mayor, permitiéndole retener el Gobierno vasco en 37 de los últimos 40 años. Así, en los últimos seis comicios ha obtenido el 42,38% de los votos (2001), el 38,38% (2005), el 38,14% (2009), el 34,16% (2012), el 37,36% (2016) y el 39,12% (2020).
Los jeltzales se habían erigido como la única fuerza nacionalista vasca con capacidad de negociación con los sucesivos Gobiernos centrales; un juego que le permitía abanderar el argumento del voto útil para el País Vasco, con la obtención de beneficios autonómicos a cambio de sus apoyos para las legislaturas nacionales o los Presupuestos Generales del Estado.
Pero la entrada en escena de EH Bildu como actor válido para las negociaciones ha erosionado esa bandera. Al menos, así se deduce respecto a la intención de voto que le otorga el CIS, cayendo del 39,12% hasta el 32,6%-33,5%.
De cumplirse ese pronóstico, el PNV caería hasta su peor resultado electoral desde los comicios de 1998, cuando Juan José Ibarretxe obtuvo el 28,01% de los sufragios; la siguiente fuerza fue el PP de Carlos Iturgaiz, con el 20,13%, seguido del 17,91% de Euskal Herritarrok, liderado éste último por Arnaldo Otegi.
Con todo, el PNV aspira a retener el Gobierno autonómico mediante pactos, presumiblemente con el CIS otorga al PSE-EE una intención de voto entre el 13,3% y el 14,1 %, mientras que el PP se quedaría con una horquilla entre el 6,7 y el 7% de los apoyos. Por debajo se ubicarían Sumar (3,1%-3,6%), Podemos (3,1%-3,2%) y Vox (2,7%-3%).
