La Policía no localiza los vídeos de la supuesta agresión sexual de Juan José Ballesta

La UFAM de la Policía Nacional de Parla está haciendo todas las diligencias que tienen en su mano para investigar la denuncia de agresión sexual contra el actor Juan José Ballesta. A pesar de ello, los agentes no han podido localizar las imágenes de las cámaras de seguridad de la entidad bancaria que pudieron grabar el suceso, según el atestado al que ha tenido acceso Vozpópuli.

La mujer, que denunció a Juan José Ballesta y a otro hombre por agresión sexual, relató que el actor le acompañó a una sucursal bancaria para retirar dinero con el objetivo de comprar sustancias estupefacientes. En un segundo testimonio subrayó que esta visita al banco fue obligada por las personas con los que estaba bebiendo.

Después de extraer 200 euros de la oficina supuestamente ocurrió la agresión por parte del acto. Manifestó que le tumbó en el suelo y Ballesta le retiró las bragas e introdujo los dedos en su vagina.

La víctima no le manifestó al actor ninguna negación pero dijo que "no consintió tampoco ese acceso carnal". A pesar de todo ello, decidió continuar la noche con este grupo de hombres que supuestamente habían abusado de ella.

Sin imágenes de las cámaras de seguridad

Con esta declaración, los investigadores centraron sus pesquisas en buscar prueba de la misma. Por ello, los agentes de la UFAM emitieron un oficio el 18 de agosto solicitando a la entidad bancaria las grabaciones realizadas en el cajero de Parla desde las 00:00 hasta las 23:59 horas del pasado 20 de julio, que fue la noche donde presuntamente ocurrió la agresión.

La entidad bancaria respondió rápidamente al requerimiento de los funcionarios. "Lamentamos comunicarles que por quedar fuera del periodo de almacenamiento establecido por Ley, no nos es posible disponer de las imágenes solicitadas para poder serles remitidas", trasladaron en un correo.

Y es que la normativa del Reglamento de Seguridad Privada marca que los sistema de videograbación de las oficinas solo pueden almacenar los registros correspondientes a los últimos 15 días. Desde esa fecha las centrales de vídeo borran automáticamente los arhivos con las imágenes.

La visita al cajero

Sin embargo para atestiguar su visita al cajero, la mujer adjuntó a los investigadores un historial de sus cuentas bancarias con la extración de los 200 euros y un texto. "Juan José Ballesta. Bola, película. Todo esa noche, cuando me violó", escribió en un recuadro. Ahora el trabajo de los agentes se centra en buscar nuevos puntos que pudieran captar que el actor y la mujer estaban juntos durante esa noche.

No obstante, la mujer que denunció al actor Juan José Ballesta por un delito de agresión sexual en Parla no había mantenido conversaciones previas con el intérprete. En un primer momento dijo que habían sido vecinos de la localidad pero después aseguró que eran "amigos de toda la vida". Ahora ha señalado en una entrevista en Telecinco que conocía al actor de Parla de "toda la vida".

La supuesta víctima también acusó del mismo delito a otro hombre. Con este individuo si mantuvo contacto a través de mensajes de WhatApp mediante notas de voz que entregó a los investigadores de la UFAM de la Policía Nacional.

Los audios de la víctima de Ballesta

La presunta víctima, española de 48 años, había consumido cocaína y marihuana. Fue trasladada el pasado 3 de agosto por una ambulancia al Hospital del Tajo en un "contexto de agitación psicomotriz" a las tres de la madrugada. "Me quemaba la sangre", expresó al 112 en su llamada. Denunció cuando se encontraba interna en el módulo de psiquiatría del Hospital Universitario Infanta Cristina de Parla.

Cuando recibió el alta, doce días después, acudió a la Comisaría de Policía Nacional de Parla para confirmar la denuncia. Allí aportó a los investigadores de la UFAM los mensajes de voz que intercambió con el otro hombre, aparte de Ballesta, el que también acusó de agresión sexual.

El 17 de agosto a las 20:30 horas los agentes comenzaron a transcribir estos nueve cortes de audio que estaban grabados en un disco. Los mensajes fueron grabados durante los días siguientes a la agresión sexual y el tono de los mismos se fue crispando.