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España

La ley de vivienda abre una grieta en la coalición y somete a Podemos a los vaivenes del PSOE

Los morados presionan a sus socios votando a favor de un texto que va más allá del proyecto pactado en Moncloa

De izquierda a derecha, el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique; el secretario general del Grupo Socialista, Rafael Simancas y la exportavoz del PSOE Adriana Lastra, en una imagen de archivo. EUROPA PRESS

No ha sido un buen martes para la coalición de PSOE y Podemos. Ambos partidos se han atizado por una proposición de ley de vivienda alternativa al anteproyecto de ley que pactaron en Moncloa en octubre y que contempla medidas que van más allá de las que se incluyeron en la norma a la que el Gobierno dio luz verde en el Consejo de Ministros.

En concreto, la propuesta incluía un mecanismo de limitación de precios similar al que defendieron los morados en sus negociaciones con el PSOE para desencallar la ley de vivienda. La proposición de ley ha recibido el voto favorable de 57 diputados —los de los Podemos, ERC y EH Bildu, entre otros grupos— y 280 en contra, entre ellos los de PSOE, PP, Vox y Cs.

El sentir de los morados consultados es que los socialistas se han enfrentado a esta propuesta en el Congreso por ser "demasiado conservadores" y anteponer los beneficios de los lobbys inmobiliarios. Es más, es que este proyecto B se ideó como herramienta de presión al PSOE antes de que acordara una ley con sus aliados.

Poca confianza

La realidad es que Podemos lamenta que el pacto que arrancó a los socialistas tras más de un año de negociaciones se quedara corto. Algo que justifica alegando que el partido no tiene el peso suficiente para imponerse al PSOE y que no lo quedó más remedio que aceptar el proyecto que salió de Moncloa si quería salvar el pacto de presupuestos.

La conclusión de esta jornada de dolores de vivienda es que los de Ione Belarra no se fían de los socialistas. "Vamos a votar a favor por nuestro compromiso con los colectivos de vivienda y su ley, ya que sin su trabajo no se entendería ninguno de los logros que hemos alcanzado para garantizar el derecho a la vivienda. Hemos retirado la firma como muestra de nuestro compromiso también con la ley del Gobierno, para no darle ninguna excusa al PSOE para romper el acuerdo", señalan fuentes oficiales de Podemos.

Y eso que el portavoz parlamentario, Pablo Echenique, no ha podido garantizar que ninguna de "las buenas ideas" de la propuesta paralela termine en la futura ley de vivienda vía enmienda, el ring que abierto el portavoz socialista, Héctor Gómez, para cerrar la disputa. "No se puede garantizar nada, pero vamos a intentarlo", ha lanzado tras loar que el proyecto pactado con el PSOE, aunque insuficiente, ya es un hito en España por ser la primera regulación en materia de vivienda de la historia.

"Máxima lealtad"

El PSOE ha salido en tromba contra la propuesta de sus socios. Los socialistas consideran que la norma "choca frontalmente" con el proyecto del Gobierno, aún en fase de redacción, y también "con las competencias de las comunidades autónomas". "No la podemos apoyar", ha zanjado el portavoz socialista, Héctor Gómez, quien, eso sí, ha dejado entreabierta la puerta de modificar el proyecto del Gobierno una vez inicie su tramitación.

El problema para la relación de los socios es que los morados han respaldado la tramitación de esta propuesta, impulsada por los principales sindicatos y colectivos de defensa del derecho a la vivienda. Es más, habían puesto su firma como partido proponente de un texto que supone, en la práctica, una enmienda total a la ley de vivienda de la coalición.

Y eso ha molestado tanto al PSOE que ha forzado a Podemos, según fuentes parlamentarias, a retirar su firma como partido proponente del nuevo texto sobre vivienda impulsado por CCOO y UGT; la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH); el Sindicato de Inquilinos y avalado por Esquerra Republicana, Bildu, Junts, CUP, Más País, Compromís, Nueva Canarias y el BNG.

En privado, algunos morados en el Congreso insinuaban que retirar la firma era un gesto dirigido a tener relajado al PSOE. Pero llama la atención que ese giro de guion se haya producido a media tarde y después de que el propio Echenique afirmara con contundencia que "todos los pasos" que dan los hablan con el PSOE "con máxima lealtad".

Los vaivenes del PSOE

Lo cierto es que Podemos está sometido a los vaivenes del PSOE y, en última instancia, a su criterio. Solo así se entiende que termine aceptando posiciones que luego está dispuesto a enmendar. Y vivienda, una vez más, es un ejemplo paradigmático.

Y es que, como adelantó Vozpópuli, los morados enmendarán en las Cortes su propia ley de vivienda para rebajar de año y medio a tres meses la ‘vacatio legis’ que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, prometieron al sector inmobiliario.

Es decir, Podemos sabe que la regulación del precio del alquiler ahora mismo tiene un agujero para que se cuelen por él los grandes fondos de inversión y, en definitiva, los grandes tenedores de vivienda: los 18 meses que tarda cualquier norma en entrar en vigor desde que se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Ahora, Podemos intenta tapar agujeros.

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