Nadie sabe exactamente quién es. Algunos dicen que se trata del propio pintor. Otros rechazan de plano la idea del autoretrato. Lo cierto es que el enigmático soldado que aparece en un extremo de Las lanzas es el mismo personaje representado en Retrato de hombre, obra invitada este mes al museo del Prado y que se expondrá, cedida por el Metropolitan Museum de Nueva York,  hasta el próximo 27 de enero.