Un juguete permitió detener al último pederasta en serie: "Es mejor dedicarme a ésto que a la droga"

Un coche policial de juguete, una película infantil y una ventana. Esas eran las tres únicas pistas que tenía la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional para detener a un pederasta en serie. Tras horas y horas de trabajo los agentes consiguieron unir las piezas del puzzle y dar 'caza' a este peligroso delincuente que agredía sexualmente a niños de entre 3 y 10 años en la provincia de Barcelona. "Es mejor que me dedique a ésto que a la droga", llegó a justificar durante su arresto.

La 'Operación Lucero' ha sido desarrollada por el Grupo I dedicada a la Protección al Menor. Son los agentes más curtidos en rastrear las pistas que dejan estos peligrosos delincuentes, como explica a Vozpópuli Eduardo Casas, subinspector de la Policía Nacional y responsable del operativo. El nombre de este dispositivo es un juego de palabras: une el nombre del pederasta con el nick que utilizaba en los foros de la Dark Web donde subía sus vídeos de agresiones sexuales a menores.

El inicio de las diligencias fue gracias a la policía de Queensland (Australia). Estos agentes son expertos en investigaciones en torno a la internet oscura. Un video de la violación a un niño llamó la atención de la unidad que pudo identificar un elemento característico de la escena: había un cochecito de juguete con las siglas de Policía Municipal.

Una ventana y una película en castellano

Ese detalle hizo que los policías australianos se pusieran rápidamente en contacto con sus homólogos españoles para dar con este pederasta. Los agentes de Ciberdelincuencia analizaron al 'dedillo' ese video y sacaron otra conclusión. De fondo se escuchaba el doblaje en español de la película del 'Clan de los rompehuesos', un film de Adam Sandler que era muy reproducido en plataformas digitales.

La pericia de los agentes de la Policía Nacional permitió dar con otra pista: en una de las fotografías se podía ver una ventana que los investigadores consiguieron localizar en Sant Pere de Ribes (Barcelona). Tras semanas y semanas de análisis, los policías ubicaron el apartamento exacto donde se grabaron las imágenes y coincidía con uno de los sospechosos que tenían en la lista.

En las agresiones, este pederasta ocultaba su rostro pero los agentes comprobaron que tenía una microcicatriz en forma de V en el torso de una de las manos. Después de horas de vigilancia, los investigadores cotejaron que el principal sospechoso era el hombre que protagonizaba los videos con los menores.

Agresiones desde 2012

En el registro de su vivienda, los agentes encontraron unos 16 gigas de material pornográfico. También había creado 59 fotos y vídeos con sus víctimas. Los policías han conseguido identificar a seis de ellas, dos ya son mayores de edad y nunca habían denunciado sufrir esos abusos. "Sí que hablaron entre sí de las agresiones y han colaborado en la investigación", explica el responsable del operativo.

Los agentes han conseguido fotografías que se remontan al año 2016 pero sospechan que este individuo, de 41 años y español de origen boliviano, ya cometía estos delitos en 2012. Para cometer estas agresiones se aprovechaba de la forma más vil de sus compatriotas.

El pederasta ayudaba a las familias que acababan de asentarse en su municipio. Se ganaba su confianza para llegar a los niños. Poco a poco conseguía que se los dejaran a su cuidado que es cuando cometía las salvajes agresiones a los menores que tenían entre 3 y 10 años.

Un año trabajando en tres equipos de fútbol

Este individuo también trabajó un año como monitor de fútbol en tres clubes de la zona. Entrenaba a niños de 6 a 8 años. Estos equipos ya han sido alertados por la Policía Nacional y los responsables se han puesto en contacto con las familias. En principio no hay víctimas relacionadas con este ámbito deportivo.

Cuando fue detenido por los agentes, en un primer momento negó toda implicación. Después, ante la abundante carga de pruebas que tenían contra él, hizo una 'confesión a medias': "Es mejor dedicarme a esto que a la droga". Estas justificaciones son comunes entre los pederastas: "otros dicen que los niños querían", explica el policía responsable del operativo.