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Le Figaro: "Juan Carlos I, sospechoso en la desaparición de tres cuadros en el Palacio Real"

Las obras, dos Velázquez y un Carreño, valoradas en 1,6 millones de euros, desaparecieron de un área del Palacio Real cerrada al público en 1989

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Juan Carlos I. Europa Press

El conocido diario francés Le Fígaro ha sumado una nueva polémica en relación al libro King Corp., que ya destapó la existencia de una presunta hija ilegítima de Juan Carlos I, al monarca emérito: la desaparición de tres cuadros del Palacio Real. Desde hace treinta años, dos Velázquez y un Carreño se encuentran en paradero desconocido. Ahora, citando al libro, el periódico apunta al monarca como sospechoso del suceso, hasta ahora conocido como el robo en agosto de 1989 de tres cuadros que se encontraban en una zona del Palacio Real cerrada al público.

Cuando se produjo la desaparición a finales de los 80, de la que los ladrones no dejaron rastro, ABC recogió las palabras del entonces responsable de Patrimonio Nacional: "En el Palacio, todo el mundo desconfía. No ha saltado ninguna alarma y el sistema de detección no ha registrado nada". Los ladrones, dice Le Figaro, se movieron por palacio "como si estuvieran en su casa".

El valor de las tres obras desaparecidas era inmenso: más de 1,6 millones de euros (entonces, unos 275 millones de pesetas). Eran dos obras de Diego de Velázquez ("Retrato de una dama" y "La mano de arzobispo Fernando Valdés") y una de Juan Carreño de Miranda, el Busto de una dama de la época de Carlos II. Dada la fama de ambas obras de arte, el diario especula que es muy poco probable que hayan sido revendidas en el mercado negro.

Los cuadros, ¿en casa de una amante de Juan Carlos I?

La investigación de la policía española continúa abierta, pero la de José María Olmo y David Fernández, autores de King Corp., ha abierto otro camino hacia el que sospechar. El libro recoge que Sabino Fernández Campo, quien fue mano derecha del rey, contó a un familiar en su lecho de muerte que había visto dos de los cuadros en casa de una antigua amante del monarca. Ante esta pista, Olmo llamó a la amante, que no negó los hechos.

Los regalos de Juan Carlos I a sus amantes, cuestionados por Le Figaro

El periódico francés no solo apunta a la misteriosa desaparición de estos cuadros, sino que incide en otros "secretos" que giran en torno a Juan Carlos I, tales como los "generosos regalos a sus amantes". Citan a Fernández, coautor del libro, para asegurar que el emérito era aficionado a los relojes, que habitualmente recibía como regalo. Si no le gustaban, "los llevaba a una joyería de confianza y los convertía en dinero", que utilizaba, aseguran, para comprar regalos a sus amantes, entre otros. El libro recoge además que el que fuera rey consideraba estos relojes parte de su remuneración por el ejercicio del poder real. En esta línea, Juan Carlos I habría regalado en 2011 esmeraldas colombianas por el valor de 250.000 euros a Corinna Larsen.

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