Un nuevo golpe a plena luz del día en el centro de Madrid que tiene todos los ingredientes de la conocida 'banda del Rólex'. La Policía Nacional investiga el robo de un reloj de lujo, valorado en más de 100.000 euros, a un hombre que fue agredido en la calle Lagasca de Madrid en la Milla de Oro, según informan a Vozpópuli fuentes de la investigación.
El suceso, que ocurrió el pasado sábado 29 de septiembre a las 17.45 horas, causó una gran conmoción entre los testigos ya que la zona estaba siendo frecuentada por un gran número de transeúntes que fueron testigos de la agresión. La víctima, un hombre extranjero nacido en 1978, caminaba a la altura del número 40 de la calle Lagasca, en el distrito de Salamanca.
En ese momento le abordaron dos hombres montados en una motocicleta de gran cilindrada. Uno de estos individuos se bajó del vehículo y agredió con un objeto contundente al hombre que quedó tendido en el suelo. De igual forma le sustrajeron el reloj de lujo que estaba valorado en más de 100.000 euros, según estas mismas fuentes. Tras conseguir su botín se marcharon del lugar.
La víctima fue atendida en el lugar por una ambulancia básica de Samur-Protección Civil. Los sanitarios le tuvieron que dar puntos de sutura porque tenía una brecha en la cabeza, según informan a Vozpópuli fuentes de Emergencias Madrid.
La Policía Nacional se ha hecho cargo de la investigación del suceso. Los agentes han revisado las cámaras de los comercios cercanos y también de tráfico para conocer el recorrido que hicieron los ladrones. El 'modus operandi' apunta a que se trata de un nuevo asalto de la 'banda del Rólex'.
Solo robaron el reloj
Los investigadores sospechan que la pareja de ladrones siguió los pasos de este hombre, con vigilancias silenciosas. Después encontraron el punto que consideraron más adecuado para perpetrar el robo y poder huir de la zona.
El último golpe conocido de esta banda se remonta a finales del mes de junio. Otro hombre sufrió el robo de un reloj de alta gama en la calle Serrano. Sin embargo, en este caso, el robo se produjo el pasado viernes 23 de junio a las ocho menos diez de la tarde.
El punto exacto fue entre las grandes instalaciones que tiene el Corte Inglés y la conocida tienda de Gucci, a la altura del número 49 de la calle Serrano, según han asegurado fuentes de la investigación a este medio. En ese lugar, un hombre se acercó a la víctima, un panameño de 40 años, y le dio un abrazo sin conocerle de nada. Aprovechó ese momento de confusión para arrebatarle un reloj de alta gama de la marca Rólex, valorado en decenas de miles de euros.
Los últimos robos en Madrid
En cuanto cometió el hurto, se subió a una motocicleta que iba conducida por otro 'compinche' de su organización criminal. La víctima fue la que llamó a las fuerzas de seguridad para avisar del atraco que acababa de sufrir. Los hechos están siendo investigados por la Policía Judicial de la Comisaría de Salamanca de la Policía Nacional.
El distrito de Salamanca es uno de los sitios más cotizados por esta organización criminal pero también han actuado en otras zonas como Chamartín. Precisamente, en ese punto uno de los delincuentes fue reducido por los testigos y detenidos por los agentes de la Policía Nacional.
A pesar de ello, su 'compinche' consiguió llevarse un reloj de la marca Audemars Piguet, valorado en más de 100.000 euros. Los agentes siguen la investigación para tratar de identificar al conductor de la motocicleta que huyó del lugar con el objeto robado.
Las 'bandas del Rólex'
La Policía Nacional conoce muy a fondo a este tipo de organizaciones criminales denominado las 'bandas del Rólex'. En febrero de este año consiguieron desarticular a una de estas bandas que actuaba a punta de pistola con una moto en pleno centro de Madrid. Planificaban al milímetro sus robos. El objetivo siempre era el mismo: relojes de lujo que podían tener un valor superior a los 300.000 euros. Después de meses de investigaciones, los agentes consiguieron detener a los cuatro integrantes.
Buscaban relojes de alta gama. Todos sus miembros tenían asignadas unas funciones específicas dentro de sus asaltos para que no fueran detenidos y conseguir su objetivo: relojes de alta gama. Uno de los detenidos vigilaba la zona de salida de los restaurantes de lujo del barrio de Salamanca. Iba vestido como repartidor de comida para que los clientes no sospecharan de su presencia en estos lugares. Una vez que detectaban a las posibles víctimas daba el aviso a sus compinches.