El padre de los niños de Fitero aún sigue en shock: "El día 31 nos íbamos en barco a Marruecos"

La conmoción que en un primer momento generó el intento de asesinato de una madre a sus tres hijos en Fitero (Navarra) ha dejado paso al tiempo de la investigación por parte de los agentes de la Guardia Civil. Esta joven, de 29 años, se encuentra ingresada en el hospital pero en cuanto se recupere entrará en prisión. Desde que conoció el suceso, el padre sigue en estado de shock y solo acierta a repetir que en pocos días tenía un billete para regresar a Marruecos y ya no sabe que hacer, según informan fuentes de la investigación a Vozpópuli. Este hombre confesó que su mujer padecía problemas mentales pero nunca había sufrido una situación así.

El principal trabajo recae ahora en los médicos del Hospital Universitario de Navarra (HUN). En este centro se encuentran ingresados tanto la madre como los tres menores. La preocupación se centra en el menor, de 3 años, que está intubado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). También en ese área atienden a su hermano, de 9 años. Ambos evolucionan favorablemente dentro de la gravedad de su pronóstico.

Los niños de Fitero tendrán secuelas

La niña de 5 años ya ha subido a planta donde permanece ingresada. Los menores padecen diversas secuelas entre ellas quemaduras en la boca y la faringe por la ingestión del salfumán. También tienen heridas ya que recibieron diversas incisiones en el cuerpo con un cuchillo de cocina de unos 17 centímetros de hoja metálica.

La presunta responsable de los hechos, la madre, de 29 años, también está siendo atendida en ese hospital en calidad de detenida. No está en condiciones de poder declarar. Sin embargo, este jueves el juez ha decretado el ingreso en prisión, comunicada y sin fianza para esta mujer cuando reciba el alta médica. El Juzgado de Instrucción número 1 de Tudela le imputa tres delito de homicidio en grado de tentativa.

Se enfrenta a una posible pena de entre 5 y 10 años de prisión por cada uno de ellos. En otro auto, el juez ha ordenado que el padre se quede con la custodia de los menores, una situación que seguirá de cerca los Servicios Sociales de Navarra.

De Fitero a Marruecos

Los investigadores tratarán de averiguar cuál fue el motivo que llevó a esta mujer a administrar salfumán a los niños y, al no hacerles el efecto mortal, intentar acabar con sus vidas con un cuchillo. Tras conocer la noticia, los agentes se pusieron en contacto con el padre. Este hombre había salido a las cinco de la mañana para trabajar a Hernani (Guipúzcoa).

A las 8:45 horas la mujer le llamó para comunicarle que iba a tomar "aguafuerte" porque la estaban "vigilando" y la gente hablaba de ella cuando la veían. En ese momento el marido no le dio importancia porque consideraba que su mujer bromeaba. La joven intentó después quitarse la vida al apuñalarse en repetidas ocasiones en el abdomen. La principal sospecha de los agentes es que sufriera un trastorno mental que se estaba cocinando desde hace tiempo. Solo el marido puede dar respuestas a esa pregunta ya que eran una pareja muy introvertida.

La mujer arrastraba problemas mentales

Este hombre, que vivía en ese domicilio en la calle Mayor, trabaja en el sector de la construcción para una empresa en Corella. Solía desplazarse a otras localidades como San Sebastián o Hernani para desempeñar su labor.

Cuando se personó en Fitero su actitud llamó la atención de las personas que custodiaban la casa. Al parecer, según afirman testigos a Vozpópuli, su principal preocupación era que el día 31 de julio tenía un billete para viajar en barco a Marruecos. Esta declaración causó una gran conmoción entre los presentes ya que en ese momento peligraba la vida de algunos de sus seres queridos. Varios días después no ha podido salir de ese estado de shock. En su círculo más íntimo este padre reconoce que su mujer llevaba años sufriendo problemas mentales pero nunca había protagonizado incidentes que atentaran contra la vida de sus hijos. Sí que había salido de casa sin destino o actitudes raras en las últimas semanas.

La madre estaba aprendiendo a escribir

La familia llevaba en Fitero desde 2019 aunque no era muy conocida entre la comunidad marroquí que suponen el 25% de la población total de esta localidad de 2.000 habitantes. Sí que acudían a pedir ayuda a los Servicios Sociales. No tenían antecedentes y tampoco protagonizaban discusiones. Todo lo resolvían de puertas para dentro.

La madre, que era escueta en palabras, participaba en las clases que organiza el Ayuntamiento de Fitero para la alfabetización de adultos inmigrantes. También acudía a las puertas del colegio para recoger a sus tres hijos. Por otra parte, los menores estaban totalmente integrados y no se perdían ni una de las actividades organizadas por su centro escolar.

Preocupación por los niños

La familia tampoco participaba en los eventos que planificaba la comunidad islámica en Fitero. Es más, muchos de sus compatriotas solo les habían visto de forma residual por las calles sin ahondar en sus vidas privadas.

Este pequeño municipio navarro ha vivido desde el primer momento la tensión de lo que parecía una auténtica tragedia. "Nos ha dejado a todos consternados y preocupados por la situación de los tres menores", ha explicado a Vozpópuli Manuel Aguirre, alcalde de Fitero.

El municipio organizó un acto de homenaje a los menores que reunió a más de 400 personas y contó con numerosas personalidades política. Con ello se quiso dar apoyo a Sergio Recio, el guardia civil que fue el primero en entrar al domicilio y atender a las víctimas, y a los equipos sanitarios locales que actuaron rápidamente para salvar la vida de los menores que sufrían cortes y estaban envenenados. También estuvieron presentes el presidente de UPN, Javier Esparza, el alcalde de Tudela, o representantes del Partido Popular de Navarra.