"Nunca he sido partidario de que la armonización de las figuras impositivas esté regulada por el Gobierno central". Mensaje claro y contundente del presidente de Aragón, el socialista Javier Lambán, dirigido a Pedro Sánchez y, especialmente, a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
Lambán, que se ha reunido este jueves en Sevilla con su homólogo andaluz, Juanma Moreno, ha echado un capote, de forma indirecta, al presidente de la Junta, gobernada por el PP, que estos días anuncia una "batalla" ante los tribunales ante lo que considera una posible "invasión de competencias" autonómicas, en materia de impuestos.
Por si quedaba alguna duda al respecto, el político aragonés ha dejado claro que es "partidario de que la armonización fiscal sea acordada por cada comunidad". Aunque el principal motivo de esta cita bilateral era la firma de un convenio de colaboración, en el marco del corredor ferroviario Algeciras- Zaragoza, las políticas de impuestos y la reclamación conjunta, por parte de ambos presidentes, de un nuevo modelo de financiación autonómico.
Durante el turno de preguntas, en la rueda de prensa conjunta, han sido numerosos los intentos por recabar una posición de Lambán acerca de la supresión del Impuesto de Patrimonio, decretado recientemente por Moreno Bonilla: "Yo no he venido aquí a reprocharle nada al presidente de la Junta, ni al Gobierno central", ha respondido de forma diplomática.
Lo anterior no ha evitado que Lambán recalcara lo siguiente desde Sevilla: "he venido aquí a reclamar el derecho de las comunidades a decidir sobre sus impuestos". De forma paralela, el presidente de Aragón ha esgrimido que el ámbito más adecuado para tratar el citado asunto, así como el nuevo modelo de financiación, que él y Moreno han reclamado de forma urgente, es el Consejo de Política Fiscal y Financiera.
"La fiscalidad autonómica es subalterna con respecto al Estado y el margen de discrecionalidad sobre impuestos cedidos lo debe ejercer cada comunidad", ha dicho Lambán en el marco de otro de sus dardos dirigidos a la ministra Montero. Previamente, ante el enorme agrado de Moreno, ha vaticinado que Andalucía será en unos años "la comunidad tractora del resto del país", así como "líder". Unos elogios que no parece que vayan a sentar muy bien en el seno del PSOE de Andalucía, ya de por sí bastante inquieto ante los titulares que podía deparar Lambán en esta cita sevillana.
Cree Lambán que si Andalucía "no hubiera tenido una historia desafortunada en los últimos siglos lo hubiera sido ya", ha dicho sobre el liderazgo que le augura. Ha sido una forma de pasar por encima de cuarenta años de gobiernos de su partido, el PSOE, de los que Lambán ni siquiera se ha acordado para destacar el mantra que repiten siempre los socialistas sobre "el estado del bienestar" alcanzado, según ellos, en materias como la sanidad y las políticas sociales.
Ambos presidentes han coincidido también en reclamar al Gobierno central la necesidad de elaborar, cuanto antes, un nuevo modelo de financiación autonómica que, según el gobernante andaluz, debería contar con "16.000 millones de euros de inyección". No obstante, Moreno Bonilla ha querido ser realista a la hora de recordar que "a ocho meses" de unas eleciones autonómicas y municipales no parece el momento más adecuado para abordar dicho asunto. Ya en un horizonte próximo, cuando se apague el ruido electoral, el gobernante andaluz cree que PSOE y PP deberían alcanzar "un gran acuerdo político" en materia de financiación.
Dentro de tanta concordancia y consenso, entre Moreno y Lambán, había un previsible desacuerdo en cuanto a los modelos de financiación que tiene cada uno de ellos. El aragonés ya se mostró en contra del llamado "fondo transitorio de nivelación" que consensuó Andalucía en una cumbre con el presidente valenciano, Ximo Puig: "siempre fui partidario de prorrogar hasta 2022 los fondos Covid y me había opuesto a ese modelo (el de Valencia y Andalucía) porque todas las comunidades estamos infrafinanciadas", ha contestado sobre el frente de Andalucía, Murcia y Valencia, además de Castilla La-Mancha, que creen ostentar tal condición.
Encendidos elogios de Moreno a Felipe González tras ser invitado al acto de Toledo
El presidente de la Junta de Andalucía ha dedicado un buen repertorio de elogios hacia el expresidente del Gobierno Felipe González. Ha sido a raíz de que Vozpópuli le preguntara sobre el acto que protagonizará junto a él, así como con Lambán y Garcia-Page en Toledo, el próximo 20 de octubre, para conmemorar el 40 aniversario de la primera victoria socialista en las generales de 1982, información adelantada por este medio de comunicación.
"Admiración hacia una figura histórica de la dimensión de Felipe González", ha dicho Moreno ante la pregunta de cómo valoraba una invitación que, conviene no olvidar, proviene de la Fundación Felipe González. Un "ilustre andaluz", además de "claro transformador del país" y gobernante que "ayudó a consolidar la democracia en España", han sido otros elogios del repertorio desplegado.
De sobra es conocido que el gobernante del PP confesó en los meses previos a las elecciones autonómicas de junio pasado que él había acudido a mítines de González. No llegó tan lejos como Feijóo, votante confeso del PSOE en las generales del 82, pero lo desveló en el marco del distingo que Moreno hizo para ilustrar las bondades del modelo que representó el 'felipismo' frente al actual PSOE 'sanchista', al que "no reconozco".
Ni que decir tiene que todos estos guiños al modelo socialista que hace Moreno guardan relación con toda la base social de votantes de centro izquierda que logró aglutinar en las pasadas elecciones andaluzas. Un trasvase que Génova elevó a un 20% de antiguos electores de Susana Díaz (unos 300.000 votantes socialistas) que, en junio, descontentos con las políticas 'sanchistas' y la deriva junto a Unidas Podemos, optaron por coger la papeleta de Moreno Bonilla, tras una campaña en la que las siglas del PP no existieron.
Ya al término de la comparecencia Moreno ha aclarado ante los periodistas, en presencia de Lambán, que posiblemente haya que "reprogramar" el acto de ambos con González previsto en Toledo. La causa está motivada por el hecho de que el presidente aragonés no podría faltar a una importante sesión en las Cortes regionales, fijada para esa fecha.
