España

Moncloa confía en que el veto al plan energético se volverá en contra del PP

El Gobierno se parapeta ante el choque político capitaneado por la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, dispuesto a dejar en evidencia a su Comunidad y convencido de que los ciudadanos apoyan las medidas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este lunes en Lanzarote.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este lunes en Lanzarote. EUROPA PRESS

Moncloa mantiene un choque político con el PP a cuenta del decreto con las medidas de ahorro energético que se hacen de obligado cumplimiento desde este miércoles. Los populares exigen la retirada completa de la norma, porque aseguran que se ha cocinado de espaldas de las autonomías. El Ejecutivo se niega. Es más, las cinco comunidades que gobiernan (Madrid, Andalucía, Castilla y León, Galicia y Murcia) han pedido a Transición Ecológica que haga borrón y cuenta nueva. Y este mismo lunes Cataluña se sumó a la 'rebelión' autonómica contra el plan. Pero el Gobierno no tiene miedo y confía que el veto se volverá en contra del PP, según las fuentes consultadas.

"No queda duda de que Isabel Díaz Ayuso sabe moverse, pero ella, y el PP en general, tienen más que perder que ganar con esta confrontación. Porque la gente sabe que hay que ahorrar y toca solidarizarse con Europa. La gente sí que está concienciada", sintetiza a este diario una fuente socialista con peso en el aparato de Moncloa. Esta misma fuente, además, reitera que al Gobierno no le temblará el pulso a la hora de pelearse con la presidenta madrileña. Es más anima a poner a la Comunidad de Madrid "frente al espejo". "Es la comunidad que menos energía produce de España. Ni la quiere producir ni ahorrar".

En Moncloa, según fuentes gubernamentales socialistas, creen que la baronesa popular les está regalando temas que pueden rentabilizar en plena disputa política. No solo este choque por el decreto de ahorro energético de marras. El lío de las becas para familias con ingresos superiores a 100.000 euros también. Por eso, el Gobierno tiró de chequera en el decreto anticrisis y concedió a todos los alumnos mayores de 16 años que disfruten de una beca 100 euros mensuales durante el tiempo en el que el decreto estará en vigor.

Como durante la pandemia

En el Gobierno se preparan para una pelea similar a la de la pandemia, cuando Sánchez veía contestadas por el PP y por Díaz Ayuso en especial casi todas las medidas que tomó para contener el avance del coronavirus. Aquella rebeldía madrileña se saldó con una declaración de estado de alarma específica para la región cuando Madrid se convirtió en un hervidero de casos de coronavirus.

Aunque, en esta ocasión, el núcleo duro de Moncloa considera que no es comparable la química que los ciudadanos tuvieron con el discurso libertario del PP en tiempo de restricciones sanitarias con la que puedan intentar en Génova establecer ahora. Sánchez se lanzó en Canarias, donde está pasando unos días de vacaciones, contra el PP, al que vuelve a situar como un partido inútil para los intereses de España. Le pidió "unidad, responsabilidad y solidaridad" aunque no tiene mucha esperanza, porque el PP practica una oposición “destructiva".

En verdad, a Sánchez le interesa engordar a Isabel Díaz Ayuso entrando en choques políticos con ella. En Moncloa saben que la líder del PP madrileño es el auténtico contrapeso de los presidentes populares. Le ocurrió a Pablo Casado y en la presidencia del Gobierno sueñan con que le pase también a Núñez Feijóo, a quien quieren despojar de su halo pactista de y de su máscara de hombre de Estado. Al PSOE le interesa mostrar a Feijóo como un líder rendido a la doctrina ultra de Díaz Ayuso, porque cree que le beneficia electoralmente.

Las armas de Sánchez

En el aparato monclovita, empezando por la cabeza del propio Sánchez, impera el convencimiento de que en esta nueva crisis económica, que ya está desacelerando la creación de empleo, será el romance del presidente con la política europea la que le permitirá sortear toda adversidad. Por eso, el Gobierno puso tanto empeño en negociar la excepción ibérica en el mercado de la electricidad y en lograr que el porcentaje de reducción de consumo de gas para ahorrar energía al que tiene que obedecer España sea del 7% y no del 15% como planteó la Comisión Europea en un primer momento.

Es más, en el PP avisan a su líder de que su rival no se rendirá a Bruselas. En plata: no será la Unión Europea la que le sirva la cabeza del presidente del Gobierno en bandeja, como le ocurrió a Rajoy con Zapatero. Y es que un Sánchez plantando batalla en Bruselas, haciendo política de tú a tú, y negando la posibilidad de que el rodillo nórdico pise Madrid es potente. En Moncloa lo saben y lo potencian. Por eso, desplegaron la cena en el Museo del Prado a los líderes de los países de la OTAN.

Lo cierto es que el presidente, según reconocen las fuentes consultadas en Moncloa, está mucho mejor valorado fuera de España que dentro. El Ejecutivo enfrenta, en realidad, un problema llamado inflación que comparten la mayoría de líderes internacionales. Como contó este diario, Sánchez engrosa su equipo de estrategas para intnetar ganar de nuevo las elecciones. Todo sea por seguir.

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