Aline, la mujer que denunció a Cándido Conde-Pumpido, afirma que ha regresado a Brasil. Esta joven aseguró que el exceso de consumo de alcohol fue el detonante de la denuncia contra el hijo del presidente del Tribunal Constitucional. "Quiero paz", ha explicado la brasileña en una escueta conversación con Vozpópuli antes de manifestar que se embarca en el avión para volver a su país.
Esta mujer compareció en la mañana de este jueves en el Juzgado de Instrucción número 31 de Madrid en Plaza Castilla. En la vista confesó que llamó a la Policía Nacional y denunció la violación de Conde-Pumpido por el exceso de alcohol.
Con esta declaración el proceso se dio por finalizado. El magistrado dio por concluido las diligencias contra Conde-Pumpido hijo y los otros dos hombres implicados en los hechos y que ha renunciado a ejercer acciones civiles y penales correspondientes.
La brasileña: "Quiero paz"
Nada más terminar su declaración, Aline asegura que recogió las pocas cosas que tenía en la capital y se trasladó al aeropuerto. Pasada las seis de la tarde dijo que se subió a un avión que la iba a llevar a su país. "Quiero paz", explicó en un mensaje a este medio.
El suceso que tuvo como protagonista a esta mujer desató el caos la tarde del 5 de noviembre. Corrió como la pólvora su declaración. La brasileña denunció que estuvo en el domicilio del abogado y que había sido víctima de una presunta agresión sexual. Los agentes activaron el protocolo que se sigue ante una denuncia por violencia de género detuvo a Conde Pumpido y a los otros dos denunciados el pasado viernes 3 de enero. Los detenidos pasaron a disposición judicial 48 horas después ante la magistrada que estaba entonces de guardia, María Isabel Durántez, quien le dejó en libertad sin medidas cautelares.
Las cámaras de Conde-Pumpido
La Fiscalía no pidió prisión porque la víctima no presentaba lesiones, pero sí solicitado al juzgado que se acordase una orden de alejamiento por presunto delito de agresión sexual. Sin embargo la juez desestimó cualquier medida cautelar. En su auto desacreditó la versión de la mujer tras constatar el contenido de las cámaras de seguridad de su domicilio.
Poco a poco se iba comprobando como las pruebas no acompañaban la versión de la joven. Tenía lesiones pero muy leves y no eran compatibles con una violación. Las cámaras de seguridad de la casa tampoco certificaban su versión.
La expectación mediática provocó varios episodios preocupantes relacionados con la salud de Conde-Pumpido. En la misma semana, Conde-Pumpido fue ingresado en dos ocasiones. La primera vez, el miércoles 8 de noviembre, ingresó en la planta de psiquiatría de un hospital de Madrid. Tras recibir el alta, las cámaras le grabaron en su casa haciéndose pasar por un repartidor de comida rápida. A los dos días volvió a ingresar en un centro especializado en problemas psiquiátricos.
La brasileña rechazó dinero para ir a la televisión
El hijo de Cándido Conde-Pumpido padecía algunos problemas de salud, una "patología psiquiátrica", según señaló su entorno, que se habría agravado tras el estrés y la angustia producidos por la polémica en la que se ha visto envuelto tras la acusación de agresión sexual.
Fuentes del entorno de Aline explican a Vozpópuli que rechazó una gran cantidad de dinero por salir en programas de televisión aunque no concretan la cadena que se lo ofreció. También niegan que se haya llegado a un acuerdo con la parte contraria para acabar con el procedimiento oficial. La joven brasileña ya ha terminado, al parecer, todo su periplo en España. Tanto el personal como el judicial con la denuncia contra Conde-Pumpido.
